Great little rock n roll bar. Fun crowd. I would not bother going before 1130 pm as it’s a bit of a late nite place. Open till 3am I think. Nice staff. Very small. Sometimes live music sat sun afternoons Check Facebook. Been in business 25 years!
Rosie W.
Évaluation du lieu : 4 Oakland, CA
The Mr. is into the shag hair cut scene. He likes his freak beat, northern soul, Brit pop, and mod musics, and he has several friends who look like Velma from Scooby-Doo. Who are dudes. Anyway, it’s his thing. And it’s kinda not mine. So when I go to his scooter rally stuff or listen to his friends DJ, sometimes I’m really just being a supportive Mrs. I’m just as happy(happier?) with my kiester planted on a stool in a neighborhood bar. We both got what we liked at Barbara Ann. It had the vibe, the music and the hair cuts that the Mr. loves, but there were also just reg’lar folks there, too. You don’t HAVE to dress the part, but you can if you want. Fab décor, good drinks, friendly bartenders, mixed nice crowd. We dug it.
Stephanie F.
Évaluation du lieu : 5 Long Beach, CA
The night we went to the Barbara Ann, there wasn’t too much of a crowd, but the music couldn’t have been better if the fabulous Johnny Sleeper out of LA was the DJ. Straight up 60s garage, though from what we were told, it varies from night to night. It was their closing night before the season, because wouldn’t you know it, lots of things in Spain seem to close the entire month of August, or at least the last two weeks. I would have given the Barbara Ann a 4 because it was a bit dead, but if you’ve read any of my other reviews, any bar with a pinball machine automatically gets an extra star, and this bar had none other than Tommy pinball, which although not my favorite machine, is gives decent play, and definitely goes with the theme. 1 euro for two plays. I also like that the bartender gave us candy on the way out.
Abel F.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Parece que el aburrimiento y los 60 no se conocieron. No creo que exista ningún bar sesentero que sea aburrido, y el Barbara Ann no es ninguna excepción. Como todos los garitos que merecen la pena, el Barbara Ann está escondido de las miradas indiscretas en una área inexplorada de Les Corts disfrazada de extrarradio. Su fachada, pintada de algún color grotesco, le confiere un entrañable aspecto lúdico de puticlub de carretera. En el interior: música de revival, posters a juego, vinilos decorativos y un pinball de The Who que me recuerda la escena de Tommy en la que Elton John trata de ganar a un chaval ciegosordomudo jugando al millón. Más locura, no se puede. You got me rockin’ and a-rollin’, Rockin’ and a-reelin’, Barabara Ann ba ba, Ba Barbara Ann!
Juan P.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Un bar para los que saben que el pop de verdad, el que no admite discusión, se facturaba en los sesenta. Consumiciones a precio justo y con banda sonora siempre de lujo. El nombre puede parecer uno de esos chistes estilo Bar Celona, Bar Tolo, Bar Barella… pero eso es en lo último que se piensa cuando uno entra aquí: buen gusto decorativo y en la selección musical, ideal para la charla distendida y el viaje a otra época en la que la música era, cuando menos, honesta.
David M.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Cuando se habla de «Barbara Ann», la mayoría de gente piensa en la canción que popularizaron los Beach Boys en los años 60. Aunque, para los aficionados a la música retro y al rock n’ roll, también es uno de los bares más originales de Barcelona. La primera vez que fui, recuerdo que me llamó la atención ver una Vespa totalmente restaurada aparcada en la puerta. Esto ya era una señal de lo que me encontraría dentro: un bar minúsculo, adornado con pósters de grupos de garaje, rock y Northern soul, con un futbolín en la parte alta y varios taburetes en la parte baja, que se convierten en un estorbo cuando la gente se anima a bailar con un estilo inconfundible. La clientela del Barbara Ann acostumbra a ser habitual y muchos de ellos forman parte de la escena musical de la ciudad. No en vano, es uno de los pocos bares donde se vive con pasión la música«vintage» y resulta perfecto para tomar una cerveza en buena compañía. Debo reconocer que a mis amigos no les gusta demasiado ese estilo de música, pero quedaron encantados con el local, jugamos muchas partidas al futbolín y bailamos un buen rato al ritmo de los primeros singles de los Rolling Stones(«Get Off My Cloud» sonaba a gloria en ese ambiente). Otro aliciente de este bar es que queda muy cerca de la Sala Bikini. Esto hace que sea perfecto para reunirse con los amigos y tomar una copa antes de salir de fiesta. El lugar no tiene pérdida, puesto que la Vespa sigue aparcada en la puerta.