Évaluation du lieu : 3 Esplugues de Llobregat, Barcelona
Buena cocina de Margarita, en un local triste, pequeño– familiar pero trasnochado. Su marido es la persona que atiende a la hora de pedir. Esta de vuelta de todo, cansado. La carta esta como el. Los calderos son muy buenos, tanto el de bogavante como el de rusiñols y butifarra. Las gambas a la sobrasada, me parece un plato sensacional. La carta de vinos es muy extensa, pero siempre he acabado con un Rueda en blanco, recomendado por el dueño. Es decir, sobra mas de la mitad. El pan comprado en el pakistaní de al lado me parece un recurso propio de un restaurante basado en cinco platos muy bien cocinados, pero se acabo. Es una lastima pero hay que ir. No es barato.
Beatriz S.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Fui aquí a celebrar uno de mis cumpleaños. Espectacular la comida, el trato y el sitio. Me gustó, me gustó!! Hay que reservar antes de ir o por lo menos yo siempre lo he hecho y nunca me he quedado con las ganas, que sé que a mucha gente le ha pasado. Es un sitio entrañable, el señor que te canta, literalmente la carta, es el dueño y sabe de sobras como llevar su local. Su mujer esta en la cocina preparando suculentos platos para sus clientes. Con una carta de vino extensa y unos platos que saben a gloria!!! Recomiendo altamente pedir el caldero de arroz, normalmente de bogavante!!!
Marçal C.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Mi restaurante favorito. La historia del restaurante es la siguiente: Francisco le regaló a su mujer Margarita el restaurante porque le gustaba mucho cocinar. Ambos van a comprar a la Boqueria los productos que luego ella cocina mientras él atiende las mesas. Lo mejor que tiene es que sus platos no son los típicos de restaurante, son recetas caseras de las que se transmiten de generación en generación, con platos tradicionales(cocinan«Duelos y quebrantos» que ya salían en el Quijote) y otros más novedosos(almejas con chistorra). El ambiente es acogedor, familiar, el trato es muy cercano, ella sale a saludarte después de comer y él es muy amable y está pendiente de tus necesidades en todo momento. No es un restaurante barato, pero sí es un restaurante muy bueno del que siempre sales satisfecho. Hay que probar el arroz caldoso con bogavante. Increíble.