Asador de Aranda

accueil médiocre et irrespectueux nous avons été déçu par la mauvaise qualité de la viande mal cuite et des frites trop trop salées le service est tres long; les serveuses désagréables et froides avec les francais car avec les catalans l attitude diffère je ne recommande pas du tout ce restaurant malgre un tres joli cadre; la nourriture est fade et de mauvaise qualité

¡Un lugar espectacular!
Nosotros pedimos el menú, abundante y sabroso, bien realizado. Un servicio esmerado.
Pdta. cocina castellana — leonesa, no manchega.

Wow. And to think we almost did not eat here because they were not busy. Everything was wonderful. The wine, grilled asparagus, lamb ribs and catalan cream. Nice servers. Wonderful memories.

Conozco este restaurante desde hace años y siempre hemos comido muy bien aqui, a pesar de tener otro sitio como nuestro favorito. Este edificio es impresionante — cuando visita gente de fuera, no dudo en llevarlos ahi — un ambiente magico en un sitio precioso. Es un manjar para los carnivoros y sobre todo su lechazo. Los cochinillos hay que encargar con unas horas de antelación. Mi recomendacion es que pidais los entrantes que os guste mas en lugar de dejarte aconsejar por ellos en recomendar los entrantes de la casa (que incluyen jamón iberico etc) ya que hay cosas que son innecesariamente caros. Perfecto es el picadillo, morcilla, chorizo y pimiento del piquillo y de segundo lechazo/​cochinillo con una ensalada verde para drle un poco de frescura al paladar. Postres son abundantes.

Nice outside sitting, the food is so so, they give your one glass of champagne when you visit here for complimentary.

This is a traditional restaurant that got too big because of the story behind the star dish «Roasted Suckling Lamb» and because of the great taste of it.
Everything else is normal. And service is below normal, except for the manager, she is super nice, she answered all our questions about the history of the restaurant and the place.
But the waiter was «rough», he doesn’t speak English, he would put all the drinks in the middle and expects you distribute it (we were a large group), he would bring the side dishes for the lamb with the appetizers.
But the Lamb is still very good, and you must try it, this is why I am giving it four starts. It is one of those restaurants that you have to go there at least once.

As a tourist, I have to say this restaurant was fantastic! We were very surprised that as an organized tour lunch here was included in our tour package. it’s a beautiful restaurant.
From start to finish, we thought the food was excellent. the highlight was the roast baby lamb. I have never seen it on any restaurant menu that I’ve been to at home in the U.S. It had golden brown crispy skin on top of succulent meat. there was no gamey lamb flavour here.
Perhaps, there is better in Barcelona or other parts of Spain. I would go back here because I know it.
Service was impeccable. one of our waiters even knew a little bit of English. a very accommodating establishment.

Precioso para ir en verano a cenar, parece que no estés en Barcelona. (Afterbite MUY necesario).
Todo muy pijo y muy bueno. La carne, para que se te salten las lágrimas. Yo, que no debo tener mucha ética y soy carnívora de convicción, lo disfrute muchísimo.
Eso sí, prepara la cartera.

The building is amazing but the positives end there. The food was expensive and very average, but the worst part was 3 or the 4 people I went with got food poisoning. I was wiped out for 48 hours as was my wife and brother in law…

Reconocido lugar entre los amantes de la buena carne y si no lo conoces estas obligado a visitarlo.
El lugar ya te hipnotiza por la belleza propia del lugar.
Si esperas una variedad enorme en la carta, no te hagas ilusiones. El cordero asado es el rey, tierno, jugoso,… Te sirven en cazuela de barro y te lo desmenuzan en la mesa.
Los entrantes típicos son unas morcillas de arroz y choricillos que están espectaculares.
El precio es elevado, pero merece la pena disfrutar como mínimo una vez.

Very touristic. Lamb is good, but not the best. Definitely not the first choice in Barcelona.

One of the most amazing places I have ever eaten. Every course is outstanding, the building is beautiful inside and out, and spectacular views of Barcelona below. Definitely not for vegetarians and not to be missed!

Carnes estupendas! El gazpacho parece más bien sopa de tomate. El servicio muy atento.

what’s with all the negative reviews? i don’t get it! I had a great experience. Good thing i tried it for myself and not get influenced by the previous reviews.
First off — the building housing this restaurant is spectacular — so the setting was a treat in itself.
Second — the service was gracious, friendly & prompt. And though my friends (who did all the ordering) are native barcelonans and could navigate between castellano & catalan seamlessly, the servers joked around with me in their broken english… no snobbery whatsoever.
Food: we had the baby lamb as the main course — sooo good. I’d never had such young lamb before — and this meat was tender and just fell off the bone. And the blood sausage (I can’t believe i’m about to admit this) was the best thing ever. Sometimes i just abandon my food issues, and adopt that Anthony Bourdain philosophy of just going for it & trying what the locals eat. I’m glad i did — because although i’ve had awful blood sausage (murcillo) in the past — this one was so delicious, i ate the last piece on the dish.
The place is expensive, but considering the whole — presentation, setting, food, quality — i think it was priced accordingly. definitely good for a special occasion. especially if you like lamb.

El Asador de aranda es una cadena de restaurantes que se encuentra en varias ciudades como Sevilla, Madrid, Bilbao, Valencia… y en Barcelona en concreto, donde encontramos tres: el de Avenida Tibidabo (el más espectacular), el de la calle Londres y este, el de Pau Claris, que seria el que menos me hizo el peso. Como indica su nombre, es un asador donde ir a comer buena carne. La verdad es que no acudiría a un Asador de Aranda para una celebración especial con la pareja o con amigos, pero lo veo ideal para una cena de empresa o una convención. Además hacen menús para grandes grupos y diponen de salones privados para este tipo de eventos.

I would give this place no stars if I could. We waited 30 minutes for service and when we asked the waiter to see a menu he had the audacity to brush us off! Really, AVOID this place like the plague it is.

Attrape touriste.
Mauvais service.
Carte presque jetée.
Bön j’y étais pendant MWC, le salon des Télécom Mobiles.
En conclusion à éviter

La espalda de cordero, los riñones a las brasas, las ensaladas, los ibéricos una verdadera delicia y un servicio impecable.

No soy yo muy carnívora, y quizá por eso no sea la voz a tener más en cuenta a la hora de juzgar un local como el Asador de Aranda.
Sin embargo me tiro a la piscina porque soy de la humilde opinión que en un restaurante de tanta alcurnia no solo pagas la calidad de lo que comes, sino del servicio, y que entras en él como Julia Roberts en Pretty Woman: enseñando la cartera y exigiendo que te hagan mucho la pelota.
Y el servicio de este orgulloso, modernista y espectacular local deja muchísimo que desear. Es el único restaurante del que me he ido sin ni siquiera pedir. Tan desastroso fue el tema.
La maitre era una extranjera con poco aprecio por el castellano –ni mencionamos el catalán — que nos ubicó en la PEOR mesa del sitio. Claro, entre tanto señorío del barrio con chaqueta y corbata, una pareja de treintañeros como nosotros le parecería poco –gran error, porque era una cena de aniversario e íbamos dispuestos a dejarnos la paga doble en carnes -. Nos situó a desgana –y sin acompañarnos — en una mesa incómoda, oscura y fea, al lado de la mesa auxiliar de las aceiteras y vinagreras. Teniendo en cuenta que el sitio es espectacularmente bonito, que tienen varios ambientes, con terrazas o mesas interiores, que exista si quiera una mesa así tiene tela.
Lo siguiente fue la carta. Era verano y pedimos un consomé. Y nos dijeron que no tenían, que el consomé era del menú de invierno, que en su lugar servían gazpacho. — ¿tanto les costaba hacer los cambios de los platos de temporada, para no crear confusión?
Y finalmente, la carta nos supo a poquísimo. Sí, sabíamos que la carne allí la sirven de vicio (no era la primera vez que estábamos en un Asador de esta cadena), pero las opciones eran mínimas, y si a eso le añadíamos el hecho de que contábamos con que algunas cosas no las servirían por «no ser de temporada», apaga y vámonos.
Repito: si me pasa esto en un «bar Pepe», no me importa, me adapto y ningún problema. Seguramente porque «Pepe» será un señor amabilísimo que hará que mi experiencia en su restaurante merezca la pena. Pero fallos así en un restaurante de estas características (caro, pijo y señorial) a mí me parecen imperdonables.

Quizá por influjo del lugar, del edificio modernista conocido como Frare Blanc; quizá porque es un lugar de categoría y eso también influye. El caso es que no he probado cordero como el del Asador, ninguno tan tierno y sabroso. La morcilla, crujiente y cocida en su justo punto, también tiene tela.
Vergüenza debería darme comer en dicho lugar y fijarme antes en la comida que en las vigas, las guirnaldas y las ingeniosas formas de construir una ventana. Me imagino al chef del lugar esforzado en una competición contra Joan Rubió, el arquitecto, muerto sesenta años antes, por las atenciones y el aplauso de los visitantes. En mi caso, me temo, declaro ganador al cocinero.

No sé si fue por algo de resaca que tenía (tuve una boda la noche anterior), porque hacía mucho calor y mucho sol, o (más probablemente) por la localización, pero el lugar me dio miedo.
A veces, restaurantes situados en edificios antiguos rehabilitados, quedan bien, originales; a veces, quedan extraños, como superpuestos sobre incontables capas históricas. Éste me parece que es el caso.
De la comida, nada que decir (o todo): muy buena, muy grasienta, deliciosa si queréis. El cordero, la morcilla, todo tipo de platos provenientes del cerdo, carnes que saciarían a Obelix… ¡Fabuloso! No es una comida ligera ni frugal, ya lo sabeis. Del servicio, tampoco: muy serios, elegantes, clásicos (era una celebración, y un amigo de la familia vino a tocar el violoncelo; todo fue muy bien).
Ahora bien, el lugar… El edificio está rehabilitado –aunque había rincones con polvo, ventanas con mosquitas muertas (no va con segundas)-, hay numerosos pasillos y pisos que hacen que por momentos creas que te vas a perder cuando vayas al baño y ya no te encontrarán. Me recordaba al hotel de «El Resplandor». Y esa avenida inhóspita…
No voy a abrir otro comentario sólo por esto, pero me gustó mucho más el restaurante de la calle Pau Claris, también elegante y serio a la castellana, pero más agradable, más cómodo. Se pueden comparar los dos locales –aunque la comida, eso sí, grandilocuente y buena como pocas en ambos-.

Familias endomingadas celebran fechas de uniones y nacimientos saboreando tiernos lechazos y crujientes morcillas de Burgos.
La arquitectura de la casa, conocida como el Frare Blanc o casa Roviralta, del modernista Joan Rubió i Bellver, provoca movimientos constantes de los comensales curiosos escaleras arriba y abajo, y hacia la buhardilla de madera y ladrillo de estilo oriental.

Le charme et le goût
Une vieille batisse magnifique décorée magnifiquement. Une terrasse charmante pour les soirs de chaleur. Le restaurant allie la qualité d’un service irréprochable et celle d’une carte locale où l’agneau est roi. Né pas hésitez à prendre ces tapas dont la magnifique Morcillas. Et puis, la carte des vins permet de se plonger définitivement dans l’ambiance. A découvrir absolument. Assez loin des sentiers touristiques classiques pour avoir un peu de charme en plus…

Como el resto de ARANDA’S
Igual que en el resto de restaurantes de la cadena (incluido El Figón de Recoletos de Valladolid) el producto es muy bueno, pero da la impresión de que se lo creen demasiado: el trato al cliente y los precios deben de mejorar.