Entré por primera vez una noche de verano con un amigo porque estaba cerca de mi casa y nos apetecía tomar algo. Al principio nos lo pensamos ya que el local estaba desierto y muy oscuro, literalmente había más camareros que clientes, sólo estábamos mi amigo y yo. Pedimos unos refrescos que nos sirvieron con pasmosa lentitud teniendo en cuenta que el local estaba VACÍO. Empezamos a ojear la carta a ver que se nos antojaba y fue entonces cuando comenzamos a oír unos gritos muy desagradables que provenían del interior del local, si, los tres camareros y la cocinera se estaban peleando como si la vida les fuese en ello. Viendo que la situación no se calmaba decidimos pedir la cuenta e irnos, nos dió muy mal royo… Pero como era de esperar se habían olvidado completamente de que estábamos sentados ahí fuera porque no salía nadie, así que mi amigo entró a pedir la cuenta y el camarero se la lanzó con cara de asco y gruñiendole: «sólo eso? Pues vaya…» Sobra decir que no volvimos.
Paloma S.
Évaluation du lieu : 3 Sevilla
Este bar de tapas no es de los mejores en los que he estado, tienen tapas normalitas, desde los típicos montaditos a las típicas carnes. El precio también es normal, ni caro ni barato. Mi veredicto: es un bar de tapas del montón, el cual frecuento a veces por estar situado cerca de donde vivo.
Alvaro S.
Évaluation du lieu : 3 Nervión, Sevilla
El local está situado en un lugar un poco desapacible, ya que la plaza en la que se posa la terraza no tiene ni un árbol y es bastante árido en cualquier época del año. El personal es amable, la carta es parecida a la de cualquier bar de tapas intentando alejarse algo de las típicas. Es un lugar que está bien si se está de paso, pero no como para desplazarse hasta el edificio Sevilla 2.
CRISTINA G.
Évaluation du lieu : 5 Sevilla
Me voy a desayunar, pido una completa de jamón, y me parece el camarero con un zumo de naranja ¡Esto es de regalo! Pues vaya sorpresa, estos detalles son los que fidelizan, eso es marketing y lo demás tonterías. El Servicio es tan asombro que he sido capaz de llegar a las 14h a tomarme unas tapas y he acabado cenando en la misma no sé cuántas horas después. Las copas de media tarde tomando el sol, junto con la compañía, amigos de los que cuentan chistes, han conseguido que el tiempo pasara volando y el estómago pidiera gasolina de nuevo. Esas tapas caseras como la musaka o el calamar relleno de gambas. Lleva poco tiempo, pero su ubicación en zona de oficinas le ha facilitado darse a conocer rápidamente en la zona de Nervión.