Un cafecito situado en el callejón Jhon Lenon, se nota a simple vista porque es el lugar en donde verás unas mesas y sillas, el lugar es especial porque estás en ese pasaje viendo pasar a la gente, no metido en un lugar, sino al aire libre, bajo árboles, ruido moderado y música de fondo, casi siempre elijo este lugar para echarme una chela no para comer. Los precios son buenos, si vienes en la noche, te enamorarás de este lugar de verdad, se encuentra como en la recepción de una antigua construcción antigua de esas que tenían casas en diferentes niveles pero no es vecindad, no sé es raro pero bueno a mí me gusta este lugar.