Marín

Una muy buena opción en Sant Andreu tanto para comer como para ir de tapas. Aunque no se esmeran mucho en la presentación de los platos, la comida está muy buena y el precio no está mal. El local no es muy grande, pero cuentan con terraza. De todas formas, es mejor reservar mesa.

Puntos fuertes:
— De sus empleados, Jonhy es el más simpático. Es justo destacarlo.
— Es el típico restaurante de barrio q sabes q si vas no fallas con la comida.
— La experiencia de los dueños llevando el local.
— Si vas a full sale bastante caro, pero si t comportas y eliges bien t puede salir incluso por debajo de los 20 € (para 2: 2 bebidas + pimientos de padron + brabas + torrada = 20 – 25 € aprox).
— Local muy luminoso.
— La calidad del producto es buena.
Puntos débiles:
— Localización (Santandreu), aunque dentro del barrio está muy bien situado.
— El local es muy pequeño
— Sólo caben grupos grandes en la terraza
— Si t pica el morro y pides según que platos se dispara la cuenta

Si unas bravas estan en el top15 de Edu (bravasbcn alias patatabrava-​man), hay que ir de cabeza a probarlas!
Tamaño (patatas y ración) bastante grande, bien fritas, crujientes por fuera y tiernas por dentro. La salsa un allioli suavecito que no repite, y una especie de tomate solis tamizado, que mezclados estan tremendos! la ración de Bravas a 4,5 €
Aproveché para tomar el menu de mediodia a 11 €, una sopa de pescado, y un bacallà amb samfaina espectacular!
Habrá que volver un fin de semana para probar estas mariscadas tan famosas!

Me recomendaron el lugar, y es excelente, tanto las tapas como la comida, tienen carne a la brasa y marisco de primera, lo mejor las bravas, jiji, siempre esta a tope, eso siempre quiere decir algo, que se come bien.
Los precios son asequibles en relación calidad preció.
100% recomendable

De gran tradición el barrio, y muy cerca de la Orfila, el Marín estaría entre un típico gallego y un restaurante tradicional catalán (supongo que, con el tiempo, se han ido adaptando un poco a los gustos de aquí). La terraza está siempre muy solicitada, pero es que el interior no se queda corto, los findes siempre me lo he encontrado a reventar. La fórmula es archiconocida: marisco a buen precio, raciones abundantes y una carne especialmente sabrosa. Es familiar y bullicioso, y para nada recomendable si quieres una cena romántica o algo por el estilo. El secreto a voces del restaurante son sus bravas, excepcionales, con dos salsas estupendas que cuando se mezclan tienen un resultado fuera de serie. Lo recomiendo mucho, pero sabiendo a lo que vas. Si sois dos: bravas, surtido de marisco y chuletón, y para casa contentísimos.