Este escondido rincón de especialidades Francesas, es optimo para esa cena romántica con un ambiente tranquilo para conversar, y sellar compromisos, así es de especial. Es una casa bien ambientada con luz cálida de lámparas y mesas elegante y buena música. En la semana varían algunos platillos del menú, la ocasión que fui invitado por un buen amigo artista, había en la especialidad de esa noche, lengua de res a la vinagreta y acompañada de un buen vino tinto y como cierre un rico flan casero, fue una cena sensacional, la guarnición de verduras salteadas a la mantequilla hicieron completo el platillo. Otra de las recomendaciones es el plato de mejillones a la marinera, ese es digamos que el plato estrella que normalmente tienen en su menú. Nunca había comido pato, esa ocasión mi amigo pidió un pato en un aderezo dulzón, recuerdo que era de manzana y me dio a probar, sinceramente me gustó mucho, aunque no quise al principio arriesgarme a algo que hasta esa ocasión no había probado. El ambiente del lugar es muy tranquilo y diría que serio. La atención es buena, aunque siento que la amabilidad y formalidad no está peleada con la sonrisa, de pronto sí el ambiente es demasiado francés hasta en el trato. Yo volvería a este lugar por sus platos que son muy especiales y quizá en un tema mas intimo, la opción de cenar en la parte externa es muy buena idea ya que cuenta con un patio-jardín muy agradable, sobre todo en temporada que no llueve o no hace tanto calor. No me ha tocado ir cuando hay música en vivo, pero se que de pronto hay cantantes, es solo cuestión de preguntar cuando sea la ocasión. No es fácil de encontrar el lugar, por la situación de las calles de esa supermanzana que es bastante compleja, pero es menos complicado acceder sobre av Yaxchilán, la ultima calle del lado derecho de la avenida antes de llegar a la Av. Cobá, entrar al fondo de esa calle que es la calle piña, hay un parque como glorieta, siempre hacia la derecha en una parte donde la calle hace una curva encontrarás este restaurante.