Terrible service, not with regards to attentiveness but, because they’re straight up rude. The place is empty Friday night at 11.30, one of the five of us was finishing up a bocata, they wouldn’t let us in with it even though we were all buying drinks. So we obliged, stupidly. Then we sit upstairs. There are about 30 seats up there, and there are 7 people in two groups total. We grab a sofa with stools and pull a comfy wingback to join our little living room arrangement. Within 2 minutes of paying for our drinks a different employee than denied the eating of the sandwich told us we couldn’t use the chair and it had to stay with the empty, undemanded table it had been with. Again… It’s empty. Never again.
Aymon V.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Un rincón especial! Ámplia carta de combinados y cervezas.
DeathandFood H.
Évaluation du lieu : 5 Portland, OR
I liked this chill little bar and lounge. It has two levels and a very relaxed feeling. The bar is small but the service was friendly and it’s the kind of place you can hang out in for a while and in a great location.
Jordi O.
Évaluation du lieu : 5 St Vicenç dels Horts, Barcelona
Ayer conocí por primera vez este local inducido por varios comentarios recientes que había visto dejándolo muy bien valorado. Pues bien aprovechando que justo hacían partido de Champions fui con un amigo a ver el partido y llegamos a las 7 de la tarde, justo cuando abren, pues bien mi sorpresa es que encontramos sitio en la parte de arriba y de casualidad ya que estaba todo reservado. Lo que te llama la atención al entrar es su original decoración desde las lamparas que iluminan las mesas de la derecha echas con manillares de bicicleta hasta los sombreros de copa que iluminan en la barra, le da un ambiente muy ameno. Tiene dos zonas la de abajo y la de arriba, arriba ideal si sois un grupo más bien grande porque os podéis coger un par de mesas y os queda la parte de arriba casi como si fuera un privado. Llamativo es todo el mobiliario, no hay un sofá igual, distinto uno del otro, ahora bien lo que más me llamo la atención sin duda son sus baños, al menos en el de hombres justo al entrar, en la pared detrás del inodoro veréis como si fuera un espejo, pero no lo es! es una paranoia, da a unas escaleras en las cuales veréis a un montón de figuritas, de dibujos animados, puestas mirando hacia ti… Si, si lo prometo! Al principio cuando lo ves, piensas… Cuantas copas me he tomado, para ver a un montón de enanos mirándome??? jejeje. La verdad que se lo han currado, muy original, si señores! En cuanto a la comida que sirven, bocadillos fríos para los días de partidos, que están ricos y lo típico para picar, patatas chips, olivas y algo más. Para beber si que tienen un buena carta de Gin’s yo probé el de la Rosa del desierto, dulce pero muy bueno. Comentaros también que tanto en la parte de arriba(un Plasma) como abajo(un Proyector) van pasando vídeos de todo tipo. Yo sin duda repetiré me encantó tanto el local como la zona!!!
Sharon A.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Si estás por el Raval y te apetece ir a un local original, acogedor y auténtico, pásate por el Oddland. ¡La decoración es lo más! No te acabas los detalles, y personalmente me encantaron las luces de algunas mesas, ¡eran manillares de bici colgados en la pared! una chulada. Los chicos que lo llevan son un encanto, y tienen un montón de ofertas para consumir que salen muy bien de precio. En la planta superior hay un espacio que puedes reservar si sois unos 15 ó 20 para ver los partidos de fútbol(tienen dos pantallas grandes en el local, donde ponen siempre los partidos del Barça y otros«importantes»). La verdad es que cada vez que voy me gusta más… si paso por allí cerca no puedo evitar entrar :)
Miriam G.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Para mi uno de los mejores bares de Barcelona, muy buena música, un gran trato y unos gin‘s tonics y mojitos increibles. Sin lugar a duda un bar que recomieno para todo el mundo. No podéis pasar por el Raval sin pasar por el Oddland.
Marçal C.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Hace 100 años, en 1911 a la calle Joaquim Costa se la denominaba calle Poniente. Por las noches nadie se atrevía a salir a la calle ya que, entre las sombras, acechaba un monstruo. Hoy en día, la calle Joaquim Costa es una de las más transitadas de Barcelona por la noche, ya que está llena de bares. Entre ellos destaca Oddland, una divertida coctelería, decorada con mucha gracia y muy bien mantenida. Aparte, según el día de la semana que vayas te puedes encontrar proyecciones, dj’s,… Quizás sus los cócteles no son mis favoritos, pero si es un sitio al que ir de vez en cuando ya que está en perpetua renovación para que cada experiencia en Oddland parezca nueva.
Mario T.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Me costó darme cuenta, pero el local está ambientado como si de una isla paradisíaca se tratase. Música alternativa calmada y un ambiente acogedor lo hacen el lugar perfecto para disfrutar con los amigos de una cerveza después de salir de la universidad o el trabajo. Lo que más llama la atención es que, mientras estás en el lavabo, como mínimo en el de hombres, te sientes observado por casi un centenar de figuras de plástico situadas en una escalera que aún tengo que descubrir donde conducía. Es uno de los pocos locales de Joaquin Costa cuya calidad es más que decente y donde uno se puede sentar sin temer aglomeraciones ni tener que trazar un camino entre el gentío para poder ir a pedir a la barra.
Borja B.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Profeso un especial cariño a este bar nocturno, pues es donde acostumbro a tomar algo cada noche de lunes junto con mis compañeros del programa de radio que perpetramos en la emisora del barrio. Desde hace ya casi 4 años, salvo excepciones muy contadas y vacaciones de agosto, aparecemos allí hacia las 12 y poco de la medianoche y saboreamos con una Estrella Galicia –no tienen en cualquier bar– la dulce serenidad de haber acabado satisfactoriamente con un maldito lunes. No hay un motivo muy especial detrás de la elección de este local semana tras semana, supongo que el hombre es un animal de costumbres, si bien es cierto que valoramos la ausencia de agobios que ofrece el Oddland entresemana; las noches de viernes y sábado ya son otra cosa, pues en toda la zona no hay un bar decente que no esté de moderadamente lleno a abarrotado. Mención aparte merece el lavabo de chicos(el de chicas no lo frecuento) con una inquietante ventana que da a una escalera inutilizada(o eso queda pensar) justo enfrente de la mirada de quien orina: una desasosegante falta aparente de intimidad en un momento muy íntimo que, con el tiempo y a la vista de que nunca aparece nadie ni nada por ahí, aprendes a relativizar.