Creo que todos los sevillanos hemos pasado, al menos, una vez por este bar a tomar un café con churros, una tostada o una cerveza a media mañana. Su ubicación es privilegiada dentro del centro de la ciudad, en plena Plaza del Duque haciendo esquina con Alfonso XII, por lo que es un lugar de paso más que habitual, especialmente para los que vienen o van a El Corte Inglés. Es un local pequeño, de los de barra de aluminio y suelo con serrín en su interior y con apenas algunas mesas altas en su exterior, ya que no hay mucho espacio para poner más. La atención de los trabajadores es rápida, cordial y efectiva, pues aunque el bar suele estar lleno de gente a todas horas, ellos son capaces de ser bien resolutivos y eficaces en todo momento. En cuanto a la comida, bueno, siento comentar que tampoco es nada del otro mundo y que aunque haya tapas o desayunos que estén buenos, lo cierto es por norma general los platos sean algo normalitos, tirando a sosos. Eso sí, por el precio que se paga, lo normal, tampoco vamos a pedir florituras y su cocina cumple con lo que promete. Probablemente hay muchas alternativas por la zona a mejor precio o con mejor calidad, pero difícilmente mejor ubicado. Es por eso que el Bar Duque es un clásico en Sevilla y, por ahora, parece que seguirá siéndolo.
Ignacio L.
Évaluation du lieu : 4 Dos Hermanas, Sevilla
Cuando empieza el movimiento en el centro de Sevilla, empieza a abrir las puertas este bar-cafetería que se sitúa en una de las esquinas más transitadas por la que entran y salen del Duque miles de personas diariamente Es un sitio perfecto para un café y una tostada rápida si trabajas por aquí y no te pilla el tiempo sobrado para desayunar en casa. Hace un par de años trabajaba por Rioja y quedaba siempre con una compañera en la plaza para iniciar allí el día. Por la mañana temprano y recién levantado no me entra nada en el estómago es por ello por lo que siempre tenía que esperar un poco para tomarte el primer café que me permitiera aguantar despierto durante las próximas horas. Quizás sea por las prisas que llevábamos y porque necestábamos que nos atendieran en 0,2 segundos el motivo por el que siempre elegíamos este sitio para sertarnos en un taburete frente al pollete de la pared, dejando atrás la barra. Era entrar pedirnos nuestro manchado y nuestra media tostada y aquello se iba llenado de gente, tanto dentro como en la ventana de fuera que sirve para apoyar los desayunos a la vez que salen por el mismo hueco.
Clara M.
Évaluation du lieu : 3 Sevilla
Entrar en este bar es sinónimo de entrar en una nube de olor a churros. Por la mañana, ninguno de los parroquianos se priva de este manjar de pobres(aunque yo siempre prefiero los de patata). Y ese chocolate… En su punto de espesor, ni Cola Cao ni mazacote, siempre ardiendo y capaz de resucitar a un muerto en mitad del frío mañanero. No soy muy amiga del concepto«plato combinado», así que yo recomendaría este bar sobre todo por las mañanas, para desayunar con los comerciantes de la zona que se toman el café o el chocolate antes de abrir la tienda. El local, aceptémoslo, no está decorado a la última moda. Pero ponen chocolate con churros, qué esperábamos. ¿Acaso nos gustaría comer pringue de churro con chocolate en un bar de diseño? Pues eso.
Álvaro B.
Évaluation du lieu : 3 Sevilla
Un bar para desayunar, comer, cenar y lo que venga después en pleno mogollón del trasiego sevillano. Su chocolate con churros es conocidísimo en toda Sevilla, además de la velocidad con la que te sirven los camareros que parecen no tener respiro pasando de una comanda a otra, y es que la bulla que se monta en el local por la mañana es de record Guinnes. Su variedad de platos combinados hacen posible que se pueda almorzar, además el horario de cocina es bastante amplio por lo que si te ves apurado de tiempo es un buen recurso para saciar el apetito, y a la hora del café es todo un referente para los comerciantes del lugar. La desventaja del lugar es el espacio, pero merece la pena porque sus precios son bastante asequibles.