A Casa Portuguesa

Lástima que cerraran su local de Verdi, una verdadera pérdida paea Gracia…
Sus meriendas de jamon y queso, el espectacular y auténtico salame, copita de vino + empanada de cochinillo hacen de A casa portuguesa un lugar para volver y repetir.
Súper recomendable

Como portugués expatriado, la casa portuguesa me hace sentir en casa. Buenos platos, buen servicio. Se nota que los platos son cocinados con gusto y la presentación es inmejorable. Tres personas, con entrantes, platos distintos de bacalao, postre, cervezas Super Bock Abadia y café: 80 euros en total. No nos ha parecido caro para el servicio que hemos tenido y la calidad de los platos que nos han servido. Volveremos.

Relaxing surroundings. Good food. It’s not spectacular Portuguese cuisine but a very good attempt at home style cooking. Recommebd the Fabulous red wine their Reserva. The soup was very typical and very good. Lamb was delicious. Piri Piri chicken very tasty not over spicy and generous portion. Good bacalaou. Wonderful chocolate torte. The picanha they offered wasn’t really picanha but overall we enjoyed our two meals here. Great place to head to if you’re staying locally.

Très bel espace que ce restaurant portugais en plein centre de Barcelone. Un accueil chaleureux comme au pays et une décoration soignée et recherchée très contemporaine. On y mange de la morue bien entendu mais aussi toute une variété de charcuterie dont une saucisse spéciale très goutue (j’ai oublié le nom) ! Nous étions un groupe d’une trentaine de personnes et le service a été irréprochable, très serviable et a répondu à toutes nos demandes, bravo ! On fini par une pasteis de nata: un délice !

Buenísimos los Pasteles de Belem muy crugientes y ligeros.
Recomendado también los taquitos de solomillo.

Servicio profesional, amabilísimo, comida deliciosa con una fantástica relación calidad-​precio y un local muy agradable. Un portugués de los de verdad. Con su variedad de platos de bacalao, sus pastelitos de Belém y su generosa carta de vinos. Recomendable 100%

The night was absolutely fabulous! I loved the food, the atmosphere, the service, everything was wonderful! I highly recommend trying the Cataplanas. A typical Portuguese way of cooking (never knew it until this night). Also, the octopus poached in olive oil was so tender and delicious, too! I walked away 30 € poorer, but well worth it. I think I would go broke if I ate there as often as I want to, but I’ll definitely go back for special occasions.

Después de 3 años en Barcelona y después de muchas buenas recomendaciones conseguí ir a probar este restaurante portugués.
La comida es de muy buena calidad y la cocina es estupenda. Fui con mi familia y la verdad es que nos atendieron de maravilla.
De entrantes probamos un queso de oveja fresco, el queso Azeitao. Se abría por arriba y se untaba en pan. El sabor era sutil y delicioso. También tomamos aceitunas y paté de sardinas. Por último probamos las sardinitas marinadas sobre pan de maíz. A mí no me gustan demasiado las sardinas pero mi padre, que le chiflan, dijo que estaban espectaculares. Lo único de los entrantes que no me gustó fue el chorizo a la brasa porque tenía demasiada grasa y era difícil de masticar.
Como plato fuerte os recomiendo el bacalao a Lagareiro. Se hace a fuego lento con aceite de oliva, ajo, laurel y una pizca de pimentón. Desde luego este plato triunfó pero a mí sin duda el que más me gustó fue el mío, el pulpo a Lagareiro.
Nunca había tomado un pulpo así. A mí me encanta el pulpo a la gallega pero la verdad es que hecho así, al horno y a fuego lento estaba espectacular. La carne del pulpo estaba tierna y jugosa. Tan tierna que me recordaba a la langosta. Ahora que estoy recordándolo se me hace la boca agua…¡Qué ganas de tomar este plato otra vez!
Todo esto lo regamos con un vino verde, fresquito y ligero. Como postre probamosla mousse de chocolate, el pudding de huevo y la bavaroise de piña. La bavaroise me sorprendió, la verdad. Y la mousse de chocolate es perfecta para los amantes del chocolate. Además la porción es enorme.
Creo que este es un restaurante en el que de todas todas encontrarás algo que te gustará. La clave son los ingredientes de calidad y la sencillez de su cocina. Lo recomiendo.

Fuimos 3 personas y compartimos un poco todo lo que pedimos, nos moderamos pidiendo y la cuenta no subió. Me dió la sensación de que si no vigilas se te puede ir a más de 30 euros por cabeza fácilmente. Me gustó mucho el bacalao. Repetiré!
Puntos fuertes:
— Decoración
— Buena calidad de la comida
— Originalidad (no hay muchos portugueses en Barcelona)
Puntos débiles:
— Hay ciertos platos que no valen la pena por la relación calidad o cantidad vs precio (por ejemplo unas minipatatas hervidas con 3 tipos de salsa)

Desolada estoy porque este sitio acaba de echar el cierre por problemas de licencia con el ayuntamiento y a pesar de que recogieron 10.000 firmas para mantenerlo abierto… Cada domingo iba a darme un caprichito y me llevaba a casa uno de sus deliciosos «pasteis de nata», un trocito de tarta de limón con merengue, un pastelito de coco o una tigelada (pastel de crema a horno), todos deliciosos.
Una pena, pero… ¡hay buenas noticias! Siguen manteniendo su local de la calle Aragó, donde se pueden comprar sus dulces, tomar un vino e incluso cenar, porque tienen una zona de restaurante.
Todavía no fui a este local, pero seguro que dentro de poco hago una visita, aunque sea para calmar mis ansias de sus deliciosos postres portugueses!

I am really impressed with the décor here; in many ways it represents the anti-​Starbucks, but unfortunately you’re going to have to do a lot more than be stylishly present to earn a stellar reputation and perhaps on an off-​night two desserts just fell way short of what was expected.
Both the tart and chocolate «salchicha» were dry, and not in the «we don’t use too much shortening» dry but *really* dry. Bonus points for having tawny port, though — I know, it’s a Portuguese restaurant, so duh, but I’ve come not to expect it…
It’s right around the corner so I imagine that I’ll be back when I need my sugar fix (read:port).

Es un buen lugar para sentarse, tomar un buen café y un pastel, también para tomar un buen vino. El ambiente es muy agradable y además no es muy caro.

Estuve hace unos días y me gustó mucho. Me lo recomendaron y lo recomiendo.

A Casa Portuguesa en Barcelona es muy agradable, puedes degustar y llevar productos típicos de Portugal, tanto salados como dulces.
Recomendadas las empanadillas de carne y los Pasteis de Belem, 1,10 EUR el pastelito y que es el producto rey de Lisboa. Las pastelerias con el toldo azul.

Aquí se respira un ambiente portugués bastante auténtico: incluso los responsables de este centro cultural te hablan en susurros. Algo que si el local está lleno de españoles gritones no bueno, pero que tiene su encanto.
A Casa Portuguesa tiene varios puntos que lo hacen súper recomendable:
— Esta en Gracia, en la calle Verdi, es ideal para tomar algo después o antes del cine.
— Sirve comida y bebida portuguesa auténtica, elaborada pausadamente y con ingredientes del país vecino
— Venden libros de todo tipo sobre portugal y de escritores portugueses
— La decoración es muy agradable y acogedora, no faltan los azulejos, como es lógico
— Tienen queijadas, tan difíciles de encontrar en Barcelona
— Hacen conferencias, presentaciones y charlas sobre el país luso
— Suelen poner fado, relajación asegurada

Al estar perdida por otros mundos durante un tiempo, no sabía que A casa portuguesa había abierto un nuevo restaurante al ladito de Verdi, en el carrer de l’Or, hasta que un amigo me llevó. La verdad es que todo el mundo me había hablado maravillas del de Verdi, pero aún no había ido ;(Así que me encantó ir y probarlo, aunque fuera el nuevo.
Nos explicaron que no sólo es restaurante sino que es un espacio polivalente dónde hacen catas de vino portugués, cada miércoles entre las 19 y las 22, presentaciones de nuevos productos, exposiciones y un montón de actividades para promocionar la cultura y la gastronomía portuguesa. Los platos de bacalao que elegimos estaban muy buenos, y los pastelitos de Betlem no decepcionaron, como siempre.

Recuerdo que me llevaron una tarde unos amigos del máster que quedamos para tomar algo. Yo iba de bastante mal humor porque no aceptaban ninguna de mis propuestas y me habían echo caminar veinte minutos para ir a Gràcia.
Cuando llegamos vi que era un lugar pequeñito pero mono, con especialidades de repostería portuguesa que siempre es una curiosidad si no conoces el país.
La cola que hicimos duró otra media hora más y lo peor fue que pedí un cortado, me lo trajeron frío y en un vaso de cartón. Fue una experiencia desagradable pero reconozco que iba influenciado para que lo fuera, el local era bonito rodeado de botellas de vino.

Cuando vivía en Gracia había pasado millones de veces por delante, y no es una exageración, es que he pasado como mil veces antes de la primera vez de entrar. No es un sitio que invite a pasar y no sé por qué, porque cuando entras por primera vez resulta muy difícil no volver A Casa Portuguesa. Un día sin más entré y descubrí un nuevo mundo para mi, «el delicioso mundo de los postres portugueses!!!» Es tienda y bar al mismo tiempo, sólo productos 100% portugueses. Mi debilidad los postres de Belém, para otros la gran vinacoteca de la que disponen. La verdad es que es un local bastante pequeño pero con un encanto espectacular.

Si paseas por Gràcia un domingo por la mañana pero en realidad te gustaría estar paseando por las calles de Lisboa, lo que tienes que hacer es imaginarte las calles de Lisboa ;) y hacer una paradita en A Casa Portuguesa. Sólo el olor que desprende este sitio ya merece la pena. Hay pocos lugares que nos acerquen la cultura de Portugal pero en esta pastelería-​cafetería-​vinoteca consiguen que te intereses muchísimo por las costumbres de este país. Algo así sólo se consigue a base de buena comida (aceptémoslo, en España somos de buen comer) y si probáis las Queijadas que tienen lo entenderéis al primer bocado. Si además de dulces, vinos como oportos, vino verde y demás, mermeladas, conservas… añadimos el riquísimo café que sirven y un local decorado con mucho encanto, llegaréis a la misma conclusión que yo: ¿por qué he tardado tanto en descubrir el paraíso? Uno de locales imprescindibles de la calle Verdi que, inevitablemente, suele estar a reventar.

De cada cinco veces que voy, me puedo sentar una… pero supongo que es lo que pasa con los lugares buenos. El ambiente es agradable y la posibilidad de poder ver las botellas de los vinos que puedes elegir con su precio llama mucho la atención. Las tapas son excelentes y sobre todo los postres son muy sabrosos, además siempre veo que tienen eventos como catas de vinos porto o degustaciones. Si no consigues mesa, al menos puedes pedir algún dulce o especialidad portuguesa para llevar.

Lo que me llamó la atención de este lugar fue algo que me entró directamente por los ojos: la gran vitrina expositora con un regocijo de dulces impresionante. Y ese día no pude entrar, y me quedé con los ojos como platos ante el mostrador. Este lugar se está haciendo muy popular y los amantes del dulce hacen colas para entrar. Al siguiente día insistí y después de esperar unos 10 minutos conseguí entrar. Toda la repostería dulce y salada es de elaboración propia y diaria. Además de comer muy bien y escuchar una música muy seleccionada, que no se queda sólo en los fados, en este local puedes asistir a presentaciones de vino y catas que organizan regularmente.
«A casa portuguesa» representa en exclusiva a más de 30 marcas portuguesas: vinos de importantes regiones con denominación de origen, quesos y embutidos, conservas, aceites, mermeladas. También venden arte contemporáneo. Al igual que el espacio decorado con mucho gusto y elegancia, la web de este restaurante da gusto visitarla, sobretodo por la animación previa, muy fina. Se pueden también adquirir los productos en la tienda on-​line.

Klein, nett, stilvoll, dezente Musik, leckeres Gebäck (und davon verstehen die Portis was!) und auch einige Quiches.
Gute Auswahl portugiesischer Weine (ab & zu werden hier auch Weinproben organisiert).
…und ein Milchkaffee der nicht nur gut ist, sondern von der Größe her ungefähr auf der Mitte zwischen der normalen, unterdimensionierten spanisch/​katalanischen Version und dem deutschen Milchkaffee liegt.
Die Betreiber hier sind ausgesprochen nett und meist gut gelaunt.
Preise sind eher obere Mitte, aber dafür ist es auch wirklich nett hier.
A casa portuguesa ist inzwischen kein Geheimtipp mehr — deswegen ist es meist voll und man muss warten bis ein Tisch oder ein Platz an der Bar frei wird.
FAZIT:
Kein Geheimtipp mehr — aber immernoch ein Tipp!

Great ambience, great wines, snacks and music! definately would recommend!