Lourdes

Hace un par de semanas se ordenó un pastel, porque éste lugar fue super recomendado. El precio es bastante alto comparado con otras pastelerías. Pensamos que pues valíà la pena. Se ordenó el pastel… La decoración muy bien hacha. Pero fue uno de los peores pasteles que hemos comido, se sirvieron porciones pequeñas y NADIE pidió más. Se tiró como la mitad del mentado pastel. Le mandamos un mensaje por Facebook al parecer a la dueña. Para hacerle saber el descontento. Jamás contestó. Se le mando un segundo mensaje 10 días después, diciéndole que por no haber contestado le hibamos a poner una mala «review», pues si contesto rápidamente, diciendo que no había visto el mensaje. JA!.. pero cuando pedimos precio e información sobre el pastel, respondió en cuestión use minutos… Así que ya saben, precios inflados por pasteles qué no valen la pena, solo se ven bien…

Hace poco mi mamá y yo tuvimos antojo de pastel de tres leche, y estábamos de encomiendas en zona del río, recordé que uno de mis compañeros del trabajo había mencionado esta pastelería y quise ir a probar. Sinceramente, recomiendo más otros lugares porque además de caro el servicio es un poco malo.
Primero, queríamos una rebanada y nos estaban haciendo comprar un pastel mediano porque el precio era mejor, en lo personal, tanto rebanada como pastel entero se me hizo caro, digo, si estoy dispuesta a pagar por antojo pero no tanto. Después la chica que estaba atendiendo parecía enfurruñada y como que le molestaba el hecho que no hubiéramos escogido el pastel, nos recibió el dinero de mala manera y ni por educación hubo ese pequeño ritual de: «gracias por su compra» o algo así, no volvería a comprar.
Sin embargo el pastel sí sabía rico, el betum estaba suave y no era pura crema batida, el relleno dulce no te empalagaba y el pan estaba esponjoso. Una verdadera pena que el sabor no pueda superar el mal rato con la empleada.

Definitivamente, la mejor pastelería de la ciudad. Los pasteles son cremosos, esponjositos, simplemente deliciosos.
Antes me tenía que conformar con comer pastel y repostería de Lourdes cuando visitaba la ciudad de Ensenada pues esta cadena de pastelerías es originaria de ésta ciudad. Hace un par de años que ya funciona aquí en Tijuana y ha traído sus exquisitas combinaciones de frutas y hermosos diseños para ocasiones especiales. Casi todos los pasteles estan rellenos con crema chantilly, súper cremosa.
Mi favorito es el pastel de Snickers que venden aquí: un pastel de chocolate relleno con 2 capas de chocolate Hershey, una capa de queso philadelphia con trozos de chocolate Snicker con un topping de cacahuate y cajeta, cubierto de queso Philadelphia con trozos de chocolate… y después un trance diabético.
Por si fuera poco, la presentación de los pasteles es hermosa. Hacen pasteles para boda y ocasiones especiales con fondant y diseños muy elegantes.
Eso sí, no son pasteles baratos, pero… por favor, no pienses solo en eso, piensa en que será una hermosa inversión para tu paladar.

Es complicado no notar Lourdes en una plaza donde solo hay cuatro negocios. Es inevitable el ir si todos los días pasas a lado del lugar. Así fue como conocí Lourdes, pasaba una y otra vez caminando a su lado hasta que decidí entrar al lugar.
No era cumpleaños de un conocido ni nada por el estilo, pero me llamo la atención el café que te regalaban al comprar equis producto. El pastel estaba bien, el café lo mismo.
No es un lugar barato comparado con otros lugares que venden pasteles, pero eso esta bien. Lourdes paga renta en una de las calles más concurridas de la ciudad, ofrece una gran gran variedad de pasteles –en serio una gran variedad– y el servicio ofrecido vale lo que pagas.
Te ofrecen valor en lugar de «precio». Lo barato no te ofrece mucho. Lourdes no vende barato.
Sobre el estacionamiento te puedo decir que no tienes por qué preocuparte, encontrarás lugar todo el tiempo.

Esta pequeña pastelería ubicada en una plaza de ya varios años viene a revolucionar el concepto del tradicional pastel de cumpleaños. Lourdes nos ofrece una (y no exagero) inmensa cantidad de combinaciones de sabores todas muy deliciosas y, aunque los precios no son tan accesibles como en otras pastelerías de la ciudad, lo vale completamente una vez que pruebas sus creaciones.
Aunque yo solo he comprado pasteles para cumpleaños, he visto en repetidas ocasiones las diversas creaciones que hacen para los eventos grandes que los contratan. Desde piñatas, baby showers, jubilaciones, etc. Tienen muy buena mano para las decoraciones y el manejo del fondant por lo que el diseño que les pidan se los hacen.
Dentro de los sabores que aquí pueden encontrar son: queso con oreo, plátano, queso con fresas, blueberry, chocolate blanco, ferrero con nuez, kahlua, mango, limón con queso, fresas con crema, milky way, raspberry, rosca judía, piña colada, maracuyá, chocoflan, rockyroad, en fin, esos son solo algunos de los que pueden encontrar.
Lo mejor de todo es que aprovecho cualquier cumpleaños para ir yo por el pastel y de paso llevarme un cono de nieve thryfty para el camino.

Tengo entendido que esta pequeña pastelería no nació en la ciudad, pero a decir verdad que importa de dónde vienen si al probar cualquiera de sus productos lo menos que te va a preocupar es su origen. WOW, que ricos pasteles, galletas, y cualquier cosa pastelera que se te pueda ocurrir. Muy bien ubicada en una de las zonas comerciales más nuevas e importantes de la ciudad, no hay nada que pedirle a este pequeño negocio que con excelente calidad defiende su lugar como una de las mejores reposterías de la ciudad.
Mi experiencia fue muy buena y la verdad quiero volver a experimentar un poco más ya que no probé más que un pastelito, que estaba buenísimo. La calidad de sus materiales se ve, se aprecia y hasta se huele. 100% recomendado para cualquier ocasión.