La Cuina d’ en Garriga

Amazing food, great décor and graceful staff! The steak tartar and burrata were excellent. Great wine selection as well. You’ll be happy you stopped by.

Recalar en un mismo restaurante en tres ocasiones en menos de dos meses significa algo. Después de haber saboreado media carta, puedo asegurar que en la Cuina d’en Garriga se come muy bien. Evidentemente hay sitios mejores, más completos y con mejor relación calidad precio. Eso es innegable y ahora no vamos a descubrir la sopa de ajo, pero tengo que reconocer que en las tres cenas, el servicio y las elaboraciones estuvieron a la altura como para dar cuatro merecidas y holgadas estrellas. La regularidad y el buen hacer es la guinda; valor añadido merecedor de la quinta.
Mi consejo es que te dejes llevar por el responsable del local, un chico muy majete y atento, gran conocedor de su producto y de su bodega, que aparte de conducirte a tu mesa, te acercará la pizarrita con los platos del día. Suelen ser garantía de éxito, con producto de mercado. Sencillez, respeto y calidad. ¡No dudéis en probar alguno de estos!
La carta no es demasiado extensa, pero al ser variada, hay donde elegir. Formato desenfadado, en la línea de casi todos los locales de Barcelona. Ahora bien, no es un bar de tapas. Aquí son platillos «de mercat» que salen de cocina. No esperéis cantidad, dejaros llevar por el producto y la correcta preparación.
Los estrellados con morcillita, la hamburguesa, el variado de hummus, el tataki de salmón, la tabla de quesos catalanes, todo muy rico. Y qué decir del chuletón de kilo… Impecable. Como descendiente de vasco, me pirro por una buena pieza de carne bien marcada por fuera y poco hecha por dentro. Excelente. Tres detalles que valoro: sin ser un típico asador, te traen el correspondiente plato caliente a mesa, los cuchillos de hoja navajil bien afilada y los molinillos de sal y pimienta. «Mise en place com il faut».
Lo que respecta a la decoración, pues muy introvertida, ciertamente acogedora. La madera, el metal y el mármol aportan su toque de antaño, llevándonos a un típico local de ultramarinos de los inicios del burgués Eixample de Cerdà. Me encanta que parte de la decoración sea los caldos que uno puede degustar, los embutidos y quesos y los potes de conservas de gran calidad. Si alguien se queda con apetito tras la contienda, que sepa que puede adquirir como recuerdo de la velada alguna de estas delicatessen.

Siempre que pasaba por delante me llamaba mucho la atención este lugar.
Su entrada de madera pintada en rojo y su decoración vintage-​tradicional me fascina.
A la hora de analizar el espacio, lo divimos en la terraza y en dos ambientes interiores. Cuando entramos al local hay una entrada que simula a un mercado de toda la vida, donde puedes comprar a peso diferentes frutas y verduras. Un poco más adelante, encontramos una pequeña barra y unas mesas en alto con sus respectivos taburetes. En la parte del fondo encontramos las típicas mesas mucho más amplias que las del principio.
Todo el local, desde la decoración hasta el uniforme de los camareros, te transporta a otra época.
La carta es muy variada, destacan los embutidos y quesos locales, además del vino.
Mi experiencia está basada en un desayuno, ofrecen un menú: zumo natural de naranja + café o te + mini a elegir entre ibérico, queso manchego o fuet /​Dulce.

Es un restaurante chiquito con poquitas mesas afuera, cerca de una de las calles más lindas de Barcelona. El lugar se caracteriza por sus fiambres y quesos. La variedad de sus platos elaborados no es mucha, pero son de buena calidad, como el steak tartare, hamburguesa, huevos estrellados y hummus que probamos. La atención es excelente.

Un petit coin de paradis à Barcelone !
Depuis la rue, on aperçoit cette petite vitrine rouge. On découvre alors les sacro-​saints produits à l’état brut qui n’attendent que d’être sublimés en cuisine.
En entrant, on se perd entre les étals de fruits et légumes frais, la pain qui n’attend que d’être frotté avec une tomate à la manière catalane pour accompagner le divin jambon ibérique de Jabugo: celui qui vaut de l’or sur la marché de la Boqueria qui constitua notre entrée.
Côté plat: honneur à la Catalogne. Pour notre part, nous avons tenté la pluma ibérique cuit sous vide à basse température pendant 6 – 8 heures accompagnés de poivrons caramélisés. Le tout fond dans la bouche pour l’extase des papilles … un des plus moments culinaires depuis longtemps. C’est dans un silence éloquent, les yeux pétillants que nous nous sommes mis d’accord sur le verdict.
Côté salle: on se croirait les invités privilégiés d’une famille à la campagne une grande tablée avec aux murs photos d’époque, ustensiles de cuisine, …
Pour notre part, nous étions dans une plus petite salle: la cave: poutre au plafond et nombreux crus du monde entier mais surtout d’Espagne.
J’oublie de préciser l’accueil chaleureux et soigné avec des explications aussi délicieuses que les plats.
Je né sais pas si je fais bien de vous le dire … mais courez-​y dès à présent. Vous épaterez vos moitiés, vos familles, vos amis !
Bonne dégustation.

OMG THIS PLACE. Heaven for foodies. Seriously. I almost don’t want to write about this treasure and keep it for myself.
Not just that you can buy some goods (we had to buy the delicious bread with nuts and dry fruit in it) you also get one of the best Sangria in town. We stopped by around 5pm and didn’t mean to get such a buzz. But the Sangrias are just too good and huge. This is just what has to happen in Barcelona. Very good food. It was a party in my mouth. Cute interior.

Great place to have lunch or dinner. Good food and very close to the Ramblas Catalunya. Great ambiance and you can also buy cuts of meat, breads and fruit they use on their menu.
I’ve been traveling for three months around Europe and this food is amongst the best I’ve had all trip.
I ordered the chicken club and as a courtesy the gave me a tuna starter. It was delicious!
Instagram @faithmari
Curator @visitsacramento

Good food for a quick meal with a nice outdoor area next to the Museum of Contemporary Art. I ate here late at night and while not exceptional it was good and pleasant place to eat.

Estupendo! Muy buena comida, autentica, con productos de primera categoria. Servicio y ambiente excellentes. Top!

¡Oh la la! Decoración al mejor estilo, podría bien ser una tiendecita del mejor barrio francés. Cuidan hasta el detalle de la jardinera del árbol público de delante, con sus florecillas naranjas, insinuando con eso el cuidado que deben de poner en todo lo que realizan.
Tienen comida para llevar buenísima.
Podemos encontrar, como ellos mismos indican, «todo lo que requiere una despensa una cocina y una mesa». A pedir de boca y de hogar.

¡Un pequeño templo para el bon vivant! Eso es La Cuina d’en Garriga. No sólo encuentras productos alimentarios de alta calidad sino también los mejores utensilios de cocina para degustarlos.
Para que te hagas una idea de lo que digo… ¡El pan! No es bueno. ¡Es delicioso! Y es que procede del famoso Forn Baluard, de la Barceloneta. Y respecto a lo demás… ¡Pues en la misma línea! Frutas y verduras ecológicas procedentes de Lleida, jamón ibérico puro de bellota, quesos artesanales, foie procedente un pequeño pueblo galo, huevos de corral, vinos y cavas de categoría… En definitiva… ¡Productos Gourmet de alta «calité»!
¡Ah! ¿Y al fondo del local? ¡Platos preparados! ¡Te puedes imaginar de qué tipo!
Seamos sinceros: La Cuina d’en Garriga no está al abasto de todo el mundo. Ahora bien, si andas bien de dinerillo y quieres dar un caprichito a tu paladar… ¡Ya tardas! Y si no es tu caso pero te gusta salivar… Lo mismo digo. El mes que viene igual hay más suerte ;-)

Cruzar la roja puerta de la tienda, La cuina d’en Garriga, es cruzar el umbral de un fragmento de la historia de tres generaciones de la familia Garriga, y de todo un mundo de tradiciones y de historias en torno a la comida casera catalana. En esta tienda, cuya esmerada decoración, nos traslada a una típica bodega Masía, podemos encontrar todos los productos relacionados con aquellas tradiciones de pagesos de aquella época; leche de fabricación ecológica, huevos de gallinas alimentadas naturalmente, vinos del Empordà, del Penedès, panes elaborados en hornos de leña, quesos locales y españoles, en fin, toda una variedad y en pleno centro de Barcelona. El salón de ventas es acogedor y bien diseñado. Es como estar en una Masía a pasos de tu piso.
Pero lamentablemente, sólo nos quedamos en una cuidada y acabada apariencia. Y lo que parecía bueno termina siendo lo contrario. La atención deja demasiado que desear. La cajera sonríe poco y cortante. Tuve la oportunidad de hablar con uno de los dueños, al que tuve que esperar bastante, y la verdad, que muy poco asertivo y amable.
Espero que las prisas propias de un negocio de este tipo no les perjudique en uno de los puntos claves del marketing, al menos por estos lares, como es la atención al cliente.