Their green tea with mint and the chicken empanadas are nice. And yes they take all credit cards, with a smile.
Antoni R.
Évaluation du lieu : 5 B
¡Adoradores de los falafel uníos! Hace ya mucho tiempo(quizá diez años) que voy al centro para comerme los falafel del Buen Bocado, pero desde que soy Unilocaler no había tenido la oportunidad de ir y escribiros una reseña. Así que ayer fui, comí y vencí. Pequeño local en el barrio gótico que ofrece shawarmas y falafels con los extras habituales y unas patatas por aquí y unas pastas árabes por allá. Os podéis comer la comida en el mismo local o llevaros lo que habéis pedido a una de las plazas que hay alrededor del local. Todo lo que os digo está muy bien y seguro que pensáis que no vale la pena ir ya que de lugares como ese hay a porrillo, pero no. La verdad es que(aiiiii como me gusta escribir esta frase!) es uno de los mejores falafel que he comido en mi vida, y sin lugar a dudas el mejor de Barcelona. Ese toque de menta es maravilloso. Ese falafel de calidad y ese acabado apurado sin caer en inventos innecesarios. Así pues, si estáis en el gótico, y no sabéis qué comer y tenéis poco tiempo, ya sabéis donde ir. En cuatro palabras: FUNDAMENTAL!
Budget B.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Shawarma de cordero, buenísimo shawarmas hechos con carnes de verdad: sea ternera, cordero, pollo o pavo. El pan también se siente muy rico. Se pueden comer ahí, si es que encuentras lugar.
Paula M.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Desde 1989, éste es, seguramente, el primer restaurante-kebab de la ciudad. Y también uno de los que conservan un producto más cercano al original bocadillo de cordero, elaborado con carne de verdad, pan pita y un enorme grado de buen rollo, nunca mejor dicho. Tanto este Buen Bocado, de dimensiones estrictamente«take away» salvo para reclinarte levemente contra un taburete, como su hermano pequeño pero más grande del número 58 de la misma calle, tienen una habitual clientela del barrio, fiel y confiada, que se alterna con el ingente número de turisteo transeúnte.
Mariana B.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Quien aun no haya ido a comer un falafel o un durum o un shawarma a este sitio no sabe lo que se pierde. Hay un simpatiquisímo paquistaní que se llama Majed que con una sonrisa te arma lo que le pidas. Fui miles de veces, con mi amiga Thais después de clases, con mi amigo Juan después de unas expos, con mi amigo Martín haciendo noches de gira por el gótico. Son incontables las veces que andado por allí. No te lo puedes perder. Este«tío» me hace sonreir cada vez que voy y lo que hacen me encanta. Con dedicación atiende, con dedicación envuelve el durum o lo que sea que te pidas. A decir verdad la primera vez que probé falafel fue allí. Inclusive si le pides que te ponga menos menta de la que lleva él sin problema alguno lo hace. Majed es mi nuevo ídolo paqui. Sencillo pero con sonrisa a rabiar te atiende con ganas y predispuesto. Quien visite la Plaza del Tripi se tiene que hacer una llegadita por este lugar. No venden cerveza, solo agua o bien refrescos. Presta atención al arte que tiene el mostrador y viaja más allá mirando las teteritas de plata que hay al fondo a la derecha. Una variedad de postres dulces te seducirán en la entrada. Aun no los he probado pero siempre pienso en que habrá una próxima vez en este local. A comer un buen bocado gente. A disfrutar de la vida. A caminar por las calles comiendo un falafel. Ah si quieres por supuesto que te puedes quedar en sus mesitas altas. Hace un rato que vuelvo de allí con mis dos amigas nuevas que me hice estos días. Es para recomendar y llevar gente que pasea por esta ciudad. Sin dudas. Mis saludos a Majed. Voilà!
Adrián C.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Entre las búsquedas más habituales en Google sobre nuestra ciudad es muy probable que esté la secuencia«mejor shawarma Barcelona». Acostumbrados como estamos a esas moles de carne, mitad carne mitad porexpan finito, a veces apetece comerse un shawarma en condiciones, de cordero y no de vacapollo. En la calle Escudellers hacen uno de los mejores, digno de guías de viajes, que sabe a lo que tiene que saber y se cobra al precio que toca. Es un local enano, sin mesas. En realidad es una barra preparada para que las personas humanas como usted se lo lleven Gótico abajo. Tiene unos cuantos taburetes, eso sí, y en realidad apetece mucho sentarse si tenemos en cuenta lo entretenida que es la calle. Con sus cacos y sus borrachos gritones; con suerte ven una persecución, y lo hacen, afortunados, desde la tranquilidad del Buen Bocado, falafel en mano. Aunque no se lo crean tiene lavabo, no demasiado sucio pero más pensado para los trabajadores que para los clientes.