Bule-Bar

Regentado por chinos, el Bule Bar ha ganado mucho. Tienen ofertas de tercios Estrella Levante a 1 euro y las tapas son muy baratas, 2 euros las bravas, 3 euros el pollo al limón y 3,5 la puntilla, que por cierto es de las mejores que he probado en mucho tiempo. Con dos tapas y un bocata puedes cenar y, junto con bebida y café, no sueles pasar de los 12 euros por pareja. Muy recomendable.

EL Bule-​bar es un bar al que no te recomendaría para una cena tranquila, es un bar bastante grande, tanto dentro como en la terraza de fuera. Es muy ruidoso y los días de fútbol se pone a parir. Muchas veces sacan una tele de estas grandes a la terraza y la gente lo ve fuera.

En cuanto a la comida no es ninguna maravilla, tienen bocadillos de estos enormes y varias tapas, pero que yo recuerde no era muy buena la comida allí. Pero si te va el ambiente futbolero y cenas a lo grande este es un buen sitio. Yo he ido un par de veces y no creo que vuelva más.

Demasiado moderno para la gente mayor… demasiado anticuado para la gente joven…
El principal problema de este bar es que se mueve mucho en tierra de nadie, es un bar al que no te importaría ir esporádicamente, pero difícilmente te vas a convertir en uno de sus parroquianos habituales.
Por lo que a mi respecta, me parece un bar igual de válido que cualquier otro para ir a tomar unas cervecitas viendo la Champions o para ir a cenar de forma informal.
De hecho me parece bastante mejor bar que el Bogar (menciono al Bogar porque está en frente del Bule-​Bar) pero no tiene tanto gancho con la gente, especialmente la gente joven. Por lo demás, es el típico bar de tapas, los bocadillos llega un momento que todos te saben parecido, aunque se curran bastante las cantidades.

Este sitio es perfecto para ver el fútbol los domingos. El local es alargado, tiene buena visibilidad y las pantallas son enormes. Yo creo que solo sirve para eso, porque en lo referente a comer y al picoteo ya es otra historia. Es probable que yo haya tenido un par de experiencias malas y que de ahí venga mi visión negativa, porque la verdad es que este bar siempre está lleno de gente.
¿Y de dónde viene esta opinión? pues en un precio, a mi parecer, excesivamente caro que me cobraron por un bocadillo y una caña. Porque, a no ser que estamos hablando de productos delicatessen o una mano de obra de alto standing, que no es el caso, un bocadillo y una caña no valen 7 €.
También he ido un par de veces a tomarme algo en la terraza, la cual es igual de apetecible que la del Bogar (ancha e ideal para cotillear), y siempre me han atendido bastante lento y mal. En las dos ocasiones me tuve que levantar a decirles, «Ey, estamos fuera». Y no, no es lo que estáis pensando, sí que había servicio de mesa.
Pero bueno, pese a mis malas experiencias he de decir que aún así volvería al bule-​bar. Y no me preguntéis porqué, imagino que será porque el hombre es el único animal que puede tropezar hasta tres veces en el mismo bar.