Dicen que la experiencia es un grado y la edad te aporta experiencia. Así que si en una cafetería te encuentras un nutrido grupo de gente mayor, ese sitio debe tener algo! Cafetería como las de antes y eso hoy en día en el centro, es un lujazo! Si estás por la zona y no quieres acabar en el Starbucks de turno, ya sabes donde ir! Croissants de chocolate, ensaimadas, magdalenas y mucho más pero como las de antes. No vayas buscando nuevos conceptos, ni sorpresas, este sitio lo que te garantiza un desayuno o una merienda clásica, clásica!
Alejandra A.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Con sus pequeños cruasanes de chocolate espolvoreado, sus pain au chocolat con naranja amarga, las sempiternas ensaimadas… un edén en el Raval. Y cómo no, si los camioneros miden la calidad de los bares de carretera y los ancianos la de las pastelerias, la mistral es un jurásico del dulce!
Anna P.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Un oasis de tranquilidad en pleno centro de Barcelona. Yo venía de la librería del Raval y quería un lugar tranquilo para leer unas cosas y escribir y no podía esperar!!! pero tampoco quería meterme en una librería con mogollón de ruido(que es lo que puedes encontrarte en el raval) estando sola y queriendo leer. Total que me vi de pronto en la Mistral sin pensarlo y dije: Claro!!! el piso de arriba!!! Al entrar llegué a dudar un poco y todo, porque es bastante grande y aunque vayas al piso de arriba, si está llena, tengo mis dudas de que sea tan tranquila. Además, el piso de abajo, sea como sea, es muy ruidoso. Llegué, y vi que arriba se estaba tranquilo y entonces me quedé. La verdad es que estuve muy a gusto y todo está muy rico allí(aunque esta vez solamente me pedí un te rojo). Lo que creo es que a veces, como tienen tanta gente, son un poco lentos y además «van per feina». Pero bueno, solo porque está bueno y tienes un espacio agradable… ya vale la pena. Hay que ir solamente porque es Mítica.
Roberto V.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Cafeteria muy tranquila de la panadería Mistral, se encuentra en la parte de atras de la verdadera panadería de toda la vida, cualquiera que viva en el barrio de Sant Antonio habra oído hablar de ella, incluso los que no son de este barrio. Este lugar para mi es famoso por sus ensaimadas, su textura su sabor su aroma es inconfundible, para mi son de las mejores ensaimadas que he probado en Barcelona, las hay rellenas de cabello de ángel, de crema y sin rellenar. Los croissant tambien están muy ricos, sobre todos los minis. A si que si estáis por la zona del centro de Barcelona, vale la pena andar un poquito y desayunar o merendar en esta cafetería.
Estela C.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Me encanta este lugar y a la vez me hace sentir grima porque normalmente cuando me siento pienso«ups…debemos de ser los más jóvenes del local…». Y es que, como bien dicen en otros comentarios, Mistral es Territorio Comanche… más bien Territorio de las Señoras de Sant Antoni. Pero claro, es que tontas no son. Siempre que veas a una señora mayor con sus amigas enlacadas y luciendo abrigo de pieles falsas –las de las pieles buenas ya tienen quién les haga el café en casa– en un sitio piensa: «tate, en este sitio te dan cosas buenas». Y así es: Mistral es un lujazo en eso de la bollería tradicional y el pan de toda la vida. No hay inventos ni moderneces: pan del de siempre y unos mini-croissants que son ya un clásico en la zona. El sitio tiene un punto com anacrónico, no es viejo pero tampoco parece nuevo, las paredes blancas chocan con los sofases de sky al fondo y la parroquia, aunque generalmente mayor y del barrio, puede variar entre cholos y cholas haciéndose arrumacos, universitarios recién llegados a la ciudad, despistados que anclan en el primer sitio en el que creen que les pondrán un buen café –no está malo pero tampoco es buenobueno — y amantes de los sitios frikis y raros como yo que, además, se mean cuando les tratan mal: porque las camareras por lo general son profesionalmente bordes — de hecho tengo una teoría que dice que lo mismo que a los dependientes en H&M cuando entran les dicen que pasen de la clientela, a las camareras del Mistral las obligan a ser antipáticas– . Es así, y es parte del«encanto» del lugar. O lo tomas o lo dejas.
Bernat C.
Évaluation du lieu : 2 Barcelona
Este sitio tiene clase. O algo asi. O la clase de clase que tendría una cafetería de barrio propensa a los espacios pseudoindustriales, el plástico y la frialdad. A ver, como decirlo, los productos son buenos, el café es decente y no es escandalosamente caro… pero todo transmite un ambiente hospitalario chungo que no mola nada. Y si además, esta siempre lleno de señoras que han vivido tiempos mejores(dicho des del respeto y la admiración, porque deben haber criado a hermosos hijas e hijos y tal), las chicas que te sirven visten de impoluto blanco y cosas así…pues a veces uno no sabe si esta en una cafetería al lado del Raval o en la cafetería de la clínica Asepeyo. Mu raro todo. Pero sigo pasándome a tomar algo cada dos por tres. Será que tiene algo… Ah, si, lo decíamos antes. Clase.
Mario T.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Más que una cafetería parece el lugar de reunión de una mafia. Pero no de una mafia de película llena de ítaloamericanos fornidos, no; aquí, las que montan el tinglao son las mujeres mayores. Las pastas son tan deliciosas como las de la Mistral de Ronda Sant Antoni, pero aquí la forma de pago es un tanto peculiar: pasas por un mostrador de panadería-pastelería, pides lo que quieres, te lo llevas en una bandeja junto con el tíquet, y a la salida, se lo entregas a la empleada que trabaja detrás de una especie de atrio y te cobra. Las mujeres mayores del Raval y del Barrio de Sant Antoni viven muchos, muchos años. Las mismas mujeres que pasan todas las tardes de la semana merendando en la Mistral ¿Coincidencia? Yo creo que no.
Borja B.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Uno de los mejores sitios para desayunar o merendar por esa zona del centro. Poseen una dependencia dedicada a pan y pastas para llevar en Rda. Sant Antoni, pero la entrada por Torres i Amat es la que ahora nos ocupa. Tienen un sistema un tanto peculiar de funcionamiento(acudes a un mostrador, pides lo que quieres tomar, te lo sirven en una bandeja, te dan el tiquet y tu mismo te lo llevas a la mesa; cuando te vas, para pagar debes entregar el tiquet a una caja que hay junto a la salida) y a ratos predomina el público«señoras que» pero la variedad y la relación calidad/precio de sus croissants, ensaimadas y demás es practicamente imbatible.