Típica tienda de barrio para hacer fotocopias, ampliaciones, plastificar documentos, encuadernar etc. Me vino genial porque justo está enfrente del Centro de Salud de Luis Oliag y tenía que imprimir unas partituras, así que llevaba el lápiz óptico encima y crucé un momentito. Cuando entré no había nadie, así que me atendieron en 5 minutos y a correr. En cuanto al precio, me pareció barato y es que es andar 3 calles(o cruzar Peris y Valero) y parece que estemos de rebajas o de saldo, todo es más barato: los bares, las tiendas, e imprimir y fotocopiar, claro. Puedes dejar allí trabajos de impresión para que te los hagan e ir a recogerlos al cabo de las horas, o los días. El chico fue amable, y estaban a tope de trabajo porque había 3 o 4 trabajadores a de arriba para abajo con las máquinas en marcha. En cuanto a las instalaciones, se nota que las cuidan y que aunque deben estar allí unos buenos años, lo tienen todo impecable. Sin duda, volveré.