Creo que ya he hablado en alguna ocasión de la rama gavatxa que corre por mis venas, pues como no es de extrañar este es uno de los rincones con más encantó afrancesado que me he encontrado en Barcelona. La primera vez que lo vi fue una grata sorpresa, mi pequeño rincón a un tiro de piedra de casa. Nicolas es un francés afincado en la ciudad Condal y que quiso mostrar al resto del mundo su pasión por cada uno de los productos gastronómicos de su tierra, todo un regalo para el paladar. En su propio bistró con decoración y música antigua se puede disfrutar de una buen queso del país vecino, o un foies, cassoulet, platos cocinados, quiches, tartas, cervezas francesas, vinos de la Provence… manjares ricos manjares… y casi prohibitivos. Además Nicolas oferta catas de vino y quesos por 15 € pero tiene que haber un mínimo de 8 personas