¡No me puedo creer que con todos los locales que hay de esta franquicia, éste no haya sido reseñado todavía! Quizá porque no está en una calle muy transitada o quizá por otros motivos pero, en nuestro caso, deambulando o callejeando, lo vimos y decidimos entrar a ver qué tenían y, sobre todo, a qué precio. Nos llamó la atención que las pocas personas que estuvieran cenando dentro fueran asiáticas. Eso ya indica que, al menos, no está malo. Lo mejor, la variedad. Supongo que es habitual en la cadena, pero me gustó que, además del sushi, hubiera otro tipo de comida para los que no nos gusta el sushi. Curioso que, la comida caliente como era lo que me pedí, estuviera en un expositor con el fondo caliente, listo para comer. Cada tipo de comida indica los ingredientes y, mejor aún, si es o no picante con el clásico dibujo de 1 ó 2 guindillas. Puedes comer allí o, como nosotros, llevártelo con sus palillos y todo. ¡Y a un precio asequible para lo que es Londres! Ahora entiendo por qué hay tantos Wasabi: bien de precio y bueno = buena opción.