Perdido por el Moll de la Fusta… Bueno, decides darte un garbeo por el Maremagnum y acabas en la planta superior. Hacía siglos que no rondaba por allí. Pues bien, por lo visto ha sido reformado hace bien poco. Creo que han querido reimpulsar la oferta gastronómica del centro comercial. Por fuera, como las otras«Creps Barcelona». Ya se sabe, la franquícia marca. Por dentro igual. Hay que reconocer que el interiorismo es muy adecuado. Te traslada a otros lares directamente. Iluminación cuidada, sillas correctamente descuidadas(conté 7 u 8 modelos diferentes…) y música de fondo para irse relajando. Creps dulzonas y creps saladas! También alguna ensaladita para acompañar. Nos pedimos una de chocolate negro con avellanas para compartir. Seré sincero. No son baratas… pero es que son enoooormes! Por 6 – 7 euros te salen dos espléndidas raciones. Estaba muy rica, bien rellena y perfectamente emplatada. Cafetito y cacaolat para acompañar. Un sitio recomendable para recalar entre horas. Ideal para ir en pareja o con amigotes. Prometo ir otro día para probar una de salada. La de sobrasada con miel está en mi lista de pendientes… Puede ser lo más! Quien sabe?