El Fornet

Un sitio carísimo para desayunar. Son capaces de cobrarte un suplemento de 0,90 € por pedir mantequilla en el desayuno.

Impecable por fuera. Impecable por dentro. Máximo cuidado en la presentación de los panes, de los pasteles y de la repostería. Se nota que es una cadena con una imagen de marca muy consolidada y definida. El interiorismo está igual o más cuidado que los productos. Materiales y acabados de calidad que configuran un espacio sibarita.
Pues bien, todo este «atrezzo» queda mermado en cuanto entra el servicio en escena. De un sitio así esperas que te reciban en la mesa una vez te has acomodado. Esperas oir el «¿Qué desea tomar?» mientras vas empezando con la prensa del día. Es una lástima, pero no… Aquí funciona a lo «fast food»; larga cola para acabar acarreando tu bandejita verde hacia tu mesa de corte «vintage». Creo que una cafetería de esta guisa y con un perfil de clientes tan específico (abuelitas mayores, mamás con los niños y ejecutivos trajeados), no debería funcionar así. Desmerece bastante…
Pero bueno, al final, tras la desilusión primera, hay que juzgar por el paladar. En Fornet tienen buena repostería. Croissants de todo tipo, ensaimadas, muffins, quiches… Riquísimo. También ofrecen bocadillos minis normales o integrales. Tampoco escatiman en la variedad de los panes; rústicos, gallegos, de cereales, de Viena… Se nota el saber hacer, sin llegar a ser maestros en el oficio. Encuentro no obstante un tanto excesivos los precios. Acaba pareciendo que con tu ticket pagas el sitio, el sitio y el sitio.
*** Si la experiencia como usuario hubiese sido más satisfactoria se hubiese llevado las 4 estrellas sin duda alguna. Llamadme clasista, pero me gusta ser atendido. ***