The New Orleans

Me encanta esta cafetería. Por su ubicación, en la preciosa plaza donde se ubica el Centre Cívic Can Basté; por su decoración de aire colonial, toda de madera; y, sobre todo, por sus productos. Tiene una extensa carta donde podrás escoger entre una amplia variedad de zumos, smoothies, cafés, tés, chocolates, además de helados y batidos en verano. También hacen bocadillos y gofres, entre otras cosas.
El local consiste en un precioso edificio de 2 pisos, aunque, para mi, el mejor sitio donde sentarse es en las mesas con sofá que hay entre las 2 plantas, en las escaleras. Se respira un ambiente tranquilo, que invita a charlar o trabajar (dispone de wifi). Además, cuenta con una concurrida terraza.
Otro punto a favor es su amplio horario, teniendo en cuenta que se trata de una cafetería. Los viernes y sábados cierra a las 2 de la mañana, por lo que yo, que vivo cerca, acabo allí muchas noches después de cenar por la zona. Los domingos cierra.

La lluvia torrencial amenaza con aguar el café. Y de la terraza pasamos a las mesas del interior entre un azul escarchado.
Los tragos se suceden y el agua cálida de la inundación llega hasta los tobillos. En las mesas de la escalera todavía hay sitio. La marea dulce va devorando los escalones y ascendemos al altillo.
En el rescate desde el balconcito apuro un último sorbo en la taza agitada.

Creo que lo mejor de este local es quedarse un día de buena temperatura (con preferencia en la noche) en la terraza. A esa hora las calles adyacentes ya prácticamente no ven un coche y se respira mejor libando una cerveza o un café de una larga lista de granos por escoger.
La atención como suele ser con el personal latinoamericano (ha sido mi caso) es impecable y creo que las chicas de la barra gozan de muy buena popularidad entre los visitantes porque suelen tener miradas de complicidad… creo que no entienden –los visitantes– que una mujer colombiana te puede seducir con solo hablarte sin pretenderlo.
El menú de mediodía esta bien resuelto y no incita malos pensamientos (por nueve euros nadie lo rechaza) pero el extraño cartel de un Kebab estilo New Orleans no me convence en lo mas mínimo. Cuestión de rigidez de mi parte.