La Cafetera

Desde que me he mudado a Barcelona me estoy familiarizando con una expresión tristemente común: trampa para guiris. Sí, hablo de esos establecimientos en los que una paella recalentada y una sangría espantosa se pagan a precio de caviar ruso.
No estoy seguro de si esta terraza podría calificarse como una auténtica trampa para guiris, pero lo cierto es que el sablazo y la baja calidad de los productos es considerable.
Pedimos nueve cañas, una ración de nachos (recubiertos con una triste capa de queso) y una de humus (del envase del Mercadona al plato, sin intermediarios). ¿El precio? Lo mejor de todo: 37 euros.
Me sé de uno (de cinco más bien) que no vuelven.

No volveré nunca más. Un timo. Local de lo más normalito pero que se atreve a cobrarte 15.50 € por un gin tonic !!! Están locos o que? Este precio no te lo cobran ni el bar más fashion de Barcelona
Si son capaces de cobrar el doble por un gin Tonic de lo que se paga en los locales de la zona, al menos tendrían que tener la decencia de avisarte cuando lo pides, ya que seguramente cambiaras de opinión porque a ninguno nos gusta que nos tomen el pelo.

Si tienes unas de esas tardes de primavera o verano en las que te apetece una cerveza en una terraza por Graçia, puedes pasar por aquí. Es una de las terrazas es las que el sol pega hasta más tarde, así que aprovecha para tomar algo relajado con amigos.
Si no hay sitio fuera, he escuchado que tienen un patio interior también muy agradable, así que entra y echa un vistazo ;-)
Probé un mojito y no me emocionó. Pero después me pasé a las cañas acompañadas de esos nachos con guacamole que todo el mundo pide y fue una buena elección.
Un pelín caro (la cerveza a 3 €) pero teniendo en cuenta que ninguna terraza de Graçia es barata, aceptable.

It takes some doing to get a table here in the plaza. There may be bad looks and bad blood after, but it may also be worth it. For me, it was, and I tack the whole thing up to the awesomeness that is the sandwich called «Fort». Rocafort, tomato, onions, ham, and love. I would and will go back and battle for a table again just for this sandwich, which was also very reasonably priced. Good bravas, too.
The setting couldn’t be better. Always shady, in one of Gracia’s greatest plazas. Thus the demand for outside seating.

La cuarta plaza de Gracia, la más periférica de todas, tienen en este café (y en de al lado) una de las mejores maneras de sacarla provecho. Como todo lo que hay en Gracia no es necesariamente barato, pero a cambio condensa al completo el encanto del barrio. Me gusta disfrutar de La Cafetera con amigos para charlar de tú a tú o sentarme al sol a tomarme un vino blanco mientras me acabo un Bolaño. Sí, soy un snob, ¿qué le vamos a hacer?. Pero por suerte, para los snobs como yo, existen bares como este, en los que se conjuga el ambiente de barrio con lo mejor que tiene que ofrecer la Barcelona interior.

La Plaça de La Virreina es un lugar de paso y también de quedarse. Y La Cafetera es un lugar de paso (tomar algo rápido) pero sobre todo, de quedarse, de quedarse un buen rato.
Hay que decir que tanto este local como el bar de al lado, tienen las mesas y sillas de las terrazas tan juntas, que a veces vas a uno y te sientas en el otro, o vas al otro y te sientas en el uno. Aunque las terrazas de esta plaza acostumbran a estar siempre tan llenas que, sinceramente, te sientas donde puedes (una vez, con más amigos, estuvimos haciendo guardia en las terrazas de estos dos y la del otro, en la parte de arriba de la plaza, y el primero que cogió sitio llamó a los otros –fue algo estresante y prometo no volver a hacerlo-​). Aún así, yo prefiero quedarme en la terraza que dentro (sobre todo cuando se fumaba); ahora, también, pero algo menos.
El interior de éste es bastante agradable cuando no está saturado. Hacen buenos cafés y buenos tés de varios tipos (¡alerta que también tienen licores!), así que si sois de los que pensáis lo que tomaréis antes de sentaros en el sitio, éste sería preferible a los otros dos.
Su fachada parece más de cafetería del Eixample que de bar de Gràcia, y esto le da un toque diferente al resto. Los camareros son bastante amables, y esto también le da un toque algo diferente a muchos otros (pero no a los otros dos, tengo que decirlo, ¡es una plaza bastante amable!).

Otra muy buena opción si se está por la Plaza de la Virreina y pegan las ganas de tomar o comer algo. Un poco más chic que el resto de los bares que están alrededor, pero sin ser presuntuoso, ofrece también muy buenos bocatas y una aceptable carta vinos y variedad de tés importados. Cuando el clima lo permite, hay que sentarse sin dudarlo en la terraza y disfrutar del ambiente y la gente pintoresca que abunda por el barrio de Grácia. Vale la pena también el pequeño patio interno y si van al lavabo, que no les extrañe cuando se apague la luz automáticamente antes de tiempo y luego tengan salir buscando el interruptor a tientas.

Este local es ideal para tomarte un café por la mañana o una cervecita a media tarde. Su terraza es una de las más solicitadas del Barri de Gràcia y con razón, ya que puedes disfrutar del solecito durante todas las épocas del año. De hecho, las últimas veces que me he acercado la terraza estaba llena y me ha tocado sentarme dentro, que también tiene su punto. Al fondo hay un patio interior por el que entra la luz natural y en el que hay plantas enormes; yo pienso que le dan un toque tropical al local, aunque mi amiga se rió de mí al escucharme decir esto. Digamos que el interior de este local no es para nada tropical, pero a mí esas plantas me parecen del trópico y puestos a imaginar, que sea en positivo ¿no?