Pura Gula

Este lugar es imprescindible para mi, me encanta las pizzas de este sitio y no dejo de repetir, estan riquisimas todas y las dulces brutales. ME ENCANTA!!!

Cada vez que vengo a este sitio me prometo a mí misma no volver jamás, no por que la comida no esté rica sino porque acabas de pizza hasta arriba, al final siempre acabo volviendo. Este es un buffet libre de pizza, aunque a modo de entrante puedes hacer tu propia ensalada o tomar un bol de pasta (cuenta con varios tipos de salsas y de pasta) y de postre pizza dulce de chocolate, natillas, oreo… En cuanto al precio comer hasta reventar te sale a unos 12 € comas lo que comas, eso sí, la bebida se paga a parte. Lo que más me gusta de este buffet es que cada porción puedes tomarla de pizzas diferentes a elegir entre una gran variedad, así lo pruebas todo (si tienes estómago suficiente para ello). Algunas pizzas son las clásicas y otras son muy originales (kebab, pinchito de pollo…)

espectacular! muchisima variedad h sobre todo en las pizzas, aún no he podido probarlas todas

La verdad es que para ser un buffet relativamente barato las pizzas están muy buenas. Lo de que te lo traigan a la mesa estupendo.
No obstante, lo que más me sorprendió sin duda fueron los postres. Pizzas dulces? Pensaba que nis las probaría… Madre mía! si lo llego a saber me reservo más para el postre. Están muy buenas.
Lo recomiendo!

Qué os puedo decir para convenceros de que vayáis a un buffet de pizzas, pasta y ensalada. A parte de que las pizzas son muchas y muy buenas, de sabores que van desde jamón york y queso hasta perrito caliente, hamburguesa o kebab. Y tienen pizzas dulces, de chocolate con galletas, chocolate blanco con oreo y natillas (que, en mi opinión, esta última es prescindible).
Las ensaladas y la pasta os las podéis hacer como más os gusten, ya que los ingredientes y las salsas están en una mesa, con cartelitos que indican qué es cada cosa, al lado de unas cuantas pilas de cuencos y cucharas. La pasta no me acaba de convencer, pero las ensaladas que pueden hacerse con los ingredientes que hay suelen ser interesantes. Aunque si lo que queréis es comer pizza, mejor no os acerquéis a estas mesas.
Las pizzas las van trayendo por porciones a la mesa, el camarero pregunta si queréis probar la pizza que lleve y sirve los trozos que sean.
Hay una jarra con agua en el mostrador de la que podéis rellenar vuestros vasos en el caso de que no queráis repetir bebida (no se incluyen en el precio del buffet).
El precio total, sin bebidas, es de 9,95 € entre semana y de 11,95 € los fines de semana. Merece mucho la pena. Eso sí, hay que ir prácticamente en ayunas.

Estuve esta semana en el que llamaría yo, el mejor buffet libre de pizza de toda Sevilla, dada la calidad y cantidad de pizzas que tienen y por el sabor peculiar de todas y cada una de las pizzas que tienen, antes de seguir elogiándolos vamos a describir un poco de que consta este buffet.
Cuando entras por primera vez en este buffet, no suele recordar a los típicos en el que ponen la comida en mesas calientes y frías y tú te vayas sirviendo de lo que quieras, ya que cuando entras solo ves una zona de ensalada y pasta con todo tipo de salsas las cuales te echas en los cuencos que tienen y te llevas a la mesa para empezar a abrir el estómago. Una vez hacemos esto, empiezan en plan «rodizio» en el que van sacando de cocina todo tipo de pizzas y van ofreciéndote un cacho de cada para que puedas probar todos los sabores que tienen de pizzas en este restaurante. Si somos muy glotones, quiero decir que es fácil llegar a probar más de 14 tipos diferentes de pizzas sin contar los más de 4 tipos distintos de pizzas dulces que tienen. Cabe destacar que tienen también pizzas para todos aquellos que sean vegetarianos (mi acompañante lo es) y prepararon una pizza de verduras a la parrilla y 6 quesos que estaba riquísima.
Como comentario a mejorar de este buffet, quisiera indicar que algunos compañeros han visitado los de otras provincias y aumenta mucho la cantidad de tipos de pizza que ofrecen tanto para vegetarianos como de postre de las cuales sumariamos una pizza de tarta de queso y otra de tiramisú que indican todos los visitantes que son la delicia de las pizzas dulces (aparte de una más amplia gama de pizzas tradicionales). Para los amantes de los buffet libre, os recomiendo este restaurante al 100%

Buen sitio donde ir a comer pizzas «sin limite». Especialmente me gusta la «pura gula» y la pizza dulce de chocolate blanco y oreo.

Si te da el antojo bestial de pizza tienes que venir aquí. Vas a comer muchísimo y te lo vas a pasar genial. Los camareros te hacen reir. Además de pizzas también hay algo de pasta y ensaladas. Lo recomiendo para un día de risas con los colegas, pero si luego no tienes que volver al trabajo o a estudiar. Muchísimos sabores de pizza muy originales como «croqueta». Hace un año que no voy y espero que no haya cambiado.

Llevaba al menos dos años sin ir a Pura Gula y mi regreso ha sido decepcionante… Me preparaba, como de costumbre, para catar sabores de pizza pero esta vez las masas estaban muy pasadas y aceitosas. La combinación de sabores pretendía ser original pero resulta empalagosa. Intenté comer pasta y tan solo dos de las cuatro variedades era comestible. Las otras dos estaban amarillentas de llevar mucho tiempo fuera. Respecto a la comida, no obstante, me encantaron las crepes-​postre, con chocolate y coberturas de sabores.
Pero sin duda el motivo por el que no creo que vuelva es la atención al cliente. Pudimos escuchar claramente como la camarera decía a unos chicos (la mayor parte de la clientela tenía una media de edad de 15 años) «¿no habéis comido ya suficiente?»… imaginad nuestra cara. Cuando pasaba por nuestra mesa decía el sabor de la pizza con desgana y la mitad de las veces había que repetirle varias veces que querías un trozo.
No merece la pena los 14 euros que cuesta, mínimo, comer allí. No creo que vuelva y es una pena que un negocio otrora tan exitoso haya caído en esa desgana y decadencia. ¡Chicote, ayúdales!

Pura Gula es, para todos aquellos amantes de las pizzas, un pequeño paraíso.
La decoración de local es muy colorida, desde los platos hasta las mesas y paredes, lo cual ya despierta interés. Puedes empezar tomando una ensalada, a tu gusto, con todo lo que quieras ponerle, puesto que hay una gran variedad de ingredientes y salsas. También encontramos la misma variedad de pastas y sus correspondientes salsas, aunque para mi gusto no son de lo mejor. No recomiendo, sin embargo, detenerse mucho con estos entrantes, que aunque están buenos, quitan sitio en el estómago para lo mejor que ofrece el local: sus variadas porciones de pizzas.
Empezando con ofrecerte una porción de pan de ajo, los camareros, simpáticos, se pasean dándote nombre de pizzas y detallándote sus ingredientes. Puedes encontrar las típicas pizzas que hay en cualquier sitio (de queso, barbacoa, de pollo), pero si algo me encanta de Pura Gula es la originalidad, y poder degustar pizza burger, de pinchito, de hasta seis quesos, de montadito, de pollo al curry, de patatas bravas e incluso de croquetas. La masa es fina y esto te permite comer alguna más sin llenarte, pero sí es cierto que o vas con el estómago vacío y controlas cuántas porciones comes, o tendrás que pasar el resto del día sin comer…
Lo mejor quizá son sus especiales pizzas dulces, para el postre, cuando ya dices que no puedes más y el camarero te vuelve a sonreír «¿pasamos a las pizzas dulces?» y te traen porciones de chocolate blanco y oreo, nutella y lacasitos y natillas (esta última es prescindible)
El precio del buffet libre no incluye la bebida, pero en la barra hay una jarra de agua fría y vasos para que rellenes cuantas veces quieras el tuyo. Los precios varían entre semana y los fines de semana, costando de lunes a jueves 9.95 y de viernes a domingo 12.95.
En resumen, haz hueco en el estómago cuando pienses venir, pero una vez estés dentro, no te arrepentirás.

Lo primero de todo, si vais, id con mucha hambre, potrero mucha mucha, porqué os va a hacer falta.
Para empezar un buffet de pasta y ensaladas que os harán la boca agua tal como les echeis un ojo, pero no picad, no porqué no esté rico, que lo está, sino porqué lo bueno viene después, cuando paso a paso y poco a poco va saliendo pizza, pizza y más pizza, de barbacoa a carbonara, pasando por rústica y prácticamente todo tipo de pizza salada que puedas imaginar, y hago la precisión porqué cuando ya no puedas más, aún queda algo, la pizza dulce y con ello, salir ya no andando sino rodando de allí.
Un buen sitio donde ir sin lugar a dudas

¿Te has sentido alguna vez Hánsel o Gretel encerrado por una bruja mala que te da de comer hasta reventar para comerte ella después? Bueno, pues la segunda parte no la tengo muy clara, pero desde luego lo de comer hasta reventar es literal 100%. Claro, todo depende de lo que cada uno quiera/​pueda comer, pero desde luego aquello es un no parar de pasar camareros ofreciendo pizzas de todo tipo (originales y ricas la mayoría) y tú dices: «¿por qué no?» para terminar con la panza llena pero pensando: «Aún cabe otra»… y siempre cabe otra y otra más.
Como colofón final, las pizzas dulces: de chocolate, chocolate blanco, natillas, oreo, etc.
Bueno, también hay ensaladitas pero, claro, pagar 13 euros por comerte una ensaladita y para casa como que no, allí se va a amortizar.
El servicio es bueno, aunque depende del camarero que te toque, hay quien en vez de servirte una pizza parece que te la está lanzando desde una catapulta soltando queso y demás ingredientes por toda la mesa como si nada, pero bueno, forma parte de la diversión del lugar.
Vamos, que está bien, las pizzas buenas, pero después recomiendo un buen té digestivo o unas sales de frutas para bajarlo todo. Si estás con la operación bikini, definitivamente no es tu sitio.

Come hasta reventar.
Si te gusta hincharte a pizza en un buffet libre este es tu sitio. Eso sí los hay mas económicos y de calidad similar en cuanto a las pizzas, aunque en este caso mucha mas variedad, incluyendo pasta y ensalada.
El ritmo frenético al que vuelan las pizzas por el local y el buffet de ensaladas y pasta puede llevarte a saciarte pronto, pero «deja sitio para el postre». No te arrepentirás de sus pizzas dulces: Exquisitas y un buen colofón para tu cena.
Resumiendo, como peores puntos: el precio algo elevado para la calidad que sirven, la interminable cola que se forma en los días de mayor afluencia y el ritmo agobiante en el que te ofrecen las pizzas de la cocina.
Lo mejor: come hasta hartarte una variedad de pizzas inimaginables.

En contadas ciudades andaluzas como Sevilla y Málaga, así como en alguna otra del resto de la península como Burgos, puedes encontrar un Pura Gula, un simpático buffet de ensaladas, pasta, y, sobre todo, pizzas, en el cual puedes comer hasta el éxtasis por aproximadamente 10 euros.
Si algo caracteriza a esta cadena de restaurantes es, desde mi punto de vista, su tono simpático tanto como en el trato con en el personal como en la decoración y estilo: platos de colores, más de una veintena de tipos diferentes de pizza, camareros «cantando» la pizza que llevan entre las mesas, jarras de agua para que te sirvas cuanto quieras, caramelos con la cuenta… en fin, pequeños detalles que a mí por lo menos me gustan mucho, y me parecen cuanto menos poco frecuentes.
He de confesar que no soy un gran amante de las ensaladas, pocas veces he tomado ensalada en Pura Gula, pero sí que es cierto que te ofrecen una amplia variedad de ingredientes y salsas (pasta, lechuga, quesos, atún, piña, jamón, maíz, pollo, salsa césar…) para que tú mismo hagas tu propia ensalada, las cuales quedan de fábula. Y más de lo mismo pasa con la pasta, te ofrecen muchos tipos de pasta y de salsas e ingredientes para que te hagas la composición que más te guste. La mecánica de las pizzas es diferente, te quedas sentado en la mesa y a cada rato pasa un camarero portando una bandeja con una pizza, y si quieres te sirve un par de trozos. Las pizzas éstas están hechas de una masa muy fina, y tal y como ya he dicho hay tropecientos tipos diferentes para elegir: desde las más clásicas de jamón y queso o tres quesos, pasando por las pizzas dulces de natillas con galletas o chocolate blanco y oreo, hasta las más extravagantes que hacen de un plato común una pizza, como es el caso de la burger o, cómo no, de la pizza de patatas bravas. Todas las pizzas están buenísimas y todas son dignas de probar (personalmente recomiendo la burger, la holandesa, la catalana y la caprichosa).
En conclusión, si queréis pasar una buena tarde, en un lugar simpático y diferente a, casi con toda seguridad, todo restaurante al que ya halláis ido; si os apetece hacer un concursito entre vosotros (dentro de los límites del sentido común, no vayáis a terminar enfermos), o si queréis lo más parecido a un plato de bravas hecho pizza, id a Pura Gula.

Una forma divertida de devorar pizza, el nombre del local le hace justicia. Merece la pena reservar un trozo de estómago para las pizzas dulces, aunque los insistentes camareros harán todo lo posible para que te colapses cuanto antes.

Buffet de ensaladas, pastas y pizzas (saladas y dulces), aunque lo recomiendo principalmente si eres amante de la pizza, ya que en mi opinión el apartado de pasta está algo más flojito.
Tanto la parte de pasta como la de ensaladas es fija y puedes levantarte en cualquier momento para llenarte el plato. La parte de pizzas es diferente: cada vez que sale una de cocina, los camareros van con la pizza en la bandeja pasando por las diferentes mesas para que el que quiera coja una porción. Está bien porque así están calentitas y recién hechas y además suelen salir con bastante frecuencia.
Además de la frecuencia, la variedad es grande, si no recuerdo más tienen más de 20 tipos diferentes de pizzas.
Y si esto no fuera suficiente, ¡están las pizzas dulces! Para mí, lo más especial del lugar y lo más bueno. Hay varios tipos: de nutella, de chocolate blanco, de natillas y creo recordar que de dulce de leche o de caramelo… Como comprobaréis las mias son más las dos primeras (las de chocolate) de ahí que las recuerde mejor ;) Están muy muy buenas, son como una especie de masa crèpe gruesa colocada como una pizza con el ingrediente encima (al igual que las pizzas), también pasan por las mesas para que cojas la porción que desees.
Para terminar de hablar de este lugar, decir que además el lugar es bastante amplio y moderno y por lo general, el servicio es muy atento y amable.
Eso sí, de precio yo personalmente no lo veo nada barato (tampoco excesivamente caro, ya que hay que tener en cuenta que es «barra libre» de comida)

Perderte por Sevilla y dar con esta maravilla de buffet. Pasta a elegir con diferentes salsas, ensalada para que la crees a tu gusto y 40 tipos de pizzas diferentes, desde pinchito pasando por ibéricas hasta las más conocidas. Y el postre, mamma mia ese postre de pizzas dulces, qué rico por dios (excepto el de natilla).
De esas sorpresas agradables que de cuando en cuando gusta repetir para sentirte gordo y ser consciente de que puedes comer todo aquello que nunca comiste y más, para eso está Pura Gula, para que cada vez que llega el camarero y te ofrece una pizza diferente, digas que sí con recelo.
Porque las pizzas no se piden, van pasando cada 3 – 4 minutos los camareros con ellas y si te gusta o te atrae, pillas una porción…y es un gustazo decirle que no tras haber probado 12 pedazos.
Es un buffet, no es barato si vas a picotear, pero tampoco es caro si sabes a lo que vas. Eso sí, entre semana comer es barato y la misma delicia.

Tampoco hay que pasarse a la hora de valorar este local, es un bufé libre de pizzas.
Eso sí, si te gustan las pizzas te vas a hartar porque no paran de ponerte porciones por delante de los ojos para que sigas comiendo hasta que digas basta. Las pizzas, en todas sus variantes, están bastante buenas. No recomiendo probar las pastas que tienen allí a modo de «entrante» porque parece que llevan cocidas dos semanas como mínimo. Eso sí, todo lo referente a las pizzas bienvenido sea.
¿Dónde está el truco? En el precio de la bebida y la cantidad de cada refresco. Todos los restaurantes de este tipo tienen una tara en la que se nos escapa a los consumidores el dinero y casi siempre suele ser la misma, la bebida.
Un buen lugar para llevar a tus chiquillos para que cojan un empacho de pizzas, pero ni se te ocurra ir durante una velada romántica porque los estómagos son muy delicados.

Después de Navidad me disponía a hacer la dieta de todos los años. Desayune una manzana y me puse a hacer un poco de ejercicio yendo a las tiendas a descambiar regalos y a mirar alguna ganga de las rebajas.
En torno a la 13:00 me entró un dolor de estómago que me pedía comer lo primero que se me viniera a la cabeza y me acorde de Pura Gula un bufette italiano al que quería ir pero nunca encontraba una ocasión. Fui para allá, el bufette al medio día cuesta 9.95 € con una bebida y es lo mejor que hice:
1. La bebida es en vaso grande tipo Foster Hollywod (yo pensé en beber poco a poco para no pedir la segunda y la verdad es que no tuve sed (la comida no te la ponen extremadamente salada)).
2. Pastas con todo salsas muy buenas (carbonara, boloñesa, 4 quesos…), ensaladas con todo tipo de condimentos y salsas (no probé vegetal porque quería hacer hueco a las pizzas).
3. Las pizzas son de masa fina y en general a mi me gustaron todas. Estas no están visibles sino que los camareros pasan con las bandejas que van saliendo de la cocina y tu dices si quieres una porción o no (es lógico ya que ahorran costes porque no había mucha gente y también así se mantiene el calor aunque comprendo que haya gente que no le gusté porque se sienten que le están engollipando (además un amigo me hizo la broma que se llamaba pura gula porque si a la segunda vez que decías a una porción que no, no te servían más y casi que me lo creí))
4. Por último los postres son porciones de pizza hechas con creppes o galletas con chocolate, natillas, dulce de leche…(La que más me gusto fue la de natillas)
La conclusión es que como bufete iba al Wok de la calle de al lado (C/​San Francisco Javier) y ahora le ha surgido un duro competidor con pizzas más buenas de las que había en Fresh&Co y con un precio muy competitivo.
–Lo mejor: El precio, las pizzas (con masa fina en vez de pan), las salsas, el local, el personal.
–Lo peor: La sensación de que te estén constantemente metiendo la comida en la boca. Que pronto desaparezca (no se cuanto puede durar un restaurante de estas características sin llenar el aforo).

El mismo nombre de este restaurante es tentador, ¿verdad? Nos hace pensar en toneladas y toneladas de comida que llevarnos a la boca, por el mero placer culpable de hacerlo… Y es que, de entre todos los pecados capitales, ¿quién no ha caído repetidas veces en éste?
Pura Gula es un bufete libre, algo que no sorprende. Pero lo que sí resulta más inusual es su oferta: por apenas 10 euros podemos comer lo que queramos… de pasta y pizza. Sí, lo repito: un bufete libre de pasta y pizza. Desde luego, si la gula tuviera una cara sería una mezcla de ambas cosas.
Por supuesto, tuve que ir a probarlo en cuanto me enteré (no tengo reparo en admitir que caigo en la gula cada vez que puedo). Su oferta no está nada mal, con pizzas de muy diferentes tipos y pasta más allá de los consabidos espaguetis y/​o macarrones. Su característica distintiva, que le hace salirse de lo habitual y no ser un restaurante italiano más, es su oferta de pizzas saladas y dulces. Para que sigamos combinando placeres…
En realidad, se trata de comida que llena mucho, como sabemos, por lo que al final se puede sentir que no se han aprovechado del todo los 10 euros del menú. Pero merece la pena probarlo al menos una vez.