La Principal

Une sangria comme vous n’en trouverez pas d’autres à Barcelone Olé !!dans une ambiance pure Catalane
Le patron est au top.
Et viva la catalunya.

En una esquina centrica… con terraza y primer piso al cual se accede por una escalera de madera y vertigo, perfecto para tomar algo y charlar, comer algo ligero o simplemente sentarse en la terraza y ver pasar a la gente. Café, cortado a precios de 2002… ambiente joven e informal, gente heterogenea y camareros/​as ambles

It is a pity that Unilocal doesn’t allow to give 4 and a half stars, because this deserves a 4,5. Located in Sant Antoni, but really really close to the eixample and the raval, in Goya’s square, I remember this place from my beginning in Barcelona, and that was 20 years ago. They have remodelled, but in a really good way, still have the vibe from an old place, the place were our grandfather went to play cards or domino with their friends meanwhile fixing the world. It is a really nice place to have a drink chatting with an old pal, because the music is not too loud and the light is bright enough to see faces. Service is fast and the prices are really good. I didn’t have the chance to taste any of their tapas but the bravas looks really nice. They also have vermut combos, olives plus vermouth, chips plus vermouth and more, not too expensive. I will be back for sure.

Esta semana fui por un desayuno tardío. Pedí un café con leche y un croissant. El croissant no estaba muy fresco, pero era el último. El café estaba exquisito. La infinita contraseña del WIFI me vino escrita a mano sobre un enorme cartón plastificado. Enfrente mío, una mesa cuya constante era un pareja mayor, se iba poblando y rotando de conversaciones y protagonistas con el transcurrir de las horas. La culpa de todo la tenían el PP, el PSOE e Iniesta.
Me pedí un bikini (perfecto) y un agua con gas, me los terminé, y me fui sabiendo que ese café era un sitio seguro, donde podría volver y sentirme a salvo.

Stopped in to watch the FC Barcelona game when we were traveling around Spain. The 3 man staff was entertaining. They created a great atmosphere even turning people away so it wasn’t too crowded. Local beer was reasonably priced and quite good. Also had the best spicy potatoes!

I love La Principal. It’s a special place: one for meeting old friends, taking a date, or passing a quiet Sunday afternoon alone. WIth huge doors opening up onto Plaça de Goya, La Principal is a bar of and for encounters; a border crossing between Eixample and El Raval. The drinks are great, the staff quick and friendly, and the atmosphere enchanting. Rain or shine, be sure to grab one of the copious tables along the sidewalk: the ideal spot to people watch and while away the hours.
I come here a lot, and generally stick to liquids, but did enjoy a relatively delicious brownie the last time I was here. That said, they’ve a huge selection of various tapas available for consumption: a pretty sweet deal!
If you’re in the area, need a coffee or a drink, and love to do the above in a truly charming, open, friendly atmosphere, La Principal is the perfect spot for you! Enjoy!

chill spot for a drink or a bite to eat. I’ve been here a few times over the past couple of days, as it’s right around the corner from my hotel, and each time I’ve encountered the friendliest staff (all of whom spoke English, but were nice enough to put up with my shitty Spanish [when in Rome…]). simple. solid. gracias, Bar La Principal.

De los primeros a los que fui de la ciudad cuando llegué y, con muy buena puntería. «La Principal» ofrece una Moritz bien fría y además una, no muy variada carta de tapas pero eso sí, todo lo que he probado hasta ahora es digno del paladar más exigente. Tapas muy generosas a precios aún mejores. Destaco las «patatas bravas» de este lugar que están muy buenas. Ambiente agradable, acogedor, para todos los públicos y, en mi caso, al lado de casa ^^

They have an English menu, and seem accommodating. The food (vegetable salied, Iberian sausage, and aged cheese) was as expected.
We have been here twice for beer coffee, and food and will likely return,

Entspricht in erster Linie einer typischen spanischen Eckkneipe sozusagen.
Hervorragendes Preis-​/​Leistungsverältnis und auch für den kleinen Geldbeutel sehr geeignet. Eher Einheimische, weniger Touristen.
Wer etwas Authentizität sucht ist hier an der richtigen Adresse.

Cuando vivía en el Eixample, para ser más exactos en la calle Viladomat, con Sepúlveda, todos los días salía con mi amiga a pasear su perrita la Pitu. Nos encantaba caminar por esta calle y recorrer el barrio. Lo atractivo de esta calle es que tienes varias opciones para hacer un cafecito, o beber una caña y si lo prefieres, como hacíamos nosotros, caminar y disfrutar de lo agradable del paisaje. Antes de salir a dar nuestra vuelta canina, quedábamos en la Principal, este bar muy típico de la zona. Siempre nos sentábamos en sus terrazas de dan a la calle Sepúlveda. Cuando hacía sol, pedíamos un café o a veces nos juntábamos a desayunar, un delicioso café con leche con croissant. El bar es un epicentro de encuentro del barrio. Aquí todo el mundo queda para hacer un café o una caña, así es que lo más probable que te encontrarás con muchos de tus amigos. Su fachada es más bien antigua y sus dos pisos así lo remarcan. En su salón interior, puedes comprar tabaco, ver los partidos del Barça con tus colegas, y charlar mientras haces un pica pica y tapeas. Está casi siempre abierto, y hasta tarde. Si vas fiesta y antes de llegar a casa quieres desayunar, sus camareros te estarán esperando. De momento yo continuó con mi amiga paseando a su perrita.

He pasado por delante con un chico al que hace muy poco que conozco, y los dos hemos dicho que nos gustaba este bar, por diferentes razones. Ahora da igual. La cuestión es que he pensado que podría escribir sobre él alguna cosa bonita, con la de veces que he estado aquí con amigos y lo bien que me lo he pasado. Bueno, una de las virtudes del lugar nunca ha sido el don de gentes de sus camareros. He entrado, me he dirigido a la barra y le he pedido al camarero una tarjeta del local, me ha dicho que no tenían. Entonces he sacado un papel y un bolígrafo y le he pedido el teléfono del bar, me ha contestado que para qué lo quería, «pues por si tengo que llamar para algo por ejemplo, soy cliente», le he contestado; finalmente y mirándome con desconfianza me lo ha dado. Después le he preguntado los horarios y girándose me ha dicho que no. «Perdón, no me puedes decir cuando estáis abiertos», he insistido; y me ha dicho que «no te voy a dar ni una sola información más, hasta aquí puedo decirte» (textualmente), ha esbozado una sonrisa de labios apretados y se nos ha quedado mirando.
Tanto mi recién amigo como yo hemos salido en silencio como alucinados. Siempre habían sido más bien antipáticos, ¿pero esto? Lo primero que me ha dicho él ha sido que La Principal acababa de perder un cliente. Pues digo yo que dos.
No soporto la paranoia, esa enfermedad tan peligrosa. No sólo han perdido dos clientes, se han ganado mi primer y espero que único comentario negativo a un servicio.
Como si no hubieran más bares.

No se qué tienen las cafeterías y los bares que hacen esquina que siempre me han gustado. Bueno, de ésta si que sé qué es lo que me gusta. Amplios ventanales que ocupan dos paredes de las cuatro de la sala, una segunda planta que recuerda a los balcones interiores de las cafeterías parisinas, una decoración casi monocromática y unos precios más que recomendables.
La pared hace de pantalla los días de partido, días en que el local se llena, tanto dentro como su pequeña terraza de no más de diez mesas. Es el bar recomendado para tomar algo en pareja, con un par de amigos o para quedar bien con alguien que aún no conoces del todo.
Un café solo 0,95 €. Podrían subirlo hasta el euro, pero no lo han hecho, y eso se agradece.

Se me olvida que tenía algo mejor que hacer, que tendría que haberte llamado pero es que estoy viendo pasar la vida, que se me alarga el desayuno y si tal me pongo con el almuerzo, que si ya no llueve ya no tengo excusa.
Y siempre me pasa lo mismo con los bares de la esquina, con sus amplios ventanales y sus puertas siempre abiertas, con sus pide y habla lo que quieras que las prisas quedaron fuera. Y tendría que haberte llamado, pero ya sabes donde estoy. Aquí leyendo, mirando a la plaza, mirando la taza, sin prisa ni pausa, rodeado de currelas y estudiantes con sus barullos, que ni me afectan. Ven, que hay sitio.