Maristes La Immaculada

Colegio de mis hijos y os aseguro que voy a ser muy objetivo.
Colegio concertado de orientación católica enclavado en un antiguo especie de monasterio de ahí su estrutura.
El colegio tiene instalaciones mejorables como son los patios exterirores pero sin embargo dispone de una buena piscina y una pista cubierta que realmente es una maravilla para la realización de actividades deportivas o bien lúdicas como obras de teatro. Hay que decir que el colegio creció hacia abajo por la singularidad del edificio.
El resto de instalaciones, es decir las aulas y laboratorios se han ido modernizando con los años con pizarras electrónicas y wifi pero aún hay aspectos a mejorar de comodidad pues las aulas son algunas pequeñas y calurosas, salvo las de bachillerato que disponen de aire acondicionado.
Los laboratorios están suficientemente equipados y espero que poco a poco los vayan mejorando,
En cuanto al nivel del colegio creo que puede considerarse de tipo medio/​alto siendo el bachillerato mucho más alto aunque en este punto habría algo que decir respecto al personal docente.
El ambiente del colegio es bueno y sano. Ofertan gran variedad de actividades extraescolares tanto deportivas como de otra índole como idiomas y desde el año pasado tecnológicas.
Un punto a destacar del colegio creo que es el nivel de exigencia con los idiomas extrangeros (inglés, francés o alemán) y que al final estoy seguro que los alumnos agradecerán.
En líneas generales yo estoy satisfecho con el funcionamiento del colegio en todos sus aspectos y lo único que no me acaba de convencer es el nivel de exigencia de la asignatura de religión que creo que es excesivo pese a ser un colegio en principio de índole católica.

No puedo ser objetivo en la reseña de la escuela en la que he pasado ocho años de mi vida estudiando.
Sí, es una escuela concertada cristiana, pero créeme, después de pasar los primeros cuatro años de enseñanza obligatoria en Shalom, puedo afirmar que aquí distan mucho de los ambientes sectarios de otras escuelas de orientación religiosa.
Pasé de una escuela, anteriormente sólo para chicas, donde me «invitaron a marcharme», al igual que a los demás cinco chicos de la clase, donde nos obligaban a rezar antes de comer y donde debíamos llevar uniforme, a otra muchísimo más liberal: donde cada uno vestía lo que quería y donde el ambiente mixto no estaba nada enrarecido.
La enseñanza, sobretodo en bachillerato, es mucho más alta que en otras escuelas concertadas o privadas, punto positivo si te llega la nota para la carrera donde quieres entrar, ya que durante los dos primeros años no deberás preocuparte por no entender las cosas. Por otro lado, si te ocurre como a mí, que pasas de ciencias a una carrera de letras y por dos décimas no entras a la universidad pública, es posible que acabes teniendo un poco de resquemor hacia ciertos profesores… Todo y esto, visto con distancia, creo que mis padres hicieron más que bien al llevarme a estudiar aquí.