Buen lugar para pararse a desayunar un café con tarta(tienen una buena variedad de pastelería, probad los brownies!), o comer un bocadillo con un refresco. Ya antes era una cafetería, pero el local ha sido totalmente remodelado y abierto con otro estilo, pero conservando el tipo de producto. Una gran ventana te permite tener vistas a la Via Laietana, lo sé, no es la calle más romántica de la ciudad, pero me gusta que los lugares tengan luz natural y se pueda ver el exterior. Sólo entrar te encuentras con el mostrador repleto de bocadillos, sandwiches, pastas, pasteles, croquetas… Y en el interior hay un montón de mesas para sentarse, algo que me gusta es que suelen tener el periódico! Las chicas que te atienden son muy amables, y como acaban de abrir, tienen bastantes promociones.