Bar Vinilo

A pesar de sus precios, el Vinilo sigue siendo un clásico en Gracia con buen ambiente y mejor música. No será tu bar «de cada día» pero bien merece una visita de vez en cuando.

Entré con dos amigas y la camarera fue muy antipática y no ofreció ninguna ayuda para que nos pudiéramos sentar. El ambiente del bar parecía agradable pero con empleadas así se te quitan las ganas, así que nos fuimos. Una pena.

Vamos a ser claros.
Este sitio es caro de narices. De los de no esperartelo, además. Porque tu entras tranquilamente, ves que hay gente, pero no mucha, que algunos llevan camisas, otros zapas, que hay poquita luz, pero también decoración arrabalera… Luego te sientas, ves a gente del mundillo musical (el jefe es el cantante del grupo Inspira), proyectan pelis en la pared… todo muy bonito, muy moderno, muy de Gracia, muy de tenemos 30 y tantos pero no lo parece…
Y entonces te clavan 4 eurillos por una mediana. Que a mi ya me disculparán los fans del lugar… pero me parece excesivo y exagerado. El camarero debe echarse aún unas risas cuando piensa en la cara que se nos quedo a mi y a mi acompañante al soltar casi 10 euros por dos cervecitas…
Y uno entiende que Gracia es lo que tiene, molar es complicado y para molar se debe ser exclusivo, pero hasta cierto punto, por favor!
PD: además, el grupo del gerente no me gusta nada!

El Vinilo es uno de esos bares que siempre están llenos. Hay gente de todo tipo, el lugar común de los cuales suele ser el de la música. Personalmente no presto mucha atención a lo que suena cuando estoy allí, porque creo recordar tengo que alzar la voz para mantener alguna charla, ya que impera la congregación de grupitos de personas y quizás no tanto de parejas, aunque no es imposible hayarlas.
No sé muy bien, pero intuyo que el nombre del bar es bastante poderoso.

Ideal para un «¿tomamos algo?» con buen fondo musical y posibilidad de charla distendida. No da miedo pedirse una segunda cerveza, pese al dolor de bolsillo que acompaña casi todo dispendio en Gracia, porque el ambiente es cómodo, no como en los «terracismos» próximos. Su espacio es quizás algo reducido y se nota en cuanto entra un grupo numeroso, pero si estás de suerte y te atrincheras bien pasarán las horas y las palabras agradablemente.

Me gustan los nombres de bar que te indican, de forma conceptual, alguna característica importante del sitio. El bar Vinilo es uno de ellos. Y me gusta.
Muy ligado a la escena musical independiente barcelonesa, hablamos de un bar amigo de los Standstill, Love of Lesbian, Mishima, María Comas, The New Raemon y toda una extensa retahíla de emergentes artistas. Así, es fácil encontrarse allí con miembros de todas esas formaciones musicales disfrutando de una cervecita bien fría.
Se trata de un bar con estilo propio, cómodo y elegante, decorado en madera, con muy buena música de fondo (como no podía ser de otra forma) pero que permite charlar con los amigos sin tener que desgañitarse. Un sitio muy apetecible.
Aunque los precios son bastante altos, el ambiente y el buen rollo de los camareros y camareras del local, todos músicos y melómanos, hacen de este bar una buena elección para tomar unas cervezas o una copita tonta cualquier día de la semana.