Diamant

Hace poco volví a ir a desayunar a este bar. Hace tiempo que no iba porque debo confesaros que siempre que paso por delante, que es relativamente a menudo, lo veo lleno, a petar. Había ido alguna vez adentro por la tarde y me parece un poquito agobiante y fue un milagro que encontrara un sitio. La verdad es que si vienes, por la tarde, en el plan de fiesta puede cuadrarte pero si vienes de charla, yo al menos, hace un tiempo, me atosigaba un poco el ambiente.
El otro día quedamos pronto con mi amiga y como hacía bueno encontramos un buen lugar en la terraza. Debo confesar que si llegas a tiempo y te pones en la terraza, estás a gustito y más si te da el solecito.
El camarero que nos atendió fue muy majo y atento y eso que rapidamente se llenó el lugar. Tomaba nota (Mental, no escrita!!) a muchas mesas a la vez y no se equivocó en nada. Esto es vocacional o que tienes una memoria del mil amigo!!! :)
Yo me tomé un croissant que os lo juro era de Boulangerie française. De mantequilla y super sabroso.
Estuvimos muy bien sin yo pensar que acabaría sintiéndome relajada y tranquila.

I have no idea why the rating for this place is relatively low. It makes no sense to me.
Wonderful place to come and study and sit. Great ambiance for studying so in that respect it’s perfect, and in a wonderful position.
Clean. They don’t have AC.
I couldn’t get the WiFi to work but that’s probably just me.
They have a really nice inside garden that I really enjoyed except for the fact that you can’t go in the garden. Not touristy, which is nice in a city like Barcelona. Reasonably priced too.

El buen tiempo hace que te hagas de la vista gorda con muchos aspectos del lugar, por ejemplo: no hay lista de espera para sentarse en la terraza, es mas bien esperar que alguien termine de cenar/​comer/​tomarse su caña o lo que sea y sentarse en la mesa ya que la parte de adentro no tiene mucho en especial, la gracia está en disfrutar en la terraza.
En cuanto a la comida… fuimos un grupo de 5, picamos patatas: bravas y de queso de cabra, las bravas estaban bien picantes y el queso de cabra es el mismo de untar que compras en el supermercado. En cuanto a la relación calidad-​precio la verdad es que no vale demasiado la pena.

Das Café Diamant liegt — völlig überraschend — am oberen Ende der Placa del Diamant. Was heisst «oben»? Einfach — der Platz hat ein ziemlich starkes Gefälle — und das Diamant ist eben oben. Das ist eine Hausecke von der Calle Verdi entfernt und damit einer der belebtesten Plätze in Gracia.
Das Ambiente ist, wie bei den meisten Lokalen hier in Gracia, etwas alternativ angehaucht (eigentlich mehr als nur angehaucht). Drinnen ist das einfallende Tageslicht immer angenehm gedämpft und die Betreiber mögen die gleiche Art Jazz, die ich auch beim Kaffeetrinken mag.
Ausserdem gibt’s eine gute Auswahl warmer und kalter Sandwiches und Wraps (mein Fave: el «Grec») und — last but not least — kostenloses WiFi (nach dem Schlüssel fragen). …weswegen man hier auch häufig noch andere Laptop-​bewehrte Wohnzimmervertriebene antrifft.
Wenn man bei schönem Wetter einfach nur mal né halbe Stunde abhängen will und einen Reflektionen auf dem Bilschirm, lärmende Passanten und schwacher (aber ausreichender) WiFi-​Empfang nicht kümmern, ist ein Tisch draussen auf dem Platz eine gute Wahl. Wenn man einen freien Tisch findet…
Die Leute hier sind keine Hipster oder bekiffte Spät-​69er, sondern ganz normale Leute aus der Nachbarschaft (ok — das schließt Hipster und bekiffte Spät-​69er mit ein).
Service ist immer nett und gut drauf — und auf sympathische Art lahmarschig. Preise sind sehr fair.
FAZIT:
Das hier ist mein zweites Wohnzimmer in BCN. Also benehmt Euch, wenn Ihr hierher kommt! Schuhe könnt Ihr aber anbehalten.
WiFi, gut gelegen, netter Service, nettes Ambiente, faire Preise.

Es un bar que resulta bastante agradable, por estar abierto a la Plaça del Diamant, con una terraza. El interior no tiene nada especial e insisto que si por algo destaca es por las sillas que colocan en el exterior de un lugar tan simbólico de la ciudad. La ubicación es su salvación. A pesar de que se encuentra en una calle con bastante flujo de personas, el ambiente es más o menos relajado (salvo fines de semana). Desde allí uno siente la esencia de Gràcia como pueblo, y se distrae viendo a los más pequeños jugando en el parque infantil, los grupos de jóvenes sentados en el suelo, fumando cigarrillos, y los ancianos, en los bancos, sosteniendo su bastón con las dos manos. Lo peor del bar es el servicio, distante, arisco y con rasgos de mala educación, poco servicial y atento con el cliente, que es más un estorbo que alguien a quien satisfacer, o querer ayudar.

El barrio de Gracia está lleno de plazas, y este bar se encuentra en una de ellas, la plaza del Diamanté. Por dentro la decoración está muy bien, pero lo mejor para los días calidos es la terraza. Por la tarde la plaza está llena de niños que acaban de salir de clase, jugando y riendo. Hacia la noche se va llenando de jóvenes y músicos, perfecto para tomarte una cervecita. Los precios son normales para la zona (2,40 euros por una cerveza en la terraza). Sentado frente a la cerveza, o disfrutando de un bocadillo o una hamburguesa, te olvidas incluso de que los coches funcionan, por que allí solo veras gente en andando en bici, perros paseando y niños jugando.

Siempre que paso por delante del Diamant tengo la sensación de que es la puerta de atrás de algún local, pero no es así. La barra está hacia dentro y aprovechan el espacio que queda en la entrada para acumular cajas de cascos y estas cosas; así que la impresión de entrada no es muy buena pero si evitas juzgarlos sólo por esto, te das cuenta de que el bar en sí no está mal. Sirven comida a mediodía no muy cara, el cous-​cous les sale bastante rico. Como es habitual en las cafeterías de la zona, lo mejor que tiene es su terraza. La particularidad de ésta es que está en la Plaça del Diamant, donde hay un parque para que los niños jueguen y mientras te tomas una cervecita al sol puedes ver cómo se caen, se levantan, se pelean, se sacan mocos, se los pegan al amigo en la chaqueta, sus madres enloquecen… inifintamente mejor que la tele, vamos.