Ailati

Sólo he estado una vez en este restaurante, y la verdad es que salí bastante satisfecho. Conozco otros italianos en Valencia que los considero mejores, pero éste pasó el corte con nota.
El menú del día que elegí yo fue: Piadina 4 quesos, pasta al queso y el postre fueron profiteroles. La verdad es que estaba todo bastante bueno. Posiblemente repita, total, lo tengo cerca del curro jejejeje
Mis compañeros de trabajo que suelen ir a tomar café allí después de comer, comentan que al camarero siempre le viene mal que le pagues con cualquier billete. Siempre te pregunta si tienes más pequeño. Yo no he podido comprobarlo aún, pero si lo compruebo, ya os lo diré :P

Un italiano agradable, con buen servicio, comida de calidad y a un precio ajustado. O sea que para repetir. Llegamos allí porque era el cumple de una amiga y lo celebraba allí con 18 amigos, así que aparecimos, a pesar de ser las 22 de la noche y con bebé a cuestas corriendo. Resulta que era la noche de San Valentín y llegamos y solo había mesitas con parejitas, corazones, flores, un aire romántico… y ni rastro de los 18 amigos chillando, así que preguntamos: mmm ¿la mesa de Ana G, por favor? Ahhh, ma nooo, e domani! Domani? Sí, nena te has equivocado (pensé yo). Así que visitamos el restaurante dos días seguidos, por una confusión. Es que tengo 125 grupos de whats app y no los leo enteros, voy a medias, por encima, como puedo y claro ¡me confundí de noche!
Pues nada, cenamos tortilla del día anterior en casa, la noche de San Valentín y al día siguiente regresamos ¡pero qué sonrisas y risas con los camareros, nos dijeron varias veces que ya éramos como de la familia, yendo cada día a visitarlos! Jajaja
La mesa estaba al principio del local, y estuvimos muy cómodos así que recomendable para cenas de grupo. Además, degustamos un menú cerrado de entrantes compuesto por: ensalada de quesos (solo comí la lechuga y tomate, no puedo opinar), unas cazuelitas de queso provolone (que no degusta, no puedo opinar), una parmiggiana deliciosa (me comí una cazuelita casi entera yo sola porque me comía las servilletas, sí que puedo opinar), unas piadinas de calabacín y mozarella muy suaves y ricas, y una tabla de postres italianos. En conjunto bien, la atención buena, los chicos muy amables, todos italianos (el chef también), pero si soy sincera lo que menos me gustó fueron los postres: profiteroles, flan de panacotta, una especie de tiramisú con Nutella… pero los he probado mucho mejores, la verdad.
También sacaron cafés (Lavazza, creo recordar) y nos regalaron chupitos de limoncello. Reconozco que me pasé toda la noche con el niño danzando de silla en silla (lo suelo hacer) para poder hablar con todo el mundo, y que no presté excesiva atención a la comida. Pero me gustó el trato, lo que me comí me sentó bien y estaba bueno y abundante y de precio creo que era ajustado, aunque la cumpleañera pagó parte del menú y solo salimos a 10 euros por barba (porque ella se encargó de parte del menú, claro). Yo volvería. Además, se nota que lo quieren hacer bien y que la sonrisa siempre la llevan puesta. Como detalle, no les importó para nada que lleváramos niño, carro, etc encima. Hay que avisar, oye, que hay sitios en los que parece que les moleste que lleves un bebé, y otros en los que hasta tiene prohibido entrar.

El sábado pasado celebré allí mi cumpleaños. Ya había estado un par de veces y sabía que los platos están muy buenos. La parmiggiana es uno de los mejores, y las pastas, cualquiera de ellas! La mayoría de los vinos son italianos, y hay mucho donde elegir. El servicio es muy bueno, los chicos son muy atentos. Los dos chefs son italianos y se nota :). El local es moderno y acogedor. Muy buen ambiente para una cena tranquila.