La Sierra II

¡Qué buena está la tostada con jamón!
Nada como empezar el día con un buen desayuno, y aquí lo vas a encontrar. Un detalle que se está perdiendo es que te sirven el jamón recién cortado en un plato, no sobre la tostada. Se nota, además, que es un buen jamón. El pan, también muy bueno.
El local está perfectamente climatizado, y la zona de la barra y las mesas están bien diferenciadas, lo que hace aún más agradable el ambiente.
En cuanto a limpieza, ni una queja: todas las mesas limpias y el mobiliario cuidado. Da gusto comer en lugares como este
El servicio es también genial: muy agradables todos, muy trabajadores y dando un servicio rápido y eficiente.
El precio, asequible. Evidentemente, no es un local low cost, pero la relación calidad precio es buena.
A pesar de que la terraza es muy pequeñita, el salón tiene bastante espacio. En cualquier caso, la calle es muy tranquila y no hay jaleo, lo que convierte este rinconcito en un lugar muy agradable para comenzar el día con un buen café, zumo y tostada.

Si estás en el barrio de los Remedios y quieres desayunar una buena tostada con aceite y jamón, éste es el sitio. Tras mucho probar, puedo afirmar que su Jamón es el mejor de todo el barrio.
Y si te apetece comer, puedes probar tapas y platos caseros muy ricos y a un precio más que ajustado.
Sus croquetas de puchero son deliciosas!

Las comidas son caseras, la tapa de jamón un clásico exquisito, y lo mejor es el precio y el tamaño de la tapa. Muy recomendable

Buen sitio para desayunar, que es por lo que más lo conozco. Aunque he probado la comida y está bastante buena, casera.
La tostada con aceite y jamón (qué jamón!!!) y un café son 3,30 euros. Buen precio por el tamaño del pan y la calidad del jamón.
Negocio familiar, buen trato con el cliente. Siempre que puedo intento volver.

Este bar lo abrieron los dueños del bar La Sierra de la calle Virgen de la Victoria… ¿o debería decir calle Turia?. Vaya follón que se ha «montao» con esta calle. Creo que primero se llamaba Turia y luego le cambiaron el nombre por Virgen de la Victoria (el que tiene rotulado, a pie de calle, ahora), pero por lo que se ve, por politiquerías de la vida, volvieron a cambiarle el nombre a Turia. ¡Qué lío!
Bueno, pues eso, que son los mismos dueños del bar La Sierra, una familia muy llana y sencilla compuesta por gente muy amable y cercana. Desde hace unos años soy habitual del original porque se desayuna de muerte, pero eso os lo contaré más tarde, en otra reseña.
Hace unos 3 ó 4 años el Padre se fue a lidiar con el bar nuevo y Francisco, uno de sus hijos, se quedó al frente del otro, los dos ayudados por otros hermanos de la familia que van cambiando de uno a otro.
Al principio lo pasaron un poco mal, porque el negocio era completamente diferente. El nuevo estaba acondicionado para dar comidas, además de desayunos, por lo que tenían la complicada tarea de captar clientela de ese tipo. Nosotros, la clientela que tenía hasta ahora en el otro sitio, éramos de otro estilo. Yo particularmente muy de desayunos y otros muy de cervecita o vinito con picoteo tipo chacina (yo de esto también, pero menos).
Tardaron unos meses en arrancar en condiciones, pero vaya si arrancaron. El negocio empezó a ir viento en popa y se empezó a llenar de gente nueva. Los clientes más antiguos también comenzamos a dar paseos de uno a otro. La verdad es que se desayuna y se come muy bien y los precios son muy económicos. Pero lo que no está ‘pagao’ son las charlitas con ellos, que como he dicho son muy atentos y muy cercanos.