Café del Sol

I loved this place. We spent 20 € for more than enough food for two people and a bottle of wine. The wifi wasn’t working which is the only thing I didn’t like. Great place to spend my friends birthday dinner at!

Servicio rápido
Ambiente agradable
Papas bravas buenísimas
Recomendado pa tomar algo!

Sólo teníamos claro que queríamos cerveza, tapas y terraza, y llevábamos un rato realizando intentos fallidos, hasta que por fin pusimos aquí el huevo.
Eran las 20,30h de un lunes, y el camarero nos preguntó si íbamos a cenar, a lo que respondimos que pretendíamos tomar unas cañas y alguna tapa. Su respuesta fue que a esas horas ya solo daban cenas, por lo que teníamos que pedir al menos tres tapas (no era la alegría de la huerta, la verdad, pero nos pareció bien).
Nos trajeron la carta, no muy extensa, donde había ensaladas, quiches, tortillas y otras tapas. Nos decantamos por unas bravas (para mí nunca pueden faltar si voy de tapeo), una quiche de roquefort y nueces, un pastel de patata y espinacas y una ración de pan con tomate, y de beber dos cervezas Moritz, que por aquí es como los champiñones, una de ellas con limón.
La comida me encantó, toda. Las bravas buenísimas, muy caseras, cortadas en cuadraditos con piel, cubiertas de salsa tipo mayonesa y salsa picante casera, el pastel y la quiche también exquisitos, la única pega es el tamaño de las tapas, bastante pequeño, de hecho las sirven en platos poco más grandes que los de café…
El precio, en relación con el tamaño, quizá algo caro, aunque la calidad es muy buena. La quiche eran 3,80 € y las bravas y el pastel creo que algo menos. La cuenta fue de 19,60 € con las tapas y tres cervezas. No está mal, pero solo para un picoteo.

This is a great place to have a beer or cocktail and people watch but the food is pedestrian at best. AGAIN — good for drinks and hanging out (fun!) but don’t bother eating…

Mítico bar de la Plaza del Sol de Gracia. Nunca he estado en el interior ya que siempre que voy es verano y lo que apetece es terracita.
La otra noche fuimos a picar algo y la verdad es que no estuvo nada mal. Pedimos queso camembert rebozado con mermelada de fresa y estaba muy rico (aunque he de reconocer que a mi personalmente me sobraba la mermelada, no soy de mezclar dulces con salados, pero a mi pareja le encantó). También pedimos croquetas de pollo caseras (¡y tan caseras! me encontré un mini-​hueso mientras masticaba!), estaban buenas. Por último, unos huevos estrellados con choricitos (como véis llevo genial la operación bikini este año). No estaban mal, pero los huevos estaban demasiado hechos y no soltaban el liquidito tan rico de la yema, que lo que mola es que las patatas se puedan untar. Aún así nos los comimos a gusto.
Los precios no están mal y la chica que nos atendió era maja, así que es una buena opción si quieres tomar o comer algo en la mítica Plaza del Sol de Gracia.

Came here with my fiancée and was unimpressed by the food. Service was slow and was greeted without a smile. We sat outside and when I went inside to use the restroom the place was overflowing with the smell of pot. Better places nearby.

The terrace should be a great place to hang out, but the waitress here wouldn’t stop bothering us to pay the bill. She would come by the table, say «I need to charge you», and then walk off. After the fifth time (no exaggeration) she finally slowed down enough to take the money, and when I confirmed the price she rolled her eyes and let out an annoyed «Sí». What is that? It’s not my fault you’re a spaz. I just wanted to enjoy the plaza and my beer and for you to leave me alone.
That said, I can’t imagine the service is always that annoying. I’ll likely try it again because it has a big plus: shade.

I really liked hanging out at this café. After dinner, my husband and I decided to take a stroll around Plaza del Sol to just hang out and look for some cool bars. Café del Sol was the busiest in the plaza so we decided to stop in and have a drink.
It is a pretty cute place, as you walk in the bar is to your left and there are high top stools on the right to sit and hang out. Then you walk further into the back and there is a hall way into a small little room in the back that has about 7 tables and a piano. We sat down and ordered wine and beer, saw a sign that said ask the bartender for games. There have different board games you can play but you have to ask for it. Enjoyed it very much. Very cozy.

Uno de mis mejores recuerdos en Barcelona. Y cada estancia, es mi primer peregrinaje. Café del Sol. De noche, hay que instalarse en la terraza, y respirar un poco de frescor.
Al camarero muy simpatico, le pedímos unas copas, y como teníamos hambre, a ver… unas tapillas. Jamón por supuesto, y pa amb tomaquet.
Pero para picar, solo he! Pues buenisimos, y nos sentímos los reyes del mundo.
Y lo que me encanta lo mas, es que se encuentra a la gente del barrio, a los de aquí. Siendo no barcelonesa, es algo muy importante para mi, no quiero comer hamburgesa con turistas! En Roma, como los romanos!!!

Su interior, cualquiera de sus estancias, se me hacen extremadamente incómodas por populosas… cosas de la edad Juanito… cada vez me muestro más reticente a entrar en él. Su exterior, la terraza, sigue siendo maravilla primaveral para el vermut dominical o las cañas al salir del trabajo, aunque cada vez la frecuento menos, pues identifico la plaza en que se ubica con el reflejo de esa Gracia «dejada» tan «cool». Pero siempre recordaré que en esa terraza ella me sonrió por vez primera mientras mi vista se desviaba hacia sus… ojos. Sí, sus ojos.

Una de las mejores maneras para que aflore la inspiración suele ser un buen Café. Un bar de esos que te envuelven, sus paredes te cuentan sus vivencias, la música te lleva lejos de donde estés, y parece que los ojos ven más allá de lo que pueden ver. Para escribir, o para leer, o para charlar, o simplemente para estar, El Café del Sol siempre será un compañero fiel, de los que nunca te defraudan.

Otro de los míticos cafés de la Plaça del Sol. En verano y los días soleados de invierno su terraza es de lo mejorcito. Pero me gustaría destacar también su interior, en concreto la segunda planta: acogedora, tranquila, con un piano de atrezzo que le da un toque bohemio y romántico. Este local hace el papel de cerveceo de tarde o de cuabateo nocturno; en ambos casos se está muy a gusto. El mayor inconveniente es la cantidad de gente, aunque ésta es la tónica habitual en los barecillos de Gràcia. El Café del Sol es el punto de encuentro para muchos grupos de amigos, abarcando edades comprendidas entre el instituto y más allá de los 50, y un buen lugar para llevar a amigos que vienen de visita a la ciudad. Yo lo catalogaría como Bar-​comodín, si no sabes dónde quedar, vas al Café del Sol que rara vez falla… Como virtud creo que es de las mejorcitas que puede tener un local.

Si quieres conocer uno de los cafés con más solera de Gracia tienes que salir corriendo (pero corriendo, ¿eh?) hacia El Café Del Sol. Que está, como su nombre indica, en la mítica Plaça del Sol. Este clásico abrió por primera vez hace más de cien años y desde entonces ha sobrevivido a toda la transformación del barrio. Ha presenciado las grandes actuaciones de los años 60 como punto neurálgico de las fiestas del Barrio (¡Qué envidia!) y ha sufrido el bullicio de sus gentes y vecinos de siempre. Que no son pocos. Ha sobrevivido hasta hoy. En el Cafè del Sol a veces te da la sensación de vivir dentro del tráiler de la película «Amelie». Pero lo mas importante, el Café del Sol ha estado siempre ahí manteniendo el tipo y la cordura en el barrio. Actualmente un local con méritos sobrados para ir a tomar una caña.