Cervecería Jazz

Pues nada… Unilocal a mi rescate again and again… Hace dos semanas fui a Barcelona como ya conté en anteriores reseñas (si quieres ver el parrismo sumo al que puedo llegar, te recomiendo la lectura de mi reseña sobre «La França» y así podrás entender algunas de las cosas que me pasan de normal…).
Llegó la hora de la cena y me entro gusa, pero gusa de hamburguesa, de carnaza y guarreo. Así que busqué en Unilocal lugares cercanos a mi «hotel» con buenas hamburguesas y di con este.
Nada más entrar el rollo ya me molo… muy del estilo pub inglés, de madera, con mogollón de cervezas (¡¡¡bien!!!), buena disposición de las mesas…
Le comenté al camarero que quería cenar y me pasó a una de las mesas del fondo.
Me dejó la carta y le eché un ojo… Me decanté por la hamburguesa West Montgomery (hamburguesa, cebolla a la plancha, pepinillo agridulce, compota de manzana y queso)… puestos a guarrear, que escurriese bien.
Pedí carta de cervezas y me dijo que me levantase a la barra, que allí estaban todas expuestas y que eligiese… No me hizo falta llegar a la barra porque la ví de lejos conforme me acercaba… ¡Punk IPA! de Brew Dog… una de las cervezas que más me gustan.
Mientras me traían la cerveza me di cuenta que la plancha para hacer las hamburguesas estaba junto a la barra así que pensé para mis adentros en la zorrera y el pestuz que se tenía que montar allí dentro, pero para mi sorpresa, ni olores ni humos ni nada extraño.
Llegó la hamburguesa, y lo hizo acompañada de patatas fritas, pero de las de sobre… bueno… preferiría unas patatas de verdad fritas, pero estas no estaban mal. La hamburguesa estaba muy buena, muy sabrosa y en su punto perfecto (rosita por dentro… ni como una zapatilla, ni como para hacer transfusiones).
Me la comí en un plis plas y me dejó más que satisfecha.
En cuanto a la música… muy buen rollo y, aunque no todo era Jazz, la selección estaba cuidada y acorde con el lugar.

Esta cervecería ya es una institución en el barrio de Poble Sec. Una buena selección de las cervezas internacionales y locales. Cada admirador de la birra podrá encontrar alguna que le gusta. Yo puedo aconsejaros la Weissbier Maisel’s (cerveza de trigo) de barril, fresquísima y muy rica. Vale la pena también mencionar sus hamburguesas que son muy buenas.

No sólo las hamburguesas, una excelente atención y muy recomendado para los que gustan de la buena cerveza.

Great vibe, craft beers and possibly best burgers in Barcelona! Need anything more? Oh yeah excellent staff… Did I mention the burgers? And good music and ambience as well…

Aquí se comen unas hamburguesas más que notables, bien jugosas, y cosa extraña, la clave no se encuentra en la carne, sino en el pan, que no es de aquellos blandos, fofos y sin personalidad que uno está acostumbrado a ver acompañando las hamburguesas. También es importante mencionar la extraordinaria selección de cervezas artesanales, que convierten el acto de beber en un proceso de degustación. En lugar de un simple engullimiento visceral –más práctico, y más divertido– aquí nos encontramos con algo mucho más reconfortante para el paladar. A mi lo que más me gusta del local es que la comida tiene nombre de músicos famosos, muchos de los cuales admiro profundamente. Es un contraste con otro tipo de restaurantes que bautizan a sus bocadillos con nombres de personas comunes. No quisiera menospreciar al hombre normal y corriente, verdadero héroe de nuestros tiempos, pero si tengo que escoger entre ponerme en la boca algo llamado «Billie Holiday» o algo llamado «Carles», lo tengo más que claro.

Os daré cuatro argumentos para sostener que el Jazz es un pub en toda regla. Primero por la variedad de cervezas, de todas clases y de todos lados. Segundo, por la barra consistente, de madera y con las jarras de cerveza colgando encima de las cabezas. Tercero, por la campana que suena a cada propina y para anunciar la última oportunidad para una pinta… Y cuarto, por Graciela.
Graciela es una camarera muy simpática que siempre sonríe cuándo me ve entrar. Si vas sólo, puedes entretenerte mirando una montaña de cera multicolor coronada por una vela. Le falta muy poco para llegar al techo. Hace más de quince años que crece sin parar… Si no fuera por la evolución constante de esa montaña de cera diría que este pequeño pub de ambiente amical sigue más o menos como siempre: encantador y agradable.
Sólo un cambio: ahora dan de comer. Las hamburguesas (mmmm…)ya se han hecho un nombre en la ciudad, por creativas y de calidad. Las sirven a la americana, con pepino y patatas chips.

Si sales por el Poble Sec y tienes ganas de una hamburguesa el primer sitio que te viene a la cabeza es esta cervecería, donde además de comer unas originales hamburguesas (con nombres de los más famosos artistas del género que da nombre al local) podrás degustar una de las muchas cervezas de importación que tienen en su carta. Si lo prefieres siempre puedes experimentar con un sabor nuevo sobre todo de cervezas elaboradas artesanalmente.
Además en el Jazz te sentirás muy cómodo. Aunque no seas un cliente habitual te tratarán como si lo fueras. Su camarera es muy simpática y siempre tiene una sonrisa en la cara. Da igual que esté hasta arriba de trabajo y que la llames continuamente para que te de un cuchillo o cambio para tabaco. Ella siempre te contesta con dulzura y encanto. No soy muy asiduo de este lugar, pero si he repetido unas cuantas veces ha sido gracias a esta bella mujer. Deberían tomar nota los camareros de los bares de moda, tan trendys ellos, pero tan ariscos y bordes en su mayoría.
Si te tomas una pinta de medio litro y una hamburguesa te puedes dejar algo más de 12 euros. No importa, prefiero pagar esto que 5 euros menos en otro lugar. Al menos cuando abandono el Jazz, salgo convencido de que hay vida más allá de la barra.

La farola iluminada del exterior es la señal inelubible de que el Jazz está abierto y no sé porque pero en invierno tiene un encanto especial, porque sabes que en este lugar vas a estar confortable. Su decoración de madera ayuda a esta sensación. Venir al Jazz es venir a escuchar buena música y a beber alguna de las 20 distintas cervezas de importación que tienen. Muchas de ellas son artesanas y sin aditivos ni pasteurización en su confección. Este local fue el origen de la sede de la asociación Humulus Lupulus. Y para cenar, sus hamburguesas que, aunque un poco caras, son dignas de probar. Son muy recomendables las de buey. También te puedes dejar endulzar por sus postres caseros, como la tarta de queso con coulís de fresa y el tiramisú. El servicio de cocina está abierto de las 20 a la 1:15 de la madrugada.

Una cerveza y el jazz de fondo
Es un estupendo y original local donde te sirven enormes jarras de cerveza, el precio un poco caro, pero te sirven bien las jarras. Espectáculos y conciertos de jazz hacen que la noche sea más agradable

Para preparar tu noche de locura ;op
Idea original por una cervecería… Es un local muy pequeño pero con un ambiente fenomenal creado por su dueña, quien enseguida pone cómodo a sus clientes. La música va del jazz al acid jazz, pero a un volumen que te permite seguir charlando con tus amigos sin perder tu voz. En resumen perfecto para animarse antes de salir a por una noche loca