Al Dente

Buena relación calidad-​precio. No vas a encontrar ningún plato que te sorprenda tanto como para recomendarlo, pero el precio es correcto. He ido varias veces para encontrarse con amigos sin tener que cocinar en casa. Es todo. Pasta y pizzas correctas a un precio correcto.

Quien más y quien menos sabe preparar un plato de pasta más que digno, con lo cual el nivel de exigencia en los restaurantes italianos es normal que sea elevado. Uno espera algo exquisito, fruto de una fórmula secreta o de una combinación de ingredientes, cortesía del chef. Uno busca algo más que un menú para niños, y tristemente no estoy seguro que en la mayoría de ocasiones lo consiga. Es más, diría que en casi todos los restaurantes italianos uno puede comer una pasta más bien regular, cumplidora como mucho, pero nada espectacular, ni asombroso, ni que te haga replantear el sentido de la existencia. En este restaurante italiano, como en tantos otros, por otra parte, siempre me ocurre lo mismo; como a gusto, bebo a gusto, salgo satisfecho, pero me pregunto si no podría cocinar esos espaguetis yo mismo en casa. Lo de «al dente» hay que entenderlo entre muchas comillas porque realmente tampoco es así, o por lo menos yo he comido en restaurantes donde apuran mucho más el punto de cocción, dejando la pasta mucho más crujiente y resistente. Por lo que se refiere a la variedad de pasta, tenemos las mismas posibilidades de siempre, con lo que tampoco se nos presenta la oportunidad de ser originales. El local es estrecho y los propietarios demasiado ambiciosos a la hora de querer hacer caber todas esas mesas en un espacio tan reducido. Lo que sí recomiendo es terminar la comida con un par de vasos de limoncillo, para digerir, y para alegrar un poco la jornada.