Francais, étant à la recherché d’un bar typique espagnol, je n’ai pas été decu. Ambiance sympathique, tapas à la minute… Petit détail, né venez pas habillé avec la panoplie du FCBARCELONE, le patron est pour le Deportivo La Corogne!!!
Ana J.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Casa Pili es como el antiguo salón de la casa de mi abuela. A ver, no es que la mujer tuviera barra y tirador de cerveza, pero el trato era prácticamente idéntico. Es un lugar de toda la vida, con sus habituales y sus sonrisillas picaronas hacia los tres o cuatro guiris que puedan entrar una vez cada bisiesto. Si eres nueva en el lugar, te atenderán divinamente, siempre con esa cara socarrona de «tú vas a repetir…». Y efectivamente, fui a tomarme una triste caña en la barra y acabé comiendo croquetas como puños y finiquitando el tema con un orujo de hierbas extraño que me lanzó a lo más alto para después salir de fiesta por el Raval. «¡Volveré!» les dije alzando el dedo índice… como amenazando. Y ellos, se rieron como diciendo«POJJJCLARO».
Álex R.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
En casa Pili se comen unas tapas estupendas entre las que destaca un lacón antológico, y se bebe, en todas las mesas, con abundancia. Es un bar con personalidad, humilde, pero orgulloso, con unos propietarios que te hacen sentir como en casa, y te sirven con mucha amabilidad y cariño. Un verdadero hogar para los parroquianos, que se quedan hasta el último minuto, apurando las últimas gotas antes de volver a casa, como unas cenicientas de la cerveza. Las conversaciones que se oyen antes de cerrar son delirantes, llenas de sabiduría y sumamente inspiradas. Vale la pena, pues, quedarse hasta los títulos de crédito del final.
Alicia Á.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Por cuestiones tradicionales y porque sí, todo bar/restaurante que lleve por nombre Casa(y lo que sea), véase Casa Paco, Casa Marisa… transmite la confianza en que dentro haya una cocina casera de chuparse los dedos y dejar el plato limpio, una cocinera de delantal blanco y paño de cocina al hombro y un camarero vivaracho de rollo castizo con capacidades extraordinarias para venderte las croquetas que prepara su mujer o el plato del día. No siempre es así, pero en este caso el ejemplo sigue la norma. Casa Pili es un bar/restaurante llevado con mucha alegría por una pareja de gallegos. Bar/restaurante al cual, y como no podía ser de otra manera, me arrastraron mis adorados amigos de Galicia. Y si un gallego te invita a tomar un licor café después de cenar no vas a tener agallas de darle un «no» por respuesta, y menos cuando el camarero ya ha puesto con gran energía los vasos sobre la barra. Se bebe y punto, que de peores hemos salido. Por cierto, además del licor café tienen una cocina de tapas y bocadillos de las de aplaudir antes de salir del establecimiento.