Café Soret

Un café de estilo tradicional con una gran variedad de bebidas y dulces. Tomarse un café con croissant a la plancha en invierno, o un vampiro en verano es siempre una buena idea.

Es una de mis cafeterías preferidas de la ciudad, donde puedes desayunar o merendar tomando un excelente café (cosa que cada vez más es muy difícil de encontrar) y una tarta o algo de bollería, todo muy rico por cierto.
Además, es un sitio muy acogedor tanto para charlar tranquilamente con un nivel bajo de ruido, como para leer tranquilamente disfrutando de un buen café.
Como digo, uno de mis sitios preferidos.

Ambiente relajado y tranquilo. Un domingo, un festivo o un miércoles por la tarde. A esta cafetería le tengo un cariño especial, nunca me ha pillado cerca pero ha sido un punto de reunión familiar, y eso se nota.
Lo cierto es que no es que sea precisamente un lugar de esos que sorprenden, pero sí que es una cafetería amplia y acogedora Tiene un estilo muy familiar y te hace sentir como en casa.
Es el lugar idóneo para una merienda o un desayuno tradicional, de café con leche, croissant y zumito de naranja. Y otra cosa buena es que puedes pasarte horas allí sin que te miren raro los camareros, lo que afin de cuentas se agradece sobretodo si vas a tomar unas cañas.
Respecto al precio… es la única queja. Es un buen sitio pero pica en el bolsillo, cobran como zona turística o centro de la ciudad cuando esta un poco escondida, en un barrio más bien pequeño.

Llegamos a este sitio por casualidad y decidimos entrar a tomar algo.
Cafetería super acogedora y de ambiente íntimo a dos alturas y con una decoración sencilla y todo de madera.
Capuccino y croissant por 2’40 y no es sólo bueno el precio si no que estaba buenísimo.
El croissant lo pasan a la plancha y por encima le ponen una especie de almíbar que lo hace estar sencillamente espectacular.
También puedes pedir unas tostadas con tomate y jamón o alguna tarta según vi en la carta pero hoy no tenían ninguna. También tienen distintos tipos de te.
El ambiente es relajado e invita a largas conversaciones con una buena taza de café.
El personal es atento y muy simpático.

Somos asiduos. Está genial. Todo muy bueno y de buena calidad y Javi el propietario muy amable e intentando siempre que todo esté a tu gusto. El sitio acogedor y la música genial. Por la noche copas y velas.

Es una cafetería acogedora pero mis experiencias no han sido del todo agradables. Lo primero es que para ser un sitio de barrio (muy barrio) los precios son de centro de la ciudad.
Ese es el principal motivo que me echa para atrás. Y luego habré estado un par de veces y siempre ha habido algún detalle que me ha hecho poner mala cara. Por ejemplo, que no supieran que es una tostada con mantequilla y jamón york. De todas formas sus productos son de buena calidad.

Cafetería estupenda, café de primera y bollería del día. Perfecto para desayunar y/​o merendar. Recomiendo el croissant a la plancha
Además tienen wifi gratis

La de horas que yo he pasado en esta cafetería!!!
Fue el punto de encuentro de mi grupo de amigas durante muchísimos años y ahora que algunas estamos fuera de Valencia la visita al Soret cuando nos reunimos es imprescindible.
La atención siempre lo mejor.

Nos llevó una amiga que lo conoce de toda la vida. Me tomé un capuccino nata frío ¡increíble! ¡Qué cosa taaan rica! Me gustó tanto que al terminarlo me hubiera tomado otro. Se trataba de un granizado de café, nata (una nata increíble con cacao y azúcar) y virutas de chocolate. Estaba muy rico.
El ambiente es muy acogedor, con la luz perfecta y las sillas comodísimas! Mi amiga aseguraba haber pasado muchas horas en el Café Soret. Sin duda, si viviera en Valencia también las pasaría yo!

Si quieres disfrutar de un buen desayuno o una buena merienda, este es el lugar idóneo. Sólo de entrar, te invade el olor del cruasán a la plancha. Que con ese almíbar que le untan, y lo tostadito que queda, tardas 1 minuto en comértelo, 2, si lo saboreas.
Las tostadas también están deliciosas, sencillas, pero hechas con cariño. Con tomate, con jamón, sobrasada… También tienen tartas caseras en el mostrador. Y todo bien de precio.
Ambiente tranquilo y camareros muy simpáticos.
Con Wifi por si te apetece pasar un rato tranquilo de trabajo o de relax.

He tenido el gusto de ir a esta cafetería un par de veces, siempre con una amiga que es fan incondicional de sus «curasanes» a la plancha y la verdad es que si me pillara un pelín más cerca iría mucho más!
Me gusta especialmente el ambiente recogido y casero que tienen, repartido en dos alturas, todo en madera y con mesas redondas que animan a la charla.
Los cafés ricos, pero de verdad. No saben a quemado (que es algo que desgraciadamente pasa en muchos sitios) y si le pides que sea un café no volcánico te entienden y lo cumplen.
Comparto con mi amiga que los «curasanes» a la plancha están realmente buenos, aunque hoy me he inclinado a lo salado y me he comido bien ricamente una tostada con tomate y jamón muy muy buena.
El servicio muy atento, simpático y agradable. Un lugar perfecto para ir a darle los buenos días a tu estómago.

Es la típica cafetería con sillas y mesas de madera, paredes oscuras, etc. Las veces que he estado sonaba música chillout. Un sitio tranquilo para desayunar, almorzar o tomar café por la tarde.
Hacen una cosa con la bollería que es pintarla con una especie de sirope y meterla en una plancha tipo «sanwichera». Sale caliente y va perfecta con el café. Buena idea.
Los fines de semana abre hasta la madrugada y el ambiente cambia un poco, distinta iluminación y sirven copas.
Tiene Wifi gratis.

Ayer tenía inglés y llegué bastante pronto, raro en mi por cierto. Voy a tomarme un café pensé. No se que pasa últimamente en Valencia que las farolas no iluminan mucho, será por la crisis, pero al final del parque de la calle Campoamor vi las luces de algo que parecía ser una cafetería. Hacía buena tarde y aunque ya era de noche no hacía mucho frío con lo que la condena fumadora a la terraza fue agradable. Nada más sentarme una simpatiquísima camarera me dio las buenas tardes. Creo que estaba en un momento de descanso aunque no le importó interrumpirlo para traerme un cortado. Le pregunté si tenían wifi, mi compañía de telefonía móvil me había dejado tirado toda la tarde sin cobertura 3G para poder trabajas con internet desde el móvil. Me dio la clave, muy graciosa por cierto, y pude mandar unos emails urgentes. Entré para pagar, el local es de lo más acogedor, suelo y mesas de madera. Cuando fui a pagar estaban preparando un par de tostadas con tomate que tenían muy buena pinta. Vi que tenían bollería y pasteles para acompañar el café. Después de pagar mi 1,35 euros por mi cortado me marche a mis clases de inglés.

El Café Soret es de esos sitios para ir tanto por la mañana al desayuno, como mediodía al café o por la tarde a tomarte unas cervezas. Dividido en varias alturas y con mesas pequeñas, este lugar invita a la charla larga y tendida con alguien especial, o quizás así lo pienso yo porque solía frecuentarlo con alguien así.
El café de máquina, de esos que son negros como el tizón y la carta de infusiones muy recomendable, te lo sirven con la taza aparte, para que el agua caliente se impregne bien de las hierbas. Acompáñalos con uno de los deliciosos croissants que sirven.
Cuando llega el buen tiempo puedes disfrutar del sol en su terraza y al ser una zona peatonal, da la sensación como de que es más tranquilo.
Antes de que los móviles tuvieran Internet, solía conectarme con mi móvil a través de la red Wifi que tienen a disposición de los clientes.

El Café Soret está situado en un buen sitio, al resguardo del paso de cualquier tipo de vehículos. La terraza es muy amplia y en interior totalmente acogedor, con una decoración de madera que da una sensación como de principios de siglo.
El sitio es bastante tranquilo en general y goza de una amplia gama de cafés y tes con los que disfrutar de un buen ambiente junto a un buen bollo horneado en la misma cafetería.
La tranquilidad del sitio queda rota a la hora de entrada y sobretodo de salida del colegio. La cafetería está al lado de un colegio, por lo que los padres aprovechan para tomarse un café mientras los niños juegan en el parque.