Vivero 5 de mayo

Un vivero pequeño pero bien habitado, el de la Cinco de mayo es ampliamente recomendable. Un lugar ideal no sólo para comprar plantas, sino para informarse de los cuidados que necesitan y, por qué no, para echar un buen ojo. El sitio es lindo, fresco y bien iluminado, además de que quienes trabajan allí están siempre dispuestos a responder preguntas amablemente. Hay de todo: de plantas comestibles hasta yerbas medicinales. Un buen lugar que merece más visitas.

Para quienes vivimos en Puebla, definitivamente la mejor opción para comprar plantas es Atlixco. Sin embargo, no siempre podemos salir de la ciudad en el coche y tomar 30 minutos de carretera para llegar a los muchos viveros de Atlixco. En ese caso, este es un buen lugar para comprar alguna planta para la casa o para un regalo.
Aunque el vivero es pequeño, tienen mucha variedad de plantas de sombra y de sol. En el área de plantas para interior tienen macetas no muy grandes con plantas lindas y bien cuidadas. Afuera, en la zona de plantas de exterior, hay plantas más grandes como bugambilias, palmas, y otras variedades.
El precio definitivamente no es lo más barato, pero tampoco excesivo.
Este vivero, como su nombre lo indica, está ubicado en la calle 5 de mayo, que es la calle principal de San Andrés Cholula.

Sería algo precipitado de mi parte decir que éste es el mejor lugar para comprar plantas en Cholula. De entrada, porque seguramente no conozco todos los viveros de la zona. Segundo, porque estoy consciente de mi encariñamiento irracional con este lugar.
Las opciones son muchísimas: cactáceas, suculentas, hierbas medicinales, comestibles, árboles frutales… y todas todas muy bien cuidadas. Si pensamos en los precios de los viveros de Atlixco, por ejemplo, las plantas de este vivero nos van a parecer carísimas. Pero en relación a otros lugares de la zona las plantas aquí están a buen precio. Y en realidad el precio es lo de menos. Todas las plantas que he comprado aquí están lindísimas como si desde que germinaron las hubieran tratado con harto cariño. He sido testigo de cómo el señor del vivero habla con sus lavandas. No me queda duda de que la gente del vivero sabe mucho mucho sobre el cuidado de plantas. Más de una vez me han dado cátedra. Si te das una vuelta, escarbas, y nomás no encuentras lo que buscas (me pasó con un árbol de mandarina), puedes preguntarles y te lo consiguen de volada.