En Aparté

trouvé par hasard sur une place au soleil on est accueilli… en français avec quelque produits de chez nous dont le vin, comté, fois gras, magret de canard… service rapide et agréable place tranquille

Bonito lugar, bons preços, clima agradável tem uma disposição de mesas com móveis pra lá de interessantes. É possível passar uma tarde inteira trabalhando por lá ou simplesmente vendo a vida passar em frente à Praça *_*

For some reason, I thought they had a full on brunch menu. Apparently that went out the window when they changed the name. The place used to be El Petit Comité. For the most part everything looks exactly the same. The food was good (open faced croissant with ooey gooey melted cheese and a slice of ham), coffee was better, service less desirable. I hate walking into places that I am made to feel like I am interrupting someone’s very important job of doing nothing but standing around, looking busy. Some woman behind a counter standing there looking busy, doing I don’t know what. I came in, said hello, asked for a table and she didn’t even take a moment to look up or respond to my greeting. No smile, no «un momento, lo siento, perdon, hola» — NADA! If customer service is your business, what could be so important that you can’t even acknowledge your customer with a smile or a proper salutation? When she finally looked up, she said, «sit anywhere,» still with a face that looked more irritated or bothered than anything.
There was no attention given to us. I had to practically stand up from my chair and wave my hands as if landing an airplane before she even looked our direction. And at the end of the meal, we walked up to the counter to pay, said thank you and good bye… to which she had no reply. I refused to be ignored, so I said it louder and made sure she heard me. She replied like it took away all her energy. attitudes of people who work in the customer service or the food industry is a big deal in the overall experience (for me). The food wasn’t so exceptional that I’d be willing to endure the poor service all over again.

Antes se llamaba En Petit Comité y ahora En Aparté (mira, los nombres riman!) pero el local sigue siendo el mismo: un lugar con buen ambiente, tranquilo y con camarer@s simpátic@s. Hay una muy buena carta de tés e infusiones, cervezas de barril alemanas y cócteles varios, además de algunas cosillas para picar.
Buen lugar para una salida en pareja, charlar un rato o trabajar, ya que tienen wifi y en horas de la tarde no suele estar muy lleno.

Entrar a este lugar es transportarte a un barrio barrio parisino. Ubicado en la plaza de Sant Pere; todo un descubrimiento! Una placita tranquila y acogedora, perfecta para un restaurant como este.
Es un sitio francés, con una carta pequeña pero ideal para una cenita informal. Queso, pan, vino y una buena compañía es lo que hace este lugar encantador.
Lo conocí gracias a una amiga francesa; ella me dijo que se convirtió en su refugio y la verdad, que entiendo perfecto por qué. Los productos son de primera calidad, la variedad de quesos es buena, aunque no es súper extensa, pero suficiente como para saciar el paladar; las ensaladas buenísimas, aderezadas con mostaza y el pan de campeonato.
El vino? yo he dejado que ellos nos recomienden y han acertado.
He ido varias veces y seguramente volveré.
Pero sabes lo que pasa cuando sales de este sitio??? Vuelves a barcelona ;)

Un placer tomar un café ali! Un sitio bonito, con una buena atmósfera, ahora tienen también una pequeña terraza. Un placer volver cada vez! ;)

«Ya que paso por aquí, me casco una ración maja de embutidos y quesos», pensé.
En petit comité es un bar restaurante que ha sabido quitarse de encima el problema de la extracción de humor, parrillas, cocina y demás mandangas. Este restaurante francés sólo sirve platos fríos como ensaladas («de lo que come el grillo, poquillo»), quesos, foie y alguna que otra tabla de embutidos.
El lugar es amplio pero muy acogedor, en plena Plaça Sant Pere y dando envidia a las familias enteras de palomeques asquerosos que pueblan este rincón tan bonito de Barcelona.
No es un lugar especialmente caro, pero hay que saber que allí no vamos a poder pedir una sopita, un arroz caldoso o cualquier otra fruslería caliente.
Recomendable para ir con un ligue y hacer como que sabes de quesos y vinos franceses.

Acabo de descubrir a este restaurante– cafetería– bar. Y me pone de lo más contento. Es que el sitio está muy bueno. Para empezar cuenta con una sala bastante amplia, en donde no hay molestas columnas, casi como si fuera el loft de un amigo. Decorado con simpleza pero estilo, con antigüedades varias y donde dejaron algunas paredes descascaradas sin reformar, que le da un toque excelente. Además tienen conexión wifi y bien armado, con suficientes enchufes para que realmente varias personas puedan disfrutar de este servicio. En un costado hay una zona de sofás con un piano detrás.
Y para comer la especialidad son los quesos, embutidos y vino francés que sus dueños traen de su tierra natal. Un plato interesante para probar es el Foié Gras con trufas.

En petit comité, es uno de los nuevos bares modernitos del Born. Más que bar, sé que tiene una buena reputación como restaurante, buenas ensaladas y espléndidos postres. Lamentablemente, las veces que he tenido que ir (sí, obligado) ha sido por la tarde-​noche, para tomar un refrigerio después del trabajo. Tienen unos pinchos muy originales con cantidad de ingredientes, sobretodo dátiles, que están muy buenos y sacian bastante, pero a nivel de bebidas, me molestó mucho que optaran por cervezas de importación exclusivamente olvidando las de toda la vida. La única opción nacional era la Estrella Galicia a precio de oro, claro. El ambiente del local es bastante snob y si no eres del rollo puedes llegar a sentirte extraño. Nosotros tuvimos suerte y encontramos sitio en la mesa que tiene el sofá, lo cual te hace sentir como un personaje más de Friends si tienes un poco de sentido del humor. Pero en general no es un bar que yo le recomendaría a una persona normal y corriente.