Roig Robí

Some plates hit; some missed. Best thing I had was probably the spinach-​based amuse bouche. The meat plates weren’t particularly flavorful. The orange and coconut desert was a little heavy on bitterness. Good service.

Of all the standout restaurants in Barcelona, on this trip Roig Robi stood out the most! The food, the wine, the ambiance, the décor, the service — everything was as close to perfect as it gets. In fact, after eating here the first night, we canceled our other reservations because we could not bear the thought of it being a «one night only» event. As others have said, the risotto was the best you could possibly imagine — similarly, the mushroom soup, mixed salad (!) and Crema Catalan. Even the bread and olive oil were amazing! As for attention to details, Guiellermo was the embodiment of outstanding customer service — the second night he remembered all of our preferences without even having to ask. He could not have been more competent or engaging. We keep a list of restaurants to re-​visit in our travels — this one shot to the top for our next trip to Spain.

Walked in at 13:30 when they opened for lunch and were led to a very nice secluded table. Outdoor patio seating was reserved so if you need open air call ahead. Service was exemplary and our dishes ranging from grilled octopus hummus, sea cucumber risotto and the RR hake were excellent. Go here if you want to be pampered!

Seriously, seriously good food.
The risotto with truffles is definitely the best risotto I’ve ever had and among the best food I’ve ever tasted.
The service is excellent as well. Definitely a highlight of our trip to Barcelona.

Este restaurante no es bueno, es excepcional, magnifico y con un ambiente y decoración de gran gusto y nivel.
Su cocina a la altura de los mejores y su arroz con espaldeñas inmejorable.
La carta toda ella es una tentación y para colmar él vaso un jardín interior donde la sobremesa es un auténtico placer.
Todo está pensado la separación entre mesas el ruido ambiental inapreciables y la atención exquisita.
Aparte del arroz que he mencionado no se me ocurre que recomendar mas porque todo es muy bueno, así que pedir sin miedo.
PD: El precio carísimo, pero la calidad no es nunca barata.

Las deseadas vacaciones están a la vuelta de la esquina y para poder darle la Bienvenida nada mejor que una cena en el mítico Roig Robi. A la cena acudieron mi hermano mayor, mis padres y mi querida mujer. Contra todo pronóstico no hubo discusión en la elección del restaurante, difícil si entre los nombres aparece el mencionado.
A las nueve y con puntualidad británica nos encontramos en la puerta del restaurante. Mesa reservada en su preciosa y acogedora terraza. Sobria pero muy bien pensada. El Roig Robí es muy elegante Eliminando lo superfluo y sólo exponiendo lo justo, en este caso nos encontramos con un ejemplo de menos es más. Una decoración sencilla pero con clase, jugando muy bien con la tonalidad de las luces consiguiendo por tanto mucha calidez en todos sus rincones. Se nota que se está en un restaurante de nivel, donde todos los detalles están cuidados al máximo. Precioso el detalle de exponer al público la bodega gracias a una enorme vitrina donde el cliente puede recrearse antes de acomodarse en su mesa.
Ya sentados en una mesa redonda y disfrutando de la terraza, pedimos unos copas de cava para poder observar la carta con detenimiento. Desgraciadamente y ante sorpresa de todos el cava no estaba a la altura del nombre del restaurante. Un cava, aunque sea de la casa, tiene que estar siempre acorde al nivel gastronómico que ofreces. No obstante es cava de la casa y debería ser más que notable. Carta sencilla y con pocos platos. Sección de pica pica, entrantes, arroces, pescados y carnes. Disponen de medias raciones y los arroces se pueden pedir individualmente. Mientras decidíamos nos ofrecieron un aperitivo de la casa, una excelente crema de verduras acompaña de una tostada con brie.
Finalmente nos decantamos por unos platos para compartir y luego un segundo cada uno. Aconteció lo siguiente:
Excelentes croquetas de pollo y jamón, una maravilla, de diez, textura y sabor, melosas, de las mejores que he probado.
Buñuelos de bacalao, quizá los mejores que he probado, un rebozado perfecto y de sabor celestial. En dura pugna con los del Windsor. Una grata sorpresa.
Ración de jamón ibérico de bellota. Decepción de la noche. Pedimos el jamón en contra de mi criterio de evitar pedir jamón en restaurantes, teniendo en cuenta que uno siempre se lo puede comprar a lonchas. Mal cortado, falto de sabor, muy pobre. No quiero apreciado lector que me mal interprete, el jamón era bueno, pero no para costar 22 euros, y no cabe duda que hay jamones mucho mejores. Un restaurante de ese nivel no debe servir ese jamón.
Berenjenas rebozadas, bien, correctas, sin más.
Filetes de anchoa con pan tomate. Impresionantes, carnosas y grandes, del cantábrico. Esa anchoa no necesita ser acompañada por pan.
Como platos principales y que pude probarlos aparecieron por la mesa los siguientes:
Un excelente arroz negro, con sepia, gambitas y alcachofas, una maravilla, sabor, cocción, materia primera, de diez.
Rodaballo a la plancha con ajo blanco. Muy bueno, fresco y perfectamente bien cocinado.
Una lubina con coca fina de cebolla y confitura de tomate, al igual que el rodaballo, muy buena.
Y un servidor, este es el plato con el que con más criterio puedo hablar, un excelente Steak Tartare. Música celestial sonaba cuando el plato llegó a la mesa y un silenció en mi interior cuando lo probé. Un silencio de respeto y agradecimiento al chef. Steak Tartare de diez, perfecto, la combinación de las salsas magnífica, haciendo posible que se distinguiesen bien los sabores. Textura agradable. Meloso y suave. Acompañado por unas buenas patatas fritas aunque mejorables y por unas tostaditas. Entra directo en el top cinco de Steak Tartare de Barcelona.
Lo bañamos todo con un José Pariente, Verdejo 2.013, elegante, goloso y untuoso, para acompañar los entrantes, y por un Camins del Priorat 2.012, el vino más joven de Álvaro Palacios, ocho meses en barrica, suave, fino, un vino ideal para el verano. Siempre que este conservado en nevera.
Cinco cafés, dos pacharanes Baines Etiqueta Oro y dos copas de orujo.
Precio: 80 euros por comensal.
Restaurante a tener en cuenta siempre. Para momentos especiales. Por la noche es muy romántico. Su interior también está muy cuidado. Es un restaurante caro, quizá algo excesivo. No obstante tanto la calidad del producto como del servicio es acorde a lo que uno espera cuando va a un restaurante de esas características.
Con nuestros estómagos felices y satisfechos nos retiramos. Mi querida mujer y un servidor hicimos en casa un mini gin tonic de Seagrams con tónica Schweppes, amenizado por el elegante jazz de Chick Korea.
Señoras y señores, no lo duden, a la que tengan ocasión vayan al Roig Robí, disfrutarán seguro.

Había leído varias reseñas en prensa sobre este restaurante, era uno de los que hasta ahora, formaba parte de la lista de pendientes desde hace tiempo. Tenía especial interés por todo lo que había leído sobre su cocina, su ambiente y su servicio y lo seguía por su newsletter en el que me iba informando sobre sus menús de temporada. Por fin he podido ir a visitarlo.
Un restaurante donde encontraremos una cocina típica catalana de nivel con toques de innovación que la actualizan y enriquecen sin perder la esencia del plato original. Llevan ya más de 30 años con sus puertas abiertas, escogiendo la materia prima más delicada para la elaboración de sus cartas. De cada lugar, lo mejor, elaborando así menús especiales de temporada con garantía de buenos resultados.
Nos adentramos en un local muy local cuidado, elegante en la decoración con tonos ocre predominantes, iluminado de forma indirecta, con lámparas de pared y pie, y con un patio exterior exquisito con luz más tenue que nos adentra en un ambiente distendido que invita a hacer de la comida un momento de regocijo para el resto de sentidos además de los protagonistas: el gusto y el olfato.
Fuimos aprovechando uno de sus menús de temporada llamado D30, se ofrecen para elegir 6 primeros, 5 segundos y 3 postres de elaboración propia.
Antes de entrar al menú, mientras que nos servían la comanda, era de esperar en este restaurante el detalle del aperitivo en este caso, fuimos obsequiados con un chupito de vichyssoise (curioso origen de esta crema) acompañado con una minipizza muy ligera, con masa de hojaldre. La carta de vinos era muy extensa y variada, todos buenos vinos, pero nosotros continuamos en la línea del vino blanco. En esta ocasión, nos decantamos por un D.O.Rias Baixas: Fillaboa: un vino afrutado y fresco, suave y ligero de beber.
Después de los aperitivos nos preparan ya la mesa a la espera de los platos del menú, sirviéndonos unas rodajas de un sabroso pan, aceite oliva y sal maldon para aderezarlo. Pocas cosas hay tan simples y tan buenísimas como un buen trozo de pan con aceite y sal.
Entre los entrantes, ya estudiados previamente para ir preparando el paladar, elegimos lo que nos pareció más atractivo por la combinación de sabores. Empezaremos por un seductor Hummus (ojo, con confundir con humus!) con pulpo. La combinación me pareció muy atractiva, por sabor y por textura. Una cama de esa crema de garbanzos, suave de sabor, sostenía las rodajas de pulpo exquisito y tierno, pero no en exceso para no perder la textura caracterítisca. Sólo a la vista ya resultaba tentador para hincar el tenedor.
Y al hacerlo, el aceite y el pimentón del pulpo aderezaban el hummus que le servían a su vez de aliño, sin recargarlo ni resultar aceitoso. Delicioso.
Otro entrante que compartimos fue una terrina de pies de cerdo con vinagreta de lentejas. Los pies de cerdo, como un fiambre, bien cortados y unidos por su gelatina estaban condimentados con unas lentejas frías que casaban a la perfección.
Empezaremos por un seductor Hummus con pulpo. La combinación me pareció muy atractiva, por sabor y por textura. Una cama de esa crema de garbanzos, suave de sabor, sostenía las rodajas de pulpo exquisito y tierno, pero no en exceso para no perder la textura caracterítisca. Sólo a la vista ya resultaba tentador para hincar el tenedor. Otro entrante que compartimos fue una terrina de pies de cerdo con vinagreta de lentejas. Los pies de cerdo, como un fiambre, bien cortados y unidos por su gelatina estaban condimentados con unas lentejas frías que casaban a la perfección. Los dos principales fueron de pescado La merluza Roig Robí, se encontraba escondida entre un nido de calabacín crujiente que la cubría. Un plato fino y vistoso compuesto por una porción de merluza descansada en una salsa de tomate, servido con esmero y cuidado Cazuela de cola rape y langostinos fue el otro plato saboreado. Una cola de rape de carne tersa y dos buenos langostinos componían este guiso típico marinero. La frescura de los productos, tanto de este plato como del anterior se notaba en la consistencia. De postre los buñuelos de crema dos unidades grandes, dorados en su punto, rellenos de una crema pastelera exacta: ni tan líquida como para que se desmontara el buñuelo ni tan compacta como para poder dejarla de llamar crema. Estaban espolvoreados con azúcar glass, pero no resultaban ni excesivamente dulces ni aceitosos, y la crema de yogur con sorbete de albaricoque Un cremoso yogur sin ápice de acidez envolvía el sorbete de albaricoque, bañado con un suave sirope hacía de este postre una delicia magnífica para redondear el menú. Muy refrescante y ligero, saciaba la necesidad de ese punto dulce que cierra la comida.

Very nice restaurant with excellent service and great wine selection. Beautiful private patio in the back which makes a great setting for a romantic dinner. My appetizer — tomato salad with anchovies was excellent. The main dish — cod in three flavors — way too salty, thus, four stars. My friends ordered duck which looked and tasted much better. Should order it next time.

If you are up for highly refined Spanish cousin in town then you have come to the right place. My girlfriend and I have arrived this place totally under dressed not knowing this place was so seemingly up class restaurant. We went in anyway, just try to embarrass ourselves; what do you know? It turned out to be a culinary experience. They have eye dieseling menu but we ordered paella since we really are at beginners level of Spanish cuisine. It was brilliantly done. Rice cooked to perfection but fully infused with beautiful aroma of the prawns and saffron in the paella. A tad salty to accompany the wine the waiter could recommend if requested. Nothing else was in it but it is the beauty of such a simple version of this traditional Spanish dish. Be prepared to pay for the exquisite food as well as the exceptional service.
In our honest opinion it is well worth it.
It would defiantly help if you dress up for it especially if you can’t deal with the embarrassment standing out from the rest of the dinners in a bad way which I barely survived from.

Roig Robí restaurant amb jardí o así dicen ellos. Restaurante muy bueno, muy bonito y nada barato. Lo lleva una familia catalana y tiene éxito entre la clase acomodada catalana.
Los días festivos los Mercedes se amontonan en su puerta y su encargado los recibe siempre por el nombre, ya que además la clientela suele ser fija. A mí también, pero porque he sido la vecina de enfrente durante tres años. He probado el vino, porque Xavi me ha regalado alguna botella de vez en cuando, también utilizo aún sus cajas de madera con viñedos grabados para guardar mis trastos.
Cuidan el producto que dan y el vino y el jardían, que es precioso. Si lo que necesitas es soreprender con una ocasión muy especial este es el sitio, además está en una calle muy tranquila, peatonal, así que la llegada ya prepara el lugar.

Aquí solo voy cuando mis padres vienen de Sevilla y me quieren invitar a comer como ellos dicen «en condiciones».
Es uno de esos restaurantes súper pijos que solo por mirar ya te cobran y que realmente si no me invitaran dudo que pudiera gastarme tal cantidad de dinero en un plato.
Reconozco que el local es pijísimo y más su ambiente, pero que es a la vez guapísimo!!! tiene una terraza-​jardín interior todo bonito decorado, que parece un oasis en medio de Barcelona.
A veces hemos pedido el menú degustación por 65 € por cabeza y claro, como no va a estar bueno, con lo que vale!!!
La comida es tradicional catalana con productos de temporada por eso su carta va cambiando.

Restaurante situado en Barcelona.
Su cocina es de lo más tradicional y de buena calidad con toques creativos y modernos. Recomiendo un postre muy bueno: pastel de manzana con helado de vainilla.
Buenos vinos.
El precio es bastante elevado pero la verdad que para ocasiones especiales vale la pena.
El servicio es muy amable, nos atendieron en todo momentos muy bien y con mucha rapidez.

Roig Robi makes for an exceptionally classy dining experience. I’ve eaten there twice, for lunch, as this makes it more affordable. The first time, I had melt-​in-​the mouth, almost too rich to finish foie gras (which was a first for me), followed by quite easily the best sole I’ve ever tasted. The sole was done in baby fillets, coated in light and fluffy batter plus the bones deep fried in the same batter (edible and crunchily delicious!). The service and ambience were spot-​on and the sommelier recommended wine that complemented the meal to perfection. The second time, my dining partner and I sat in the garden and the fine dining had the added bonus of being a sun-​kissed experience. Oh, and the lunch sitting starts late, we were amongst the first there and our table was booked for two pm. Definitely worth a visit for a special occasion!