Pequeño local(apenas la barra y 4 mesitas), que sorprende por la calidad de su propuesta gastronómica. Por un precio de 10’80 € tienes un muy recomendable menú de mediodía que hace fusión entre la comida peruana y la mediterránea. Según palabras de David, el propietario del bar(por las dimensiones del local no se le puede considerar ni restaurante: 4 mesas pequeñas como comedor y una plancha y unos fogones delante de la barra como cocina), no hemos escogido el mejor día para ir a comer puesto que este fin de semana participa en el Van Van y no ha podido preparar ningún menú, por lo que ha improvisado un wok de fideos con carne, cebolla y salsa ají, y un increible burrito, aliñado con la ensalada con la que prepara el ceviche. Con diferencia, el mejor burrito que he comido nunca. De postre, un bizcocho de limón, bañado en una crema elaborada con Calvados y helado de vainilla. Si hemos comido así de bien con dos platos improvisados, no me quiero imaginar cuando tenga un menú preparado! Nos hemos sentado en la barra mientras mirábamos como David cocinaba para nosotras y hemos podido hablar un buen rato con él. Nos ha explicado que hace 16 años que vino de Perú y que hizo un stage en el restaurante que Gastón Acurio tiene en Madrid. Sin lugar a dudas, un sitio para repetir. Relación calidad-precio insuperable.