Soda Bus

Restaurante con menús semanales, por 11.90 euros y una excelente calidad. Desde humus hasta albóndigas de atún. Ambientado con objetos vintage, cámaras antiguas, objetos años 70, clicks de Playmobil etc… la música ambiental para disfrutarlo con tranquilidad antes de seguir con la. Rutina, jazz, clásicos como las tranquilas de Janis Joplin o Frank Sinatra… Mi mesa preferida, es la que se encuentra dentro de una caravana que hay en el local. El trato exquisito… un lugar ideal para comer platos bien elaborados de forma casera. Por la noche en el local adyacente, bar de copas. La barra es el frontal de un bus londinense. Recomendable

Es un sitio céntrico en el que hacen buenas hamburguesas a un buen precio. De los que íbamos pedimos hamburguesas y yo un sándwich de salmón que estaba buenisimo.
Para rematar la noche tienen unos cócteles tamaño picapiedra, ya me entendéis ¿no? De esos que tú solo no te lo puedes acabar ni de coña.
Además la decoración del sitio es muy curiosa. Os recominedo ir y comprobarlo vosotros mismos. La ubicación es perfecta si luego queréis seguir la noche por aribau.

Nos ha gustado mucho ir y pasar ahi un agradable rato entre amigos en un ambiente divertido y con buenas bebidas!
Hemos pedido un Super Melon, un Yumy Sandia y un Tequila sunrise y los tres estaban fenomenal. Cada uno 8 €!
Buen sitio para ir de tanto en cuanto!

Fuimos a cenar después de haber pasado por delante un millón de veces y resultó ser un sitio muy bueno.
Pedimos un par de hamburguesas: una «Pink Floyd» (ternera… con bacon crujiente y crema de mostaza dijon) y una «David Bowie» (pollo rebozado …, con cebolla caramelizada), aguas y de postre cheesecake (no es el típico americano) y un café. Todo por unos 26 €. Unos 13 € por persona.
Las hamburguesas vienen acompañadas de patatas fritas, que me sorprendieron de lo buenas que eran. Normalmente soy más de carne que no de las patatas, pero estaban muy buenas. El pan de las hamburguesas era ligeramente crujiente y le daba un plus.
El lugar está decorado de una forma muy especial y el trato de los camareros fue correcto. Fuimos un viernes a eso de las 21.30 y había bastante sitio libre.
Para la próxima probaré alguno de los cócteles que he visto por las reseñas que tienen muy buena pinta.
Como única queja, diría que el sitio está poco iluminado y sumando la carta con fondo negro y letras blancas, había que esforzarse por leerla jajajaja

Fuimos a tomar una copa porque pasamos por delante de sus ventanales y nos llamaron la atención los megacócteles además de la decoración divertida que vimos que había en el interior.
Controlaban un poco el acceso con una persona en la puerta y te acompañaban donde tenías que sentarte. Tuvimos un poquillo de mala suerte porque nos colocaron en un altillo donde no podías disfrutar tanto de la decoración del local, ya que en éste sólo había 4 mesas y sillas colocadas sin ningún tipo de gracia que no tenían nada que ver con el resto del local. Pero desde donde estábamos se podía ver como proyectaban capítulos de la Pantera Rosa (sí sí habéis leído bien) en una pared (justo encima la caravana).
Está bien situado ya que queda cerca de la zona alta para salir de fiesta por Aribau o Muntaner y hay mucho ambiente.
Pedimos un cóctel gigante de 10 € cada uno que no nos pudimos ni terminar! Si no te gusta el tipo de acohol que lleva, te lo dejan cambiar por al que a tí te apetezca más.

El local está bien situado, y decoración es realmente graciosa. La barra es un autobus rojo, y también hay en la otra sala una roulotte súper cuqui con lamparitas de colores, entre otras cosas.
La comida estaba buena, y los precios fueron aceptables (no es especialmente barato). Vi pasar unos coctails enormes que tenian muy buena pinta, aunque no pedimos ninguno.
En cuanto a pegas, aquí las teneis: supongo que fue porque fuimos en sábado por la noche, pero tardaron 1 hora y cuarto en servirnos los bocadillos. Aún y así, los camareros eran majos, pero no lo veo eso de esperar tanto para 4 hamburguesas. Además, a pesar de que llamamos dos veces para reservar una mesa para 4, nos tuvieron que «improvisar» una al lado de los servicios, porque según ellos no constaba ninguna reserva, y doy fe de que el olor no era el más apetecible para cenar.
Le daré otra oportunidad entre semana, quiero pensar que todo fueron contratiempos puntuales.

Quise venir a este sitio desde que pasé una vez por su puerta y vi que la barra ¡era literalmente un autobús inglés metido dentro del bar!
El ambiente me pareció agradable y curioso y volví con unos amigos a tomar una copa.
Tienen como tres espacios separados. Un ventanal que da a la calle y que iluminan con lamparitas y velas de colores; la zona donde está el bus inglés con mesas para tomar alguna copa; y un salón dentro con bastantes mesas y una caravana por si te apetece pasar a cenar.
Para ser Barcelona, los precios me parecieron bastante decentes. Gintonics desde 6 €. Y si te gustan los cocktails, tienes bastantes donde elegir. Por 8 € te ponen normal y por 10 € te sirven un maxicocktail en una copa gigante :-)
Si te apetece probar un sitio curioso, creo que te gustará.

El Soda Bus es uno de esos lugares que cuando pasas por delante dices «tengo que entrar aquí». La decoración retro, la iluminación y el detalle de que… la barra está literalmente dentro de un autobús!!!
Pensarás que un lugar así es caro y sí, lo es… pero dependiendo de cómo lo veas. Una birra o un refresco 4 euros, pero con un buen gin tonic por sólo 5! Cócteles de 8 a 10 euros pero están muy buenos, hay buena variedad y las copas son grandes! También hay una especie de mega copa que vale unos 13 euros con muy buena pinta!
Los fines de semana tienen un menú japonés de degustación que sólo se sirve bajo reserva previa y el resto de días, un menú diario.
En fin, vale la pena visitar el Soda Bus para disfrutar un lugar diferente y original, con buena música y que presume de estar incluido en la asociación de Locales Emblemáticos de Barcelona.