Cada vez lo tengo más claro: la vida me da pistas constantemente, sólo que yo no me entero. Si me fijara, evitaría decepciones. Como lo del otro jueves, que fui a comer al Papeleo contentísima porque me encantan los italianos(los restaurantes, claro). Primera pista: la memoria es selectiva. Y es por algo. Mis compañeros me recordaron que ya habíamos ido otra vez, pero mi recuerdo era vago. No le di importancia y me entusiasmé con la opción pasta de la carta… Segunda pista: había platos que no tenían nada de italianos. Pero yo, ni los vi… Yo, a la mío: ¿fusili tres quesos o macarrones pomodoro? Si los macarrones son buenos, son lo más. De hecho, son la prueba del algodón de cualquier restaurante italiano. Por los pomodoro sabrás su calidad y su autenticidad. Le hago un test a la camarera. Como sé que me dirá que son buenos, le pregunto si son buenos o son buenísimos. Me contesta que ella los come día sí y día no por variar, que si no, los comería cada día. Me convence la respuesta. Tercera pista, en el hilo musical suena«no me llames iluso, porque tenga una ilusión».(¡No era una tarantela!) Llegan los macarrones. ¡Dios! ¡Los macarrones pomodoro jamás deben nadar en la salsa! Tengo una decepción enorme por la vista. Pero les doy una segunda oportunidad con el gusto. Y no, no es kétchup, pero dejan mucho que desear. Total, nada del otro jueves… Pero es mi culpa. Demasiadas expectativas. Si hubiera estado atenta a las pistas, me hubiera dado cuenta de que eran la crónica de una decepción anunciada.
Marçal C.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Un clásico de la zona. Cuando todavía no habían proliferado los restaurantes italianos pizzería en Barcelona ya solía frecuentar este local decorado a la siciliana. Su punto fuerte son las pizzas, de masa muy fina e ingredientes frescos. En los últimos tiempos han renovado la cocina y ya no hacen las pizzas en horno de leña, pero siguen estando muy bien hechas. Te las puedes comer allí o llevártelas a casa si no te apetece cocinar(o cómo era mi caso, si mi madre salía y me quedaba sólo con mi padre). Quizás el resto de la comida no está al nivel de las pizzas, pero sólo por probarlas ya vale la pena acercarse.