Estoy de acuerdo con las personas que se han sentido decepcionados con este local. No voy a negar que la comida es buena, pero las raciones, el precio i sobretodo el trato de algún camarero nos ha quitado la ilusión y las ganas de mas.
Emilio S.
Évaluation du lieu : 2 Horta-Guinardó, Barcelona
La verdad es que la palabra clave es decepción. Igual no he entendido la propuesta culinaria de este local. Nos llamó la atención desde fuera, con el letrero que nos hizo pensar en otra cosa, en cocina catalana más tradicional. El lugar no es muy grande pero es bastante bonito y con música ambiente agradable y a un volumen bajo, que no molesta. La carta no es muy amplia basada en algo de tapas, cocas, y algo de carne y pescado. Los platos están bien presentados y antes que nada tengo que decir que estaba todo bastante bueno, sobretodo la coca de escalivada con mousse de queso de cabra. Nos chocó pedir una patatas bravas y que nos trajeran un vaso con una especie de puré de patata y encima el ali oli. Estaba original y rico, pero entendemos que si pedimos una tapa de patatas bravas, nos traigan eso, o por lo menos nos comenten como es el plato. Ademas, algo escaso. También pedimos boquerones en vinagre. Nos trajeron 3, literalmente. Y 5,70 euros por tres boquerones, pues que quieres que te diga. Viva el diseño! La coca como he comentado antes era pequeña pero estaba muy sabrosa, fue lo mejor de la cena. Del postre, que era Muffin con helado de violeta, nos llamó la atención que era una simple magdalena(no me extrañaría que de bolsa, o por lo menos lo parecía) con un poco de chocolate en el plato y por encima lo que creímos era crema de manzana y un trozo minúsculo de lo que parecía helado de mango. Todavía no he visto de donde viene el nombre del postre la verdad. A mi no me importa pagar lo que sea necesario, siempre que quede satisfecho por la cantidad servida depende donde vayas, o por la intención de la cocina por la que quieras arriesgar en el restaurante en cuestión. Me molesta a veces la frontera entre lo que está realmente bien y merece pagarse por ello y lo que parece simplemente un quiero y no puedo, o una simple tomadura de pelo.
Consu O.
Évaluation du lieu : 2 Barcelona
Después de un día súper intenso, apetecia una cenita íntima y relajante y al pasar por delante de este local nos pareció una gran elección. El restaurante es pequeñito, bien decorado y con gusto. El personal amable y la comida rica. Pero hay una cosa que no me gusta cuando voy a un sitio y es la sensación de sentirme incomoda por no decir a la camarera que eso no es lo que he pedido cuando me traen un plato y callar por ser diplomática porque el resultado es ser tonta. Me explico, en una carta justita y lo digo como algo positivo ya que consideró que un buen restaurante no dispone de cuatrocientos platos en su carta a menos que los tengan precocinados, no darían a basto. Hay que tener los platos justos para que sea una carta atractiva y el producto fresco y que rote, siempre bajo mi punto de vista, claro. Pues bien, como queríamos algo en plan picoteo y compartir, pedimos unas patatas bravas y unos boquerones. La sorpresa fue mayúscula cuando al rato nos traen tres boquerones, perfectamente presentados pero tres, por casi 6 € de tapa! Y mas sorprendidos nos quedamos cuando el siguiente plato en llegar fueron unas patatas bravas que muestro en la foto para que no lleve a error mi interpretación. La camarera nos pregunta si sabemos como se comen sus patatas bravas, a lo que yo internamente pienso, con un tenedor y pinchando, pues no. Nos presenta un vasito algo mas grande que el de un chupito con un puré y salsa brava encima y en la salsa clavada una patata tipo pringles con sus dos cucharitas de café, de las pequeñitas y nos dice que clavemos la cuchara hasta el fondo del vaso y subamos. Evidentemente la cara de sorpresa fue mayúscula al decirnos que ese vasito eran nuestra tapa de bravas!!! A ver! Qué yo soy a la primera que le gustan estas pijaditas de diseño, pero si vas a un restaurante de diseño y conoces la cocina ya sabes lo que vas a comer al pedirlo pero que me traigan eso, en un restaurante de barrio y que al pedirlo no te comenten en que consiste no me parece bien. Entiendo que cuando un plato ni por asomo se parece a lo que se anuncia, debe venir con una nota aclaratoria por parte del camarero para que luego no vengan las sorpresas. Nosotros por educación nos callamos y nos lo comimos siguiendo las instrucciones de uso, pero esa no es la cuestión, otra persona no tan tolerante probablemente habría devuelto la tapa. El postre fue una muffin con chocolate y helado de mango con trocitos de manzana, creo, aunque el nombre que lo definía indicaba algo de violeta que no llegamos a ver en ningún momento. Sinceramente en esta ocasión no me siento nada satisfecha con la visita a este restaurante y no creo que vuelva y reconozco que tengo un sentimiento encontrado porque lo que comí estaba rico, me falta nombrar una coca con una mousse de queso que fue lo más memorable de la cena, estaba buenísima. Restaurante con una carta clásica y cocina de diseño. Las patatas bravas, son patatas bravas no puré con salsa brava en un vasito y si esa es la tapa, no se le puede poner ese nombre porque lleva a engaño.
Adrià S.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Un restaurant molt interessant. Unes bones tapes i bona presentació. L’inconvenient és la mida de les racions o el seu preu… Per quedar tip n’has de menjar bastantes i fa que surti car. Però estan boníssimes. Recomano els seitons o la torrada de sardines!
Elena Y.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Sencillamente… IMPRESIONANTE!!! Hacía tiempo que no cenábamos tan bien. La presentación es excelente y el sabor mas que excelente. Si duda alguna lo recomiendo a todos.
Maria F.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
M’agrada molt aquest lloc i la cuina que fa. No li done cinc estrelles perquè m’agradaria que les racions fossin més grans. Restaurant de tapes o platillos: braves diferents i, he de dir, les millors que he provat mai; coca d’albergínia boníssima, caneló de bacallà espectacular, trinxat del bó i un pop a la brassa tan deliciòs que la ració se’ m va fer massa curta. De postre pastís d’Eva i degustació de formatges. Vi Més que paraules. Hem sortit a 20 € per cap.
Surf W.
Évaluation du lieu : 4 Hallandale, FL
Great little place in the Sants district Location score: 4.5. Short walking distance from Sants Station. On a side street off of Passeig de Antoni Service Score 3.5 Sadly its a wee bit slow but the food is worth it. One very helpful lady trying to keep all the balls up in the air. Looks family run but not sure Food Score: 5.0. Great flavors and interesting presentations. Fun preparation of Patatas Bravas. Value: Not sure yet because I need to forage more. Total score: 4.3 stars
Elizabeth G.
Évaluation du lieu : 5 Brooklyn, NY
Had a phenomenal dinner here on our trip to Barcelona last month. My Spanish is terrible and my Catalan is worse, so the English-speaking chef popped out of the kitchen to help my husband and I order.(They DO have an English menu, but the super nice server couldn’t answer my questions.) The chef was super nice and helpful– he recommended the Fideua, which I’d never heard of, and it was a real highlight. For anyone unfamiliar with this dish, I highly recommend. It’s like paella’s unfamiliar(to most Americans) cousin: a shellfish dish served over little vermicelli noodles and topped with a garlic aioli. The one here was to die for. So were the reimagined papas bravas, served as a mousse in a glass(yup, really). This was some really thoughtful cuisine in an unassuming spot in an unassuming neighborhood for a super good value. Highly recommended!
Inés M.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Si sois de los que os gusta descubrir pequeños bares o restaurantes de buena relación calidad-precio, el Pan & Oli os gustará. Os gustará especialmente si sois fans de la cocina tradicional catalana o mediterránea con un toque moderno. Si vais, tenéis que probar las patatas bravas sí o sí. Son más bien una deconstrucción de patatas bravas. Se sirven en un vaso y la patata es prácticamente un puré. Es una textura sedosa pero con tropezones de patata. Esto queda coronado por la salsa de patatas bravas que es más bien una emulsión con abundante pimentón de la Vera. Delicioso. El sabor de esta emulsión recuerda al sabor de la chistorra. Os recomiendo también el canelón rústico. Está hecho con carne de cocido muy sabrosa y está bañado con una salsa de piquillo que le da un toque especial. Una de las tapas más alabadas de la noche fue el cochinillo al horno, que, por cierto, estaba fuera de carta. Era la especialidad del día. Se sirve deshuesado y acompañado por unos cubitos de jalea de manzana y martini. La carne estaba muy tierna y la grasa le daba ese punto crujiente que tanto les gusta a los amantes del cochinillo asado. A mí los dos platos que más me gustaron fueron la coca de escalivada con mousse de queso de cabra y el tataki de atún. El atún era de buenísima calidad y se servía con una emulsión de aguacate y limón. La presentación estaba muy cuidada y el sabor ni te cuento. El punto cítrico que le aporta la emulsión a este plato es lo que hizo que me enganchara. Probamos todos los postres, a mí los que más me gustaron fueron el bombón de chocolate porque soy una fanática de la nutella y el «Pan & Oli con chocolate». Es su sencillez lo que más gusta de este postre y por supuesto el toque de salado que aporta el aceite y la pizca de sal Maldón que le ponen al chocolate negro. Otro postre que también me gustó mucho fue la tarta de Eva(la dueña). Era una tarta a base de bizcocho de chocolate especiado acompañado de un sorbete. Un postre un pelín más tradicional que te teletransporta a la infancia, a los bizcochos caseros de la abuela. Os recomiendo este restaurante porque a los dueños les encanta lo que hacen y eso se nota. Además puedes almorzar impresionantemente bien por 12 € o hacer una cenita gourmet«con todo» por 20 €.
Marco A.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Situado en el barrio de Sants, lo considero un diamanté en bruto… Es un restaurante pequeño, de apenas 10 mesas. La cara del restaurante es Eva, una mujer encantadora, que siempre sabrá aconsejarte en los platos, vinos y demás. Pero lo que más sorprende del restaurante es su cocina, una variedad de comida moderna«fusión» y comida más tradicional. No puedo más que decir que tienen las que hasta ahora son para mí las mejores bravas que he probado en toda barcelona, son originales y con un sabor único y maravilloso. Además tienen una carta reducida pero muy bien seleccionada, donde cada plato que elijas, te dejará con muy buen sabor de boca. Cuidan mucho la presentación de los platos y los que amamos la cocina y hemos trabajado en ello, agradecemos y vemos el esfuerzo en el detalle y la presentación de cada plato. Además he de decir que no es especialmente caro, pues tienen desde un menu de mediodía por 12 €, muy muy recomendable, como si vas de cena con amigos o tu pareja, os puede salir por unos 20 € cada uno. Os lo recomiendo 100%