Pivobar

Sí que me ha gustado el Pivobar. Descubrir que por un precio estupendo puedo beberme una enorme jarra de esa riquísima cerveza checa es una de las cosas más valiosas que mis amigos de Barcelona me han regalado.
Sin embargo pienso que el sitio necesita con urgencia mejorar su sistema de ventilación, ya que entre la freidora y los olores propios de un bar, el ambiente era demasiado denso para mi gusto. También mejoraría un poco la iluminación, pero supongo que esa penumbra es parte del encanto del lugar.

El lugar de las cervezas checas. Un checo pequeñito pero que mantiene su estilo sobre todo cervecero. Tienen cervezas típicas de republica checa como es el caso de la Pilsner Urqueell, gustosa y con mucho sabor.
Si lo que quieres es llenar la barriga y cenar, recomiendo pedir el queso frito. Es un plato típico checo, se basa en el rebozado de un queso conocido de la zona. Este plato ronda los 5 € y es perfecto para acompañar con tu birra, además viene junto con una buena ensaladilla rusa. Otro de los platos que puedes pedir es el queso marinado, quizás este es un plato diferente a la comida a la que nosotros estamos acostumbrados.
Lo que más me gusto sin duda la atención de la camarera y su precio, para ser cerveza importada los precios son altamente recomendables (hablamos de 2 € por cerveza).
Una pena que no haya un «Pivo bar» a la salida de mi trabajo…

Pequeño bar checo donde puedes tomarte tres diferentes tipos de cervezas de barril, por un precio muy asequible, el vaso pequeño, que no es tan pequeño, por 2 € y el tamaño grande por 3,50 €. Los tiradores constan dos de cerveza rubia una con un sabor más intenso y menos graduación y la otra con un sabor algo más suave pero de mayor graduación de alcohol, por último el tercer tirador es de cerveza negra con sabor suave muy bueno también. También ofrece productos checos para tapear, como su queso frito, que es un rebozado con queso suave por dentro que está delicioso y también ofrece chorizo muy bueno entre otras. Todo muy casero, en un lugar acogedor con una chica muy amable que te atenderá en todo lo que necesites y con precios muy competitivos.

Un pequeñísimo bar checo, aunque a decir verdad, el tamaño físico no importa, pues me fui con la sensación de haber pasado la tarde en un bar muy grande.
El sitio es mega-​acogedor, apenas tiene 4 mesas y algo de sitio en la barra, la iluminación es muy tenue y sirven deliciosas cervezas checas de diferentes tamaños a muy buenos precios; me quedé con las ganas de probar la cerveza negra que tienen, la «Master», ya que mis compis me dijeron que estaba increíble. También me pedí una especie de cola checa, que se llama «Kofola», pero no me acabó de gustar, mucho gusto a jarabe quizás… yo, donde esté mi Coca-​cola que se quite cualquier Kofola…
Para picar pedimos queso frito (muy rico, fue lo que más me gustó), una tapa de queso marinado y una especie de chorizo checo (era como una salchicha), todo casero y preparado por una amable camarera checa (tenía pinta de ser la propietaria) que nos atendió estupendamente y nos explicó en qué consistían los platos (me quedé con ganas de probar las albóndigas checas, próximo día me las pido).
No apto para claustrofóbicos, eso sí, el sitio mola mucho.

Lo cierto es que la cerveza — muy buena! ¡El ambientillo con las velitas — más que fantástico! ;)) La ensalada de patata, auténticamente checa. ¡Abstenerse muy mucho gente con aversión a la cebolla, por ejemplo! El queso frito más que rico.
¡Pero la llorera que nos dio a los 2 que habíamos quedado, cuando la camarera se pasó un poco friendo la 5ª tanda de queso, también fue muy auténtica! Tanto que decidimos salir pitando de ahí.
Vamos, que el lugar está muy bien, igual que la cerveza y todo lo que tiene de picar. Pero si por un poco de aceite quemado, casi nos ahogamos, no quiero ni pensar qué pasa si un finde a alguien de la asistencia le canta un pelín el ala. ;))

Cervezas checas, comida para picar (y para que puedas seguir tomando mas cervezas) personal muy atento y amable.
En contra sólo diré que es pequeño y si es un viernes por la noche es posible que no haya sitio. De resto, es el mi bar favorito del barrio en el que vivo :)

Castellano: El bar es súper pequeño, pero las grandes cosas vienen en paquetes pequeños. La gente es maravillosa, el personal del bar es muy amable y la comida casera tradicional checa es delicioso. Los precios son muy razonables. No puedes hacer mal con PIVOBAR!
English: The bar is SUPER SMALL, but great things come in small packages. The people there are wonderful, the bar staff are so friendly and the traditional homemade Czech food is delicious. The prices are very reasonable. You can’t go wrong with PIVOBAR!

Si alguna vez has estado en la República Checa, probablemente te has enamorado (aparte de las chicas) de las cervezas locales. Pues en el Pivobar puedes saborearlas sin hacer el viaje y lo mejor de todo, al mismo precio de las cañas comunes y corrientes que sirven en los baretos de Barcelona que no son tan buenas. Obviamente están las clásicas «pivos» o cervezas rubias pero también una negra fuerte que se llama Master que está buenísima.
Además el ambiente y la decoración te transportarán directamente a las tierras bohemias, todo está lleno de carteles, banderitas, mapas y demás cosas alusivas a la la República Checa y a Eslovaquia y hasta la música y los videos que ponen en las pantallas son de por esas tierras. También sirven tapas y platos típicos como las salchichas y los clásicos encurtidos.
Creo que encontrado mi nuevo bar favorito cercano a casa…

Un pequeño bar checo en mitad de Barcelona que es el sitio perfecto para tomarte unas deliciosas cervezas con amigos. Dos mesas y una barra, pero suficiente para albergar las variedades más populares de cervezas de la República Checa. De hecho quien prefiera los pubs irlandeses por sus cervezas no sabe lo que se está perdiendo, además aquí hay cierta variedad de platos y snacks típicos de dicho país. Los precios no son los de allí pero las jarras cuestan lo mismo que en cualquier otro bar, con la diferencia de que lo que estás bebiendo es infinítamente mejor que la estrella de barril.
El aficionado a la buena cerveza debería estar de enhorabuena.