El Ranchero Bar

El Ranchero es un bar gay ubicado en la zona centro de Tijuana, honestamente no soy mucho de ir a visitar éste tipo de lugares, pero no sé por qué, no es que no me agraden las personas homosexuales, simplemente es que me aburro, a veces una chica sale con ganas de conocer a algún muchacho guapo, pero si voy a éste tipo de lugares sólo voy a ilusionarme porque no espero encontrar alguien que se interese en mí.
Como les decía, no soy muy amante de ir a éste tipo de lugares por muchas razones, pero es que a veces se ven cosas que no estamos acostumbrados a ver todos los días, o al menos no en mi caso.
El Ranchero es un bar con 2 pisos, en el primero se encuentra un género de música norteña/​banda para los que les gusta éste género y en la parte de arriba es para los que les gusta más, bailar cumbia, electrónica y reggaetón.
Los precios son accesibles así es que puedes tomar algo sin problema alguno. La única queja que podría tener es en la cuestión de los baños. Puesto que nadie respetaba qué género correspondía al baño. Algunas mujeres entraban al de hombres y algunos hombres al de las mujeres, en mi caso si me molestaría estar en el baño y ver que entra un chico todo ebrio.
Así es que si eres una de esas personas que les gusta el ambiente más alegre, te invito a que conozcas El Ranchero, posiblemente te guste mucho.

Siempre después de que todos están cerrados, este es uno de los antrillos en los bajos mundos para acudir y seguir con el party.
Te encuentras a todo el mundo, por mas chocantes que sean, aquí se la llevan a partir de las tres de la mañana, que es la hora en que se va poniendo mejor, todos se quedan creo que hasta las siete u ocho de la mañana, cuando de plano ya no se puede mas.
En la parte de abajo siempre hay música de banda o norteño y vez a todos con sus jeans y sombreros, en la parte de arriba donde se concentra todo, vez a los borrachos mas aguantadores y algún stripper en la barra.
Aunque lo niegue, a veces voy a divertirme a ese lugar y me hubiera gustado seguir yendo, pero los meseros de plano son muy groseros y creo que a veces se ponen muy divas (con todo respeto), por lo mismo evito el lugar.
Un cliente más, un cliente menos.

Aunque tiene nombre de que puede ser muy divertido por romper estereotipos y además se encuentra en una zona vieja de la ciudad, la verdad es que El Ranchero me quedó a deber. Estaba preparada, con la mente muy abierta para no asustarme si de pronto veía un show raro, pero nada.
Lo que sí hay que reconocerle, como a muchos de los lugares en la zona norte del centro, son los precios tan amigables en sus cervezas, que te sirvan las caguamas con vasito de plástico para compartir con tus amigos. Además, el horario de atención es muy extenso, para salir al amanecer.
La parte de abajo es un poco más relajada, arriba podrás bailar sin problema. El servicio es muy básico, no esperes que te traten como si estuvieras en un altar, no sé si es parte de la instrucción que se da a los meseros, el que su atención sea de lo más discreta, o al menos eso vi en varias de las mesas.

Todos lo odian pero aun así los viernes y sábados está a reventar. Posiblemente el bar destinado a la comunidad gay más descuidado de toda la ciudad, pero aun así es el que todos al menos una vez en nuestra vida debemos visitar.
El lugar es de dos pisos, abajo es 100% vaqueros, y generalmente esta vacío, siempre ponen música de banda o cumbias y la mayoría tienen camisas vaqueras y tejanas.
En el segundo piso la cosa cambia completamente, ya que hay gente de todo tipo, hay una pequeña pista de baile y una rockola que solo funciona entre semana, y la música es completamente variada, y desafortunadamente el Dj es muy malo. Pero pone todo tipo de música, la secuencia generalmente es: baladas, cumbia, electrónica, reggaetón, banda. Y ya a eso de las 3 de la madrugada rock en español.
Y tiene todo tipo de meseros, desde los que saben cómo tratar a un cliente decentemente, hasta los que te acosan e insisten en que consumas algo, aun cuando tienes una chela en la mano (eso no me gusta). Una vez incluso, un mesero me dijo que no podía estar ahí sin estar consumiendo, y solo tenía 5 minutos de haber entrado.