Silvia te ofrece depilarte a un precio económico. Silvia ha trasformado una antigua tienda de ropa en un centro de estética con dos habitaciones pequeñas separadas por apenas una puertecita. Pero los precios son bastante económicos y te sorprende la amabilidad y buen rollo de Silvia. Silvia hace que ese sufrimiento que tenemos depilándonos se convierta en placer y tranquilidad. Si os digo que casi me dormí en plena depilación, no os miento. Todo hay que decirlo, el hilo ambiental y un cierto olor a herboristería ayudó a ello. También hace masajes y vende productos naturales como cremas. Tened en cuenta que el local no se identifica con el nombre de Silvia, antes debía ser una tienda de ropa, por lo que aparece en su tendal.