A Peregrina

Cinco estrellas para este encantador restaurante! Hemos ido muchas veces y probado diferentes menús y también a la carta. Nunca nos ha defraudado, todo lo contrario, cada vez me gusta más. Hoy el menú celta se salía de rico, por fin pimientos de padrón abrasadores, qué delicia, el pulpo tierno y jugoso, las almejas espectaculares y la vieira gratinada me ha encantado. Para finalizar hemos optado por atún en lugar del entrecôte y estaba perfecto.
Y de postre fllloas con helado de limón bastante rico.
La atención como siempre inmejorable, discreta y eficaz. Desde aquí les agradezco el trato que nos brindan cada vez que vamos, no será la última vez!

We ate there during the Fallas festival. The wait staff was incredibly helpful and accommodating. They had a special Fallas menu which was absolutely fantastic. Wine, squid and calamari followed by beef entrecot and a dessert for 20 euros. They were absolutely slammed, and they apologized for the wait, but I certainly didn’t mind.

Otro lugar que no te puedes perder.
Menú de mediodía por 12 € con caldo gallego !
Es pequeño, pero es gente muy atenta y la comida esta bien rica.
De carta también puedes comer muy bien, pero ya es más carete, pero de vez en cuando es una gozada!

Recommended by a local who rented me an Air Bnb spot. Maria and Luis were amazing. So nice. One of the best meals I’ve had– Pulpo (octopus) is a must!

Lo prometido es deuda: éramos seis comensales, 5 de ellos buenos comedores. Llegó la ‘dolorosa’ y para la cantidad de botellas (tres de vino turbio de la casa y otra de tinto Elías Mora, D.O. TORO, ambos vinos espectaculares) y, sobre todo, de comida: aperitivo obsequio de la casa (papas y caldo casero), dos de pulpo a feira (unos trozos normales, otros exquisitos), vieras (XXL y super tiernas), deliciosa fuente de pescaito variado fresco a más no poder (bacalao, palaya, salmonetes, puntilla, pescadilla, pastel de cabracho, etc… todos buenísimos y acompañado de verduras a la plancha), morcilla al chocolate especiada (original y rica), chuleton de carne XXL para todos (acompañado de patatas y verduras, y servida a la piedra para cada uno hacerla a su gusto, de gran calidad), postres para 5 (tarta d Santiago, brownie, coulant de chocolate… todos tan tentadores como para hacer un ‘esfuerzo’ y probarlos… ciertamente, no defraudaron: D), detalle de la casa de chupitos y un inmejorable servicio por parte de todo el personal, no sólo aconsejandote, sino adelantandose a tus deseos… impecable!
No le pongo 5 estrellas porque la cuenta subió a 35 euros, pero soy consciente que la carne nos la comimos por gula y porque estaba deliciosa, porque cuando llegó ya estábamos llenos, y el postre lo mismo. Así que otra vez, siendo más moderados (tuvimos que volver andando para digerir la comida y bebida: P), por menos de 30 euros resultaría un precio excepcional, dada la calidad y servicio excelentes, ya que te ofrecen una experiencia memorable, altamente recomendable.
Otra opción más económica: hay menús de tapas por 15 euros y en otros comentarios vi q les salió a la carta por 26. Indudablemente, imbatible calidad-​precio! Volveré …y ya os contaré …a ver si le pongo 5* a la próxima! ;)

Good food, a very friendly price, a very nice & calm location just above the city center. Highly recommended!

Llevaba años queriendo ir a este sitio, y fue justo cuando más lejos me venía cuando tuve la oportunidad. Lo típico que no valoras lo suficiente algo cuando está cerca.
El restaurante no es precisamente puntero en fama, lo que no lo hace estar a reventar de normal, pero cuando lo hace, se nota que van justitos. Reservamos una pequeña mesa y nada, todo bien, una espera razonablemente larga al principio que por momentos se tornó molesta.
Fue un buen alivio ver que la encargada de tomar notas (sólo una parece ser, el resto hacían otros menesteres en las mesas, pero no se sabían el menú ni sabían qué componía al detalle la tabla de quesos) era muy amable, humilde y de buen trato. Eso y el pedazo de pincho de tortilla para abrir boca.
El menú no estaba mal, como tampoco el menú de medias raciones, ambos creo recordar que por 15 €… pero para una primera vez, en un tipo de restaurantes que no abundan en Valencia (y menos aún buenos), preferimos tirar el resto con «picoteo» variado:
Pulpo, el tamaño intermedio, que a mi se me antojo muy grande. Muy bueno, y muy buena relación calidad-​precio. No se si fue el mejor, pero si de los mejores pulpos a feira que he probado.
Almejas, muy grandes, y todas menos una llenas y abiertas. Estaban buenas, y el la salsa agotó el pan… pero tenían un punto subido de sal.
Vieira con yogur y algas gallegas… malo, así de simple. No se si por gusto nuestro, pero fue un plato bastante incomible… somos tan flojos que no hicimos lo de devolverlo quizá por desconocimiento de si era culpa nuestra por pedir aquello… pero vamos, no os lo recomiendo salvo que sepáis bien que sabores os esperan.
Puntilla con miel… sosa, muy sosa. No era puntilla además, era un pelín más grande, por lo que resultaba desagradable el interior acuoso… la puntilla pequeña reboxzada, y la más grandecita… hazla a la plancha o di que no tienes.
Tabla de quesos… muy buena, tremenda. Y abundante. Original fue servirlo al final al estilo francés, casi como si fuese postre… problema, los quesos gallegos son tan densos que no nos dejó ganas de probar la queixada, sólo una tarta de trufa que si fuese por su aspecto anodino y típico no la hubiésemos pedido, pero al no verla, cayó y bien que hizo, muy buena y son buenos contrastres.
Precio final 30 por persona sin vino, con pan cobrado sin pedirlo, una triste costumbre que lleva camino de ser norma como no hagamos algo.
Volveremos, pero en parte proque no hay alternativas indudablemente mejores… bueno, salvo su hermano O’Peregrino

Por fin, un Gallego en condiciones, pero está escondido, por eso no lo encontraba…
Situado detrás del Paleontológico, en una de las zonas más tranquilas de Valencia, se encuentra APeregrina. Fuí a cenar allí en grupo, con menú cerrado, 26 € con bebida incluida, muy bien para lo que después comimos.
Lo primero que me llamó la atención fue su terraza, al estar situada en una plaza por dónde no hay ni coches ni casi gente, se convierte en el lugar ideal para cenar una noche de verano, muy elegante y sencilla igual que la decoración de dentro, limpia, elegante y sencilla. Consuelo, la dueña lleva el restaurante fenomenal.
Para cenar, comida gallega de la buena, se nota que está muy cuidada la elaboración de los platos para que al paladar, resulte muy casera y buena de comer, al centro de la mesa nos sirvieron exquisiteces como las empanadas de pulpo y berberechos, lo dicho, una exquisitez. ¡Cómo no! no faltó el pulpo a feira, creo que jamás he probado un pulpo tan tierno, surtido de carnes, entrecotte, solomillo y chuletón trinchados. Buen vino de la tierra. Y sidra.
Los postres eran también un combo de cuajadas y tarta de queso que me pareció espectacular,
Una atención cuidada hasta el más mínimo detallle y una cocina que no ha perdido su identidad gallega en ningún momento. Por fin.