El bar Convento 1 fue el primero en pasar a manos asiáticas, después lo hizo su hermano pequeño Convento 2. Nada negativo que decir al respecto de su gestión: platos abundantes, carta razonablemente variada de gusto muy español y precios ajustados. El codillo lo cocinan en su punto de melosidad, la paella sabrosa y la ensalada valenciana sin escatimar ingrediente alguno. Las croquetas y el lenguado congelados pero por el precio qué más se puede pedir! También cuentan con una terraza amplia y agradable que lamentablemente hoy no se podía disfrutar debido al mal tiempo.