I have spent a week in a hostel just next door to this place, so I used to see it every day when getting in or out. Caught because I like piadina, and partly also because of the name(Cicciolina was a Hungarian porn star, very popular in Italy), I decided to give it a try. All around are photos and newspaper articles about Italian celebrities: a lot of Sophia Loren, Raffaella Carrà, and obviously Cicciolina. Food-wise, there’s a full menu of piadinas, or you can choose your personal one selecting the ingredients from a list. Quality is good, and it’s not easy to find a well done piadina out of Italy. The staff is friendly, and we have been chatting all the time while I was there, being the place pretty small. I returned a couple of times to enjoy a good piadina during my stay, and I look forward to returning again on my next trip to Barcelona.
Enara S.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Después de un duro día de playa, cansados por estar tantas horas bajo el sol, empezamos a dar una vuelta por el puerto, cuando el estomago empezó a pedirnos algo de comida por toda la energía consumida, y como por arte de magia aparecimos delante de La Cicciolina. Las piadinas son un remedio perfecto para el gusanillo de media tarde, y en este local los hacen riquísimos. Siempre están hay como un salvavidas, da igual la hora que sea.
Laura C.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Que gran descubrimiento las piadinas!!! Recién llegada a Barcelona, un amigo me llevó a este mini local. Seguramente te preguntarás como que no conocía las piadinas. Pues por aquel entonces en Lleida no había nada de piadinas ni piadonos. Comidita rica y bien barata. En este local te la pides y te la comes sentado en un taburete en la barra o te lo llevas y te lo comes en el parque si hace buen tiempo. Muy cerca de aquí hay un parquecito frente al mar, con césped y a menudo música en directo de lo más apetecible. Que ya es primavera!!! Me encanta definir las piadinas como los shawarmas italianos. Rúcula, tomate, champis, jamón york… oh! Un buen recurso para comer sano gastando poco.
Elena S.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Siempre en plan«italianos que conquistan Barcelona» no podemos olvidarnos de Piadina Cicciolina y de sus, justamente, piadinas! El nombre me hace reir: será por el personaje femenino muy kitsch a quien se refiere, será para el hecho de acostarlo con una comida, será que recuerda perfectamente el espirito burlesco de Emilia Romagna, región de Italia, patria de la piadina(romagnola). El lugar es pequeñito, está abierto hasta tarde y prepara unas piadinas exquisitas que puedes rellenar con un montón de ingredientes, tantos salados como dulces. Ofrece también más platos de comida italiana, tipo pasta, y postres, con el inevitable tiramisú. Todo es muy barato y muy bueno. Siempre hay mucha gente. Que más se puede decir… si estáis por la zona, andiamo a probar las piadinas!
Gisela B.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
No todo el mundo conoce las piadinas italianas. Yo no las conocía hasta que un día, paseando con hambre y prisa por la calle Ample, entré en la Piadina Cicciolina y la probé. ¿Qué son? Pues lo que he dicho. Una especialidad italiana no tan conocida internacionalmente como la pizza pero tan rica como ésta y mucho más barata. Después de ese día, he vuelto varis veces y sí… También tienen otros platos italianos a muy buen precio y postres deliciosos entre los que, naturalmente, no falta el tiramisú. ¡Yuhu! En cuanto al espacio… ¿Cómo lo definiría? ¿Cicciolinenco? ¡Pues eso! Una decoración entre kitsch y gótica, sencilla y agradable, presidida por la múltilpes fotografías de esa femme fatal. En todo caso, un sitio agradable. Sin pretenciones y agradable. No en vano se alarga como bar hasta las 2.00 h de la mañana con un continuo ir y venir de gente.
Julián S.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Mis amigos y yo hemos bautizado por unanimidad como«Little Italy» este sector del barrio gótico debido a la gran afluencia de bares y restaurantes de comida italiana, que en la mayoría de los casos también están atendidos por gente de ese país. Y esa noche era«italian night» así que deambulamos por allí a la caza de la mejor opción. Lo primero que me llamó la atención fueron esas luces violetas que cuelgan junto a la puerta. Y al echar un vistazo adentro quedé absorto en el mural con recortes de viejas glorias itálicas del cine, la televisión y el mundo del espectáculo. Lo curioso fue comprobar que entre mordisco y mordisco gran parte de los clientes observaba y comentaba las fotos que allí se desplegaban. Historias por doquier, recuerdos felices, escándalos internacionales, de todo salió a flote. Y cuando nos quisimos dar cuenta ya teníamos que dejar el local, con una deliciosa cena en nuestro estómago y con la sensación de que ese lugar no había interrumpido nuestra noche de fiesta, sino la había acompañado con total naturaleza.