Centonze

Stayed at hotel and used this for daily breakfast as well as evening drinks. Breakfast buffet was super and the omelette and Iberian ham were a big hit.
Nice spot to return to.

This bar/​restaurant is located in the Le Meridian hotel which is where we happened to stay. American tourists in Barcelona for our honeymoon, we stopped in for an easy dinner on Las Ramblas. The service was fantastic and the environment is quite elegant, but the food was average. Not cheap, but not outrageous. All together fine for a convenient dinner in the heart of Barcelona.

Era mi cumpleaños y quedé fatal con mis amigos.
El camarero Raúl nos castigó porque al venir a tomar nota no habíamos decidido y le pedimos que nos diera más tiempo. Atendió a todas las mesas del restaurante (unas diez) y sólo volvió (30 minutos más tarde) cuando hubo acabado con todas las demás. Y eso que le llamamos varias veces. Fue de vergüenza. Lo estábamos viendo y no nos lo creíamos. Todas las mesas que habían llegado después, y nosotros al final de todas. Menos mal que hubo un momento en que ya no había más mesas sin atender.
Mientras esperábamos NO nos puso el pan con mantequilla que siempre ponen ellos al llegar (había ido dos veces más siempre en grupo). Y cuando trajeron los primeros platos, como siempre hay pan desde el principio, pues no teníamos pan (y al pedirlo, claro, trajeron la mantequilla que ya no hacía falta).
Le pedimos a Raúl durante la comida varias veces más agua y vino pero como si lloviera. Rehuíà la mirada. Así que teníamos que pedírselo a otros camareros. Eso durante toda la cena.
Al final, le pedí que los cafés los sirvieran al mismo tiempo que los postres. Error mío: en todos los restaurantes y en este, en otras ocasiones, te dicen siempre que sí y luego, a veces, no llegan y otras sí. Raúl respondió: «eso va a ser difícil». Y efectivamente que lo fue. Los sirvió diez minutos después de haber acabado el postre. Parecía que disfrutaba.
Para acabar, me acerqué al mostrador y le pedí factura. Me dijo que fuera al hall del hotel y él vio cómo me iba para el hall. Otras veces me había acompañado.
Mis amigos se levantaron de la mesa para irse y al despedirse de los camareros, les espetó: «la cuenta no está abonada». Le explicaron que yo estaba abonándola en el hall y les respondió: «eso no se hace así, Él (por mí) tenía que habérmelo dicho al llegar al restaurante» (en las tres veces que fui nunca me lo ofreció, pero me pareció mal que encima se convirtiera en un reproche). Siempre había dejado propina de 10 euros. Ese día Raúl no se llevó nada. Y lo siento por el hotel, pero no volveré a cenar en él. Para mí, este restaurante ha dejado de existir.

Every time I visit Barcelona I come to this restaurant. Not only do I feel a little bit posh eating here, but the food, the atmosphere and the service is excellent. This is also one of the few places I have found that clearly marks what is gluten, wheat, dairy free on their menu in Barcelona. Unfortunately my onion allergy left me with few choices so I ended up eating a lot of gluten free bread — which was actually a treat in itself at a restaurant! and the potatas bravas dish, which as a tapas was very small, only 8 small potato pieces topped with the bravas sauce. They were delicious although maybe a little oily but there just wasn’t enough! But that’s okay, it was delicious none the less. I will certainly return next time I’m in Barcelona!

Por su aspecto exterior llama la atención aunque el bullicio de la Rambla de Barcelona le rodea, parece que dentro puedes conservar cierta discreción. El espacio destinado al restaurante es amplio y tiene unos ventanales estupendos a la Rambla. Si tenéis la suerte de que os den una mesa que tenga vistas, tenéis el entretenimiento asegurado. Nosotros la tuvimos!
Un buen Jazz de música ambiental, unos tonos más bien oscuros, grandes cortinajes y techos altos con una gran lámpara es lo más destacable de la decoración. Nos recibe el Sumiller del restaurante, Francisco, que nos acompaña a la mesa y nos acomoda, nos da la carta y se retira para que hagamos nuestra elección. Se puede optar por Menú laborable o de fin de semana, Menú degustación y carta, además de algún paquete en fechas especiales combinado con estancia en el hotel.
Tienen una carta de vinos extensa, bien equipada aunque los precios son un poco altos: Perro verde, Martín Codax… pero nos decantamos por un Priorat (parece que últimamente tira esta zona!) para acompañar dos ensaladas de primero, un pescado y el plato sugerido por ser el mejor valorado por los clientes.
Unas Croquetas de Risotto alegran la mesa mientras que traen la comida, ese bocado que abre el apetito, si es que no está lo suficientemente despierto. En concreto estas croquetas eran curiosas por su aspecto, parecían unos panellets, pero no por el sabor, no eran nada dulces ;-) y ya precediendo a la comida, para acompañar el pan normal, de aceitunas o semillas que nos dieron a elegir, nos traen una bonita mantequera y un pequeño bol con aceite y olivada.
Llegan las ensaladas, sin ninguna tardanza más que la necesaria para hacerlas. Primero, la Ensalada de Lechugas de la Boquería.con tomate, huevo, pimiento, pepino, zanahoria, unas hojas frescas y crujientes y una buena ración de atún. Bien aliñada. Puede servir de plato único un día sin demasiado apetito. La segunda ensalada era Ensalada de Jamón de Pato generosa, y no solo de canónigos: jamón de pato, manzana verde, virutas (visibles y sabrosas) de foie y reducción de módena. Era una ensalada, sí, pero en este caso más sofisticada que la anterior. Sabrosísima. Muy aconsejable, si tenéis que elegir una de las dos, optar por esta. No porque la otra sea mala, sino porque es más cotidiana y no sorprende.
Suprema de merluza al vapor, el pescado elegido. Así, sin más, puede parecer algo muy simplón, pero esta estaba servida con puré de coliflor y vainilla y arena de olivas negras. Un puré que transformaba completamente el plato y lo hacía de una elegancia extrema. Finísimo de sabor, el pescado en su punto, el puré suavísimo. Excelente, nos sorprendió mucho este plato por ser muy equilibrado. Eso sí, debo decir que la ración nos pareció justa: era un trozo de merluza que no destacaba por su tamaño.
Según indicaba en la carta la Espaldita de Cordero era el plato mejor valorado por los clientes. Había que probarlo.
Así como la ración de merluza fue tirando a escasa, en el caso del cordero fue todo lo contrario. Definido como horneado a baja temperatura y acompañada de un trinxat increíblemente bueno, la espalda de cordero no estaba a la altura de lo esperado. Ojo, no quedó nada en el plato, es muy pero que muy comestible, pero nos sorprendió que fuera el mejor catalogado. Era un cordero bien asado, sabroso, bien horneado, pero estaba un punto duro. Si es una cocción a baja temperatura la carne suele quedar bastante más tierna. Eso nos dio que pensar: o se cocinó a más temperatura de lo anunciado o le faltaba tiempo.
Dos postres: Bizcocho de chocolate fondant con peras confitadas, speculoos de café y helado de bailey´s: Mejor de aspecto que de sabor. Lo esperábamos más dulce, más sabor a chocolate o más cremosidad. Pero como siempre, es una cuestión de gustos y expectativas. Del postre, nada negativo que comentar. Estaba bien hecho y muy bien presentado. Un postre más al bolsillo!
Un nombre largo y una gran cantidad de sabores y texturas para el segundo postre.
Biscuit glacé de coco caramelizado con fruta de la pasión, mousse de chocolate blanco, rocas de yogurt y sorbete de litchies. Poco habitual, de esos postres que solo tomas en restaurantes y que (nosotros) no te harás nunca en casa porque son 5 juntos: El biscuit, la fruta, el yogur, la mousse, el sorbete… pero muy bueno! Puede parecer demasiado cargado, demasiados sabores pero todos eran con un toque tropical que encajaba y ninguno era excesivamente fuerte. Además, las diferentes texturas te permitían que cada bocado fuera diferente. Totalmente recomendable!.Un lugar que teniendo en cuenta algunos establecimientos que le rodean, es una buena opción si estás por la zona. Debemos de ser conscientes del lugar dónde está Por favor, tomad esto como una opinión, nada más. Por la oferta gastronómica que hay ahora en Barcelona, para el cliente de aquí que conoce más la ciudad le costará entrar, hay otras alternativas más «visibles». Quizá tengan que renovarse…

Good breakfast buffet if you! re staying at the hotel. Located riight off the La Ramblas so you can sit and people watch. Sitting in the bar is nice. The sangria is good & strong. Atmosphere is classy.

Se acerca Sant Jordi, el 23 de abril. La Rambla se convierte en el lugar más especial para celebrar la fiesta de los enamorados en Catalunya. Muchos libros, muchas flores, mucha gente y una fiesta de participación ciudadana única.
Pero para cumplir con nota con este gran dia, hay que coger fuerzas, y lo ideal es pasarse por el Restaurante Cent Onze.
Con las privilegiadas vistas sobre la Rambla que se pueden disfrutar desde las mesas del Restaurante, podréis degustar todo tipo de platos buenísimos.
Ensalada de alcachofas, jamón de pato, Raviolis de setas. Los segundos no son menos, y tienen platos tan exquisitos como el canelón de huevo.
Feliz día de Sant Jordi!