Lo mío con Portugal es una historia de amor que empezó hace casi 10 años, cuando visité Lisboa por primera vez y me quise quedar. No pudo ser, así que he vuelto en multitud de ocasiones. A Lisboa, a Peniche, al Algarve, a Oporto, a Coimbra. Y claro, tanto viajar al país vecino pues he acabado por aficionarme a su cocina. Por eso me encanta que abran restaurantes portugueses en Barcelona. Y el Lisboa es uno de ellos. Conducido por un simpatiquísmo portugués, este es un local muy agradable, decorado con gusto y donde todo sucede al ritmo justo en que debe suceder.
Cristina G.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Una opción acertada y diferente para el menú de mediodía porque está bien de precio(9,90 €), porque la comida es casera(incluidos los postres) y porque el local y el servicio son excelentes. El restaurante Lisboa lo regentan una pareja de portugueses que desprenden ilusión en todo lo que hacen. La mujer se encarga de la cocina con un resultado exquisito al paladar y a la vista. Todos lo platos están presentados con el toque de originalidad justo, evidenciando que aquí se miman los detalles. El hombre se encarga del servicio con corrección y simpatía. Es atento, servicial y encantador, se nota que su principal preocupación es que el cliente esté a gusto. A parte del servicio de restaurante, cuentan con una pequeña tienda de productos típicos de Portugal, en la que puedes adquirir vinos, quesos, dulces y también comida para llevar. Este complemento convierte al Lisboa en un sitio doblemente interesante… Gran idea la de estos lisboetas. Para acabar de rematar esta delicia de ambiente sólo señalar que el Fado suele ser banda sonora en el local; predecible, pero no por ello menos acertado. En los negocios llevados con ilusión se respira justo eso, ilusión ¿se os ocurre una estrategia de márketing mejor que ésta? A mí no. Espero que el Lisboa siga funcionando bien por mucho tiempo, ganas no les faltan.